asesinatos en el geriátrico

El celador de Olot confiesa el crimen de otros ocho ancianos

En las primeras ocasiones usó una mezcla de barbitúricos y medicamentos mientras que en las tres últimas recurrió a un líquido corrosivo

GERONA Actualizado: Guardar
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El celador del geriátrico ‘La Caritat’ de Olot, Joan Vila, ha confesado ante el juez haber "ayudado a morir" a un total de once ancianos, ocho más de los tres que había admitido inicialmente. Vila, de 45 años, ha prestado una nueva declaración a petición propia, después de la exhumación de ocho cadáveres por orden del juez que lleva el caso para determinar las causas de su muerte, ya que coincidían con los turnos en los que había trabajado. En su comparecencia ha precisado que en las primeras ocasiones usó una mezcla de barbitúricos y medicamentos para acabar con la vida de los ancianos, mientras en las tres últimas recurrió a un líquido corrosivo.

Los crímenes se cometieron entre agosto de 2009 y mediados de octubre de 2010. En su declaración no ha podido precisar si mató a otro interno más este año. El abogado defensor, Carles Monguilod, ha señalado que Vila "se ha decantado más por el no que por el sí".Todas las alertas se dispararon cuando falleció una anciana que presentaba lesiones sospechosas en la el boca; los investigadores creen que el celador le dio a beber lejía.

Según ha informado el letrado Monguilod, el acusado no ha sabido explicar la razón por la que cambió de modus operandi para quitar la vida de los ancianos, y que permitió a sus primeras ocho víctimas morir de una forma mucho menos cruenta. Seis de ellos fallecieron debido a una mezcla mortal de medicamentos que les suministró el celador del geriátrico, dos por una sobredosis de insulina mientras las tres últimas perdieron la vida con grandes sufrimientos tras haber sido obligadas a ingerir lejía y otros líquidos corrosivos, lo que hizo que finalmente fuera descubierto. Vila ha considerado estos crímenes como actos compasivos, que ha calificado como "eutanasia" al creer que estas personas estaban sufriendo en el estado en el que se encontraban.

Signos de arrepentimiento

Ha asegurado además que, al recordar el momento de los asesinatos, Vila veía como si alguien saliera de su propio cuerpo y fuera el autor de las muertes, una visión que, según Monguilod, deberá ser estudiado por expertos en psiquiatría para determinar si pudiera usarse como atenuante en su condena.

El asesino confeso de ancianos había indicado que cometió los crímenes en un momento de euforia en el que no consideraba que estuviera haciendo nada malo, sino todo lo contrario, porque "hacía algo que a él le hubiera gustado que le hicieran en su situación". "Él mismo dice textualmente que 'quería muchísimo a todas las víctimas'", ha aseverado Monguilod. Durante esta última declaración, en la que según su abogado ha estado mucho más tranquilo, Vila ha mostrado signos de arrepentimiento y ha manifestado darse cuenta de que lo que hizo "no era lo correcto".

Joan Vila comenzó a trabajar en 'La Caritat' en diciembre de 2005 y desde entonces, y hasta que fue detenido, el pasado 18 de octubre, han muerto en la residencia 59 internos. De ellos, 27 fallecieron durante los turnos del celador, que sólo trabajaba los fines de semana y en días festivos.