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BP reanuda las operaciones para parar el vertido en el Golfo de México tras una pausa técnica

El Gobierno estadounidense ha señalado que la inyección de fluidos pesados y barro para bloquear la grieta parece estar funcionando

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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La compañía BP ha reanudado las operaciones para tapar el vertido en el Golfo de México después de parar durante unas horas para analizar la efectividad de la inyección de fluidos pesados y barro que están realizando, según ha informado la Guardia Costera.

British Petroleum ha ordenado continuar con la operación horas después de que el director general de operaciones de la compañía, Doug Suttles, anunciara en rueda de prensa la suspensión temporal de los trabajos. Suttles indicó que la suspensión no se debía a que el operativo no estuviera marchando bien sino que se trataba de una cuestión de procedimiento.

La empresa inició ayer una operación bautizada en inglés como 'top kill' para sellar el pozo mediante la inyección de un fluido compuesto por una mezcla de agua, arcilla y químicos, a la que se sumarán después capas de cemento. "Hicimos una extracción inicial, paramos, empezamos otra vez, paramos y empezaremos otra vez en algún momento de esta noche", indicó en una rueda de prensa con la contraalmirante de la Guardia Costera Mary Landry y el responsable del Servicio de Gestión de Minerales (MMS) en la región del Golfo de México, Mike Prendergast.

La contraalmirante de la Guardia Costera señaló que una comisión independiente ha determinado que el pozo derrama entre 12.000 y 19.000 barriles de crudo al día, no 5.000 como indicaba la compañía al principio. En el caso de que esta opción falle, indicó que se están barajando otras como el denominado 'junk shot' que consiste en introducir una variedad de materiales a alta temperatura, como piezas de goma, que harán circular por el tubo para bloquear el vertido.

Obama vuelve a Luisiana

Funcionarios estadounidenses han comentado que la inyección de fluidos pesados y barro, que se bombea en el pozo con el fin de bloquear la grieta, parece estar funcionando. No obstante, el comandante de la Guardia Costera Thad Allen ha aclarado que eso no significaba que el vertido se haya detenido, como habían indicado algunos medios. Según Allen, los fluidos no han logrado superar la presión de las fugas de aceite y gas, que suben y bajan por el conducto, aunque según se ve en las imágenes de televisión el vertido ya no es tan denso.

El presidente estadounidense, Barack Obama, visitará hoy Luisiana por segunda vez para supervisar de primera mano las tareas de lucha contra el derrame de crudo, que lleva emanando del pozo cinco semanas desde que se produjo la explosión, que causó además once muertos, y el posterior hundimiento de una plataforma petrolera operada por BP.

El vertido del Golfo de México afecta ya a más de 160 kilómetros de la costa de Luisiana, según constató el miércoles el gobernador de ese estado, Bobby Jindal. Este derrame es el peor en la historia de Estados Unidos y mucho mayor que el provocado por el accidente del petrolero Exxon Valdez en Alaska en 1989, que vertió más de 40 millones de litros.