TURISMO

Costa Ballena resurge de nuevo

La conocida urbanización vive un momento dorado con un nuevo ciclo de desarrollo turístico y residencial

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Costa Ballena, la urbanización que fuera concebida para emular el modelo californiano, empieza despertar tras años estancada. La crisis se llevó por delante el imparable desarrollo que el enclave venía experimentando desde la década de los noventa. El éxito fue rotundo y pronto empezaron a proliferar las viviendas de segunda residencia y hoteles de tres y cuatro estrellas al calor de un campo de golf que ha recibido elogios de aficionados nacionales y extranjeros.

El terreno se habría agotado de no ser por la polémica de la pertenencia territorial. Costa Ballena tiene dos alcaldes cuyas competencias limita el parque de Los Lagos, la frontera que separa el término chipionero del roteño. Los segundos supieron ver pronto la oportunidad que representaban aquellos terrenos baldíos frente a la costa y se afanaron en darle forma al plan de desarrollo que ha permitido levantar la urbanización que conocemos hoy.

Chipiona lo tuvo más difícil, pues le tocó litigar para que se reconocieran sus derechos sobre este suelo, que no tuvo un plan urbanístico hasta la década del 2000.

Ya para entonces la burbuja inmobiliaria se había quedado corta para la expansión prevista, paralizada desde 2007. El anuncio que hizo la cadena Best Hoteles a principios de octubre para levantar un resort de 600 habitaciones es la oportunidad que estaban esperando. «El revulsivo que necesitábamos para que volviéramos a soñar», admite el concejal de Turismo de la localidad, Javier Díaz (PP), que ven en este proyecto la posibilidad de «un efecto llamada». El grupo turístico ya hizo un intento por instalarse en la zona justo antes de que comenzara la crisis, pero las expectativas se esfumaron tras años de parón. Fue a mediados de 2013 cuando volvieron a interesarse por Costa Ballena. Según explica el edil, «estaban buscando ubicación y barajaban también el litoral onubense, pero afortunadamente se quedaron con nosotros». Díaz, que ha tenido los planos entre sus manos y se ha sentado con los responsables del proyecto, admite que «es una preciosidad». Lo define como un resort de nuevo concepto con la mayoría de las habitaciones con vistas al mar y todo tipo de servicios. «No teníamos nada similar en Chipiona, es el primero de cuatro estrellas superior y abre el camino a otros», dice a modo de invitación a nuevos inversores.

También está en marcha una nueva promoción de viviendas de segunda residencia que se entregará el próximo año. «En cuanto empiezan a llegar las grúas todo se reactiva y se genera ese interés que tanta falta nos hacía», admite, pues en estos cinco años y medio que lleva en el Consistorio asegura no haber visto un movimiento parecido. «El departamento que gestiona las licencias de obra estaba prácticamente paralizado, entraban solicitudes para pequeñas reformas en viviendas, pero nada como hasta ahora», dice el concejal chipionero.

El tirón del golf

El reclamo del golf ha sido fundamental para que la inversión privada vuelva a poner sus ojos en Costa Ballena. A pesar de la situación económica, el destino ha mantenido el nivel durante estos años y ha atraído un mayor número de visitantes. El alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana (PSOE), tiene en marcha un plan para revitalizar la urbanización, pues el suelo que corresponde a su localidad está totalmente ocupado. Apenas queda libre una parcela que está en manos de un banco y admite que «hoy por hoy es muy difícil que se vaya a construir desde cero un hotel».

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«Es necesario modernizarla y queremos poner en valor sus equipamientos deportivos que sirvan como reclamo», destaca. La intención es traer a equipos de primer nivel, tanto de España como de fuera, para la temporada baja y buscar así una vía de desestacionalización. Y a ello contribuirá la futura reapertura del Hotel Gran Colón Costa Ballena que ha encontrado a un inversor. La operación aún no se ha terminado de cerrar, pero «tiene muy buenas perspectivas», admite el alcalde, que se muestra muy prudente a la hora de tratar el asunto. Ruiz Arana evita una vez más dar el nombre del grupo que está detrás de esta venta, pero destaca que «su reapertura supondría completar la oferta del complejo», especialmente para los visitantes interesados en el golf.

Fuente de riqueza

Este nuevo movimiento inversor ha supuesto también una inyección para el Patronato de Turismo de la Diputación de Cádiz, que destaca la importancia de este destino para la provincia. La responsable del área, María Dolores Varo, destaca que «el año pasado se alojaron en Rota más de 130.000 turistas y en Chipiona más de 37.000. En total generaron en los hoteles alrededor de 600.000 pernoctaciones durante su estancia, lo que da un idea del negocio que mueven estos municipios».

Dicho esto, Varo considera que «el nuevo impulso de Costa Ballena, con la reapertura de un hotel como el Gran Colón y la construcción de la nueva oferta hotelera siempre es una buena noticia para la zona y para la provincia de Cádiz». Destaca que ambos «vienen a enriquecer la oferta y a aportar más empleo, que es siempre la mejor noticia para los gaditanos».

La diputada provincial lo ve como «un cambio de tendencia muy positivo, porque la vitalidad económica es contagiosa».

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