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El resistente, la tapada, la boda

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La semana política se iniciaba con los mentideros aún revolucionados por los ecos de la que se llamaba «segunda boda de El Escorial». El viernes anterior la pregunta fue «¿te ha llamado Juan Carlos para invitarte?» Juan Carlos era, no se asusten, el radiante novio, además de jefe de gabinete, de la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, que se casó el sábado 23 rodeada de invitados pero con el práctico vacío de su partido. El lunes se hacía recuento. En el PSOE hubo un movimiento generalizado de «ni se te ocurra ir», por si alguien estaba por la labor. Sólo acudió la ministra Bibiana Aido -despistada, dicen- y se fue pronto.

La alcaldesa jerezana, que ha entendido la igualdad en un sentido estricto y ha implantado una práctica política muy masculina, como es colocar al novio en un buen puesto, quién de más confianza, dirá, tiene a su organización que echa las muelas desde hace tiempo, pero ahora se la comerían cruda si pudieran, desde que se atrevió a quitarle a Alcalá de los Gazules la fábrica de todoterrenos de Zahav Motor. Sánchez y su gabinete firmaron por su cuenta y por sorpresa y dejaron al pueblo de Pizarro sin una factoría en la que estaban muy interesados, a pesar de que sus promotores sean unos auténticos «cazadores de oportunidad» que han dado tumbos por media provincia, y de que había algunas dificultades objetivas, como las necesidades de potencia eléctrica, que los alcalaínos estaban dispuestos a solucionar. En el PSOE la historia se ha vivido como «una puñalada trapera» (literalmente) pero han de contener sus ansias asesinas para no dar opciones al PP, cuya candidata, María José García Pelayo, aguarda afilando las uñas para aprovechar las oportunidades que Sánchez le está poniendo en bandeja. La alcaldesa tiene cada vez más enemigos «serios» entre los suyos.

En la capital, entre tanto, el cartel de uno de los actos electorales de la campaña de las elecciones europeas, esa que está pasando con más pena que gloria, la concejala Marta Meléndez daba la sorpresa de colocarse como telonera de Chaves, ni más ni menos, en el acto del día 2, con Cabaña y Pizarro también en escena. Entre los socialistas locales, avezados también en prácticas caníbales, se hacen lenguas del orden de actuaciones. ¿Marta candidata a la alcaldía? La ha puesto Pérez Peralta en candelero, se supone, por instrucción directa del consejero de Gobernación, dentro de su decidida estrategia de cortar de raíz el más mínimo atisbo de que cunda al run-run de que él sea el próximo candidato a la alcaldía. Hay que buscar un nombre con urgencia, y dado que el escaparate con que se cuenta es el del Ayuntamiento, ese es el escenario donde buscar. No tiene tampoco mucho donde escoger. Pero los críticos, tragada ya su última derrota, están que no paran.

El mejor ejemplo de resistencia, con todo, lo da una vez más Manolo Brenes. El delegado de Educación va a terminar por demostrar que de verdad es incombustible. El hombre se quedó hecho polvo cuando supo que Blanca Alcántara le relevaría, pero han pasado ya tres consejos de Gobierno y el nombramiento no se ha producido. Ha tenido que superar su desánimo y su confusión, en unos momentos especialmente delicados para su delegación, entre el fin de curso y la planificación del próximo, y además en medio de detalles bastante demoledores, como recibir cartas y llamadas (una incluso desde el Rectorado, me dice una buena fuente) dirigidas a la Alcántara que, a su vez, mantiene su puesto en Justicia con la misma incertidumbre. ¡Qué organización!

Brenes, curiosamente, ha mantenido estos días una agenda cargada de actos públicos, para que se le vea en las fotos, vamos, y ahí sigue el hombre. Quizá porque el recorte de direcciones generales en la Junta dificulta su «salto hacia arriba», quizá porque, al final, va a volver a salvarse de la quema. Igual es que es un buen delegado.

lgonzalez@lavozdigital.es