TÉCNICO. José Manuel Ochotorena y Santiago Cañizares, en un entrenamiento. / REUTERS
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El especialista

El ex guardameta José Manuel Ochotorena es el responsable de la preparación de los tres porteros de la selección española

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José Manuel Ochotorena (San Sebastián, 1961) trata de pasar desapercibido entre los miembros del cuadro técnico de la selección española. Con una larga trayectoria profesional, que inició en la cantera del Real Madrid y que le llevó a disputar un partido internacional, el ex guardameta donostiarra es el responsable de la preparación de los tres porteros de España -Casillas, Cañizares y Reina-. Es un especialista de los especialistas.

En realidad, se trata de una dedicación a tiempo parcial, porque está ligado profesionalmente al Liverpool de Rafa Benítez, con quien emigró a Inglaterra después de trabajar en el Valencia. Tiene el título de entrenador, pero ha optado por la especialización, un campo en el que «todavía hay mucho que descubrir». En Anfield Road ha tenido alumnos aventajados. Dudek fue el héroe de la final de la Champions de Estambul en la tanda de penaltis y, Pepe Reina, el artífice de la Copa inglesa ganada hace menos de un mes, también con los lanzamientos desde el punto fatídico.

José Manuel Ochotorena desmenuza para este periódico su labor con los guardametas y analiza el trabajo y las características de los tres cancerberos de la selección española.

LA PREPARACIÓN

«Es una figura que se ha ido incorporando en los diez últimos años al mundo del fútbol. Ahora lo tienen hasta los equipos juveniles», asegura Ochotorena. El técnico sostiene que uno de sus principales retos consiste en evitar la monotonía. «Trabajamos todos los días con tres hombres como máximo y lo más fácil es caer en la repetición y eso puede resultar mortal. Mi método es buscar ejercicios diferentes todos los días para llegar a un mismo objetivo». Lo más importante de un portero, afirma el ex guardameta, son sus condiciones naturales físicas y técnicas. El preparador, explica, debe trabajar dos conceptos: el táctico y el mental. «La psicología es fundamental, porque el portero convive todos los días en el límite entre el error y el acierto y es un complemento muy elevado de riesgo».

El trabajo táctico adquiere cada día mayor trascendencia. «Un buen portero puede y debe corregir errores tácticos del equipo. Es algo que hablo mucho con ellos. Parece que nosotros no formamos parte del equipo. Cuando se habla de tácticas, se dice 4-4-2 ó 4-3-3, como si el portero no contara». Sin embargo, Ochotorena mantiene que el guardameta puede ser vital si está concentrado en el juego. «El error es pensar que sólo hay que mandar o fijarse cuando ataca el adversario o te tiran un córner o una falta. También cuando ataca tu equipo puedes colocar a los defensas para evitar posteriores situaciones de ataque del rival».

LA SELECCIÓN

Los porteros llegan a la selección con «el trabajo hecho en sus clubes». «Lo que tienen que hacer -señala el técnico- es adaptarse al trabajo táctico de la selección». Lamenta el escaso tiempo del que dispone, que sólo le permite «preparar los partidos, las condiciones del rival, sus acciones de estrategia a balón parado y mantener el nivel técnico y físico». No obstante, durante el resto del año conversa habitualmente con los preparadores de los clubes de origen. «Intento que estén cómodos. Los tres que tengo ahora son casi como mis hijos. Con Cañete estuve tres años en el Valencia, con Iker cuatro en la selección y a Reina lo tengo ahora en el Liverpool».

«Nos conocemos tanto que, a veces, con una mirada intuyes que están hasta las narices de ti, de que les machaques todos los días. Lo acepto y lo comprendo. Si se cabrean es que están enfrascados en la mejora diaria. El cabreo es interés. No creo que debas quedarte callado porque les moleste algo. Entonces dejas una vez, otra, otra y es peor».

LOS PENALTIS

El ex guardameta donostiarra confiesa que no existen secretos para preparar los penaltis. «Dudek estuvo muy acertado en Estambul y Reina en la Copa inglesa. Pero son muy difíciles de entrenar. Es más una cuestión de intuición. El poder mental es importante, sentirse superior al delantero, tener seguridad. Es un juego, en el que tienes que ganar al lanzador. Y, por supuesto, la suerte es fundamental. Cuando se paran, encuentras un cúmulo del trabajo de todo el año. Lo que es cierto es que en la parada de un penalti puedes encontrar el trabajo acumulado de todo el año».

En su opinión, la información sobre cómo tiran las penas máximas los rivales tampoco es muy efectiva. «Hoy ya no hay secretos. Vemos a todos y sabemos cómo los tiran casi todos». Los porteros elegidos por Luis Aragonés son buenos 'parapenaltis'. «También se preocupan de recabar información. Unos más que otros, pero les gusta saber».

LA CONVIVENCIA ENTRE PORTEROS

Ochotorena reconoce que nunca resulta sencilla la convivencia entre porteros en un equipo. «Sé por experiencia propia y ahora lo veo todos los días que resulta complicado que los porteros sean amigos. Las comparaciones son continuas. El pique es más directo porque sólo puede jugar uno. Hay que saber llevarlo. Es uno de mis cometidos más complicados».

El técnico ha tenido que lidiar este año una complicada situación en el Liverpool. «Hemos tenido momentos malos entre Reina y Dudek. El tema era complejo. Dudek venía de ser el héroe en Estambul y la afición le adoraba por el recuerdo de la Liga de Campeones. Nosotros ya teníamos pensado fichar a Reina. La gran ventaja que he tenido es que han sido dos personas que se han respetado muchísimo. Si no, hubiera sido mucho peor. Dudek ha mantenido unos códigos y Pepe tiene los que su padre le inculcó. Ya viví en el Valencia la competitividad Cañete-Palop. Ahora puedo decir que nunca hubo tanto entre ellos como se decía».