ENIGMÁTICA. Escultura de la reina Hatshepsut (Museo El Cairo). / L. V.
Sociedad

Los misterios de Hatshepsut, la reina que fue faraón, se desvelan en El Puerto

Egiptólogos españoles explicarán hoy y mañana sus trabajos en Luxor Describirán el ambiente cultural y social egipcio hace unos 3.500 años

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La historia de la reina Hatshepsut es una de las más apasionantes del Antiguo Egipto. Llegó a ser por iniciativa propia la mujer más poderosa del Nilo hace unos 3.500 años y, pese a que sus sucesores hicieron todo lo posible por que su reinado cayera en el olvido, es recordado como uno de los periodos más prósperos y pacíficos. Sobre su figura y los descubrimientos que el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto ha realizado en el lugar donde se encuentra su monumento funerario -Deir El Bahari (Luxor)- departirán en sendas conferencias en el Hotel Monasterio de El Puerto, hoy y mañana, el director del instituto, Francisco Martín, y la egiptóloga Teresa Bedman.

Como un hombre

Hija del faraón Tutmosis I, Hatshepsut fue esposada a la muerte de éste con su hermanastro que, pese a ser hijo ilegítimo y gracias al derecho de sangre que ella le aportó, gobernó como Tutmosis II. Las mujeres no podían gobernar en Egipto. Pronto fallecería su marido, y ante la ausencia de descendencia masculina, de nuevo se recurrió a un hijo bastardo que, dada su escasa edad, obligó a una situación de corregencia entre la viuda y el pequeño Tutmosis III. Sin embargo, Hatshepsut decidió erigirse por su cuenta faraón. Aunque no fue la primera mujer en gobernar, sí fue la primera que se consideró rey y se retrató vestida de hombre, con los rituales y atributos propios del faraón.

Se dio inicio así a una de las etapas con más actividad cultural de la Dinastía XVIII, aunque los reyes posteriores trataran de borrar este periodo de la historia. Hatshepsut dejó a un lado las guerras con el exterior de sus predecesores y organizó expediciones comerciales, recuperando la ruta al país de Punt. Hubo también un notable aumento de las construcciones, realizadas por el arquitecto Sen-en-Mut, el favorito de la reina, de quien dicen fue amante y quien diseñó su templo funerario de Deir El Bahari.

Una historia de amor que, precisamente, es una de los aspectos que el equipo del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto está investigando a través de las inscripciones halladas en un hipogeo o capilla subterránea secreta destinada a dar culto a Sen-en-Mut tras su muerte. «De los descubrimientos que hemos realizado a lo largo de tres campañas en Egipto y del ambiente social que rodeó a la reina Hatshepsut hablaremos en El Puerto», comenta Francisco Martín. Este hipogeo «tiene el techo astronómico más antiguo de la humanidad y en el exterior hemos encontrado cerámicas policromadas y vestigios de momias», explica el egiptólogo, quien además asegura que esta capilla está conectada con el templo funerario de Deir El Bahari, el de Hatshepsut.

Entre los futuros proyectos de esta misión española en Luxor, subvencionada por el Ministerio de Cultura, se encuentra el de abrir este monumento para los investigadores y crear una réplica para los turistas, «será la primera vez que se haga».