MILENIO

Tirios y troyanos

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Se supone que con la loable intención de unir a tirios y troyanos, la Ponencia de la reforma estatutaria mantiene definitivamente en el preámbulo del nuevo Estatuto la mención a la unidad de España. Una obviedad, se quiera o no, desde el sentimiento andaluz. Y cuando lo obvio se eleva a la categoría de trascendental, hay que echarse la mano a la cartera o tomarse la tensión arterial. Algún déficit late por un determinado espacio de la vida política y la convicción de grupo.

Otra cuestión que hay que anotar como poco deseable es la ausencia en el texto estatutario aprobado de cualquier mención a rechazar la coincidencia de convocatorias electorales (nacionales y autonómicas andaluzas) o una limitación concreta del mandato presidencial. Ausencias que le restan grandeza política al acuerdo, lo cual le hubiese venido de perlas a esa mayoría de los tres quintos.

Pero como en política siempre está presente la gran tentación del martirologio, y de hecho ya hay intereses políticos concretos que están haciendo de la falta de consenso una lectura dramatizada del futuro de la política andaluza, la Junta debería plantearse la posibilidad, si la legalidad electoral lo permitiera, de establecer una «mayoría de calidad», también, en el futuro referéndum (previsto en principio para el próximo mes de Febrero). Un 60 o 65 por ciento, por ejemplo, de síes en la consulta para obtener la aprobación del pueblo andaluz.

Porque ya hay torquemadas de pacotilla que se están movilizando abiertamente contra periodistas y gente pública de parcelas muy diferentes por no rechazar explícitamente el texto reformado ni, por supuesto, lo de «realidad nacional». Y aunque ya no existe el siniestro TOP, aún quedan criaturas notorias que lo echan en falta.

Lo cierto es que el proceso de la reforma estatutaria ha dejado heridas abiertas y distanciamientos en la vida pública que ya veremos como evolucionan. Pero no hay nada como mirar hacia atrás en el tiempo para minimizar los catastrofismos e identificar a los tornadizos.