OPINIÓN

Haciéndome a la idea

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Pasó el partido antes el Betis. Durante toda la semana hemos dicho que ante el equipo verdiblanco todo lo que no fuera los tres puntos no nos valía. Si se empataba y mucho más si se perdía, ya no habría nada que hacer. Bueno, pues resulta que se juega contra el Betis y se empata. Se nos cayeron los palos del sombrajo en ese minuto cuarenta y cuatro, pero una vez que asimilamos la perdida de dos puntos empiezo a escuchar a optimistas decir, que si se gana en Zaragoza es bueno este punto, que si nos favorecen los resultados recortamos puntos a la Real Sociedad y al Alavés, que si, que si Es verdad que hay que ser optimista, que hay que seguir peleando y que matemáticamente aún es posible el milagro. Pero no nos engañemos. Pongamos por caso que la falta que bota el Betis y que da paso al gol, la mandan a las nubes. Vale, tendríamos dos puntos más que ahora, pero no hubiera cambiado la imagen de un equipo que si no es de penalti no marca. ¿Con que credenciales se presenta este equipo de nuevo sin gol y sin ocasiones para puntuar en La Romareda?

Ojalá se consiga, pero mucho me temo que no va a ser así. ¿Cuántas jornadas llevamos esperando y diciendo a la próxima jornada será, a la próxima jornada será? Las jornadas van pasando, el final está cerca y la salvación más lejos, paradojas de la vida. Las caras de los aficionados ayer al salir del estadio lo decían todo, de aficionados de los de toda la vida como gusta decir por aquí, de los de Segunda B. Se que me estoy repitiendo al decir esto, soy optimista por naturaleza. Soy optimista, pero ahora mismo me veo en Segunda. Yo era uno de los que decía que si no se ganaba al Betis se pondría muy difícil la historia y no se le ha ganado. He de ser consecuente con lo que dije y no engañarme más que lo podemos conseguir. Y no por que no sea posible, que lo es, sino porque somos incapaces de ganarle a nadie. Lo malo es que nos vamos a Segunda con la sensación de irnos por meritos propios, mejor dicho por deméritos propios. Y punto.