El Bar Grimaldi, este miércoles antes de la hora de comer
El Bar Grimaldi, este miércoles antes de la hora de comer - M. A.
CÁDIZ

El Bar Grimaldi reabre y su dueño pide perdón

El propietario del establecimiento de Cádiz que provocó una intoxicación por salmonela el pasado Carnaval lamenta el daño ocasionado y confía en salir adelante en esta nueva etapa

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El Bar Grimaldi ha reabierto sus puertas. Tras haber pasado tres meses desde que Salud decretara su cierre por la intoxicación masiva por salmonela durante el Carnaval que afectó a 112 personas, su propietario ha conseguido cumplir con todos los requisitos que se le han exigido para poner de nuevo el negocio en marcha.

Unas pizarras anuncian en la terraza las especialidades de la casa: el arroz marinero y el pescaíto frito. Estos dos platos son ahora la tarjeta de presentación del establecimiento ya que el rótulo donde se podía leer el nombre del bar ya no está. Se retiró días después de lo ocurrido y no se ha vuelto a colocar. En su lugar está el menú. Pero Grimaldi sigue llamándose así.

No se esconde. Está impreso en la carta que se le da a cada cliente nada más llegar.

Interior del establecimiento
Interior del establecimiento

Dentro, todo luce impecable. Los azulejos, la barra, la vajilla de la Cartuja, el pequeño salón, la cocina... Y al otro lado del mostrador, entre comandas, se encuentra Juan José Grimaldi, el propietario. De primeras prefiere no hablar. En todo este tiempo no lo ha hecho. Al rato, se lanza, pero muy poco y muy medido. Todavía le cuesta. Tras veinte años de trabajo en el establecimiento que regentaran su abuelo y su padre, le sigue doliendo hablar de lo que pasó en febrero. «Lo he pasado muy mal, sobretodo por toda la gente que cayó enferma. Diles que lo siento mucho por favor».

A pesar de que admite, como detectaron los análisis, que la intoxicación se produjo allí, dice que no todo lo que se ha contado es verdad. «Se han dicho muchas mentiras. Aquí siempre ha estado todo muy limpio», explica. Así, mientras no pierde de vista la sala donde almuerzan dos parejas, cuenta que en noviembre pasaron una inspección y la técnico que les visitó no puso ninguna línea en rojo en su informe. «Nos dijo que estaba todo perfecto y continuamos igual el resto de los meses». Además, como insiste, recibían la visita periódica de una empresa especializada en desinfección y limpieza de instalaciones hosteleras.

Cocina del Bar Grimaldi
Cocina del Bar Grimaldi

Asegura que le duele especialmente que se les acuse de no cumplir con la higiene y señala cada rincón de su bar. «De verdad. Siempre lo hemos tenido igual aunque es cierto que en Carnaval hay más trajín. Pero vamos, como en todos los bares de Cádiz donde vayas».

Grimaldi rememora todavía con cierta angustia aquel fin de semana. «Compré los huevos a una granja que vende en el Mercado, fui a por las patatas a Sanlúcar y estrenamos dos sartenes... Lo preparamos todo para que no nos faltara de nada. Hicimos nueve tortillas ese mismo viernes por la noche. Se batieron todos los huevos en serie por lo que creo que uno pudo contaminar al resto».

Juan José recuerda que acudió a declarar como testigo a la Comisaría y ante el juez. «Entiendo que haya que investigar, claro. Pero esto que me ha pasado a mí también ocurre en los mejores restaurantes» y enumera algunos ejemplos como el que afectó en 2013 al nórdico Noma, a causa de un virus, o las incidencias que se han registrado en otros establecimientos de la provincia.

Para Grimaldi fue cuestión de «mala suerte». «Mi error estuvo en querer hacer las mejores tortillas y no comprar las congeladas como todo el mundo...». Ahora, se enfrenta a esta nueva etapa con ganas. «Soy un luchador. No me queda otra que abrir. Hay que seguir trabajando. Tengo una familia».

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