Cada vez más tensos

La cuerda se está tensando cada día. Lo peor de que se tense es que un día no podrá aguantar más y entonces llegarán los problemas de verdad. Esto es precisamente lo que está sucediendo con los extrabajadores de Delphi. Cuando en 2007, la Junta firmó con el colectivo de desempleados de la compañía un protocolo por el que se comprometía a buscarles una solución, que se basaba prioritariamente en la recolocación, el Gobierno autonómico no supo medir su propuesta y ahora las consecuencias caen sobre su cabeza, pero sobre todo, los extrabajadores no pensaron que seis años después seguirían sin trabajo y con las prestaciones agotadas.

Hace exactamente una semana, el colectivo, actualmente formado por 600 exdelphi que siguen sin recolocar, agotó la última ayuda pública que recibía. Ahora dependen de que la Administración resuelva las peticiones que han realizado para percidibir los 425 euros que paga el Estado en concepto de ayuda familiar. El problema de esta asignación es que depende de la situación personal de cada uno.

Desde ese día el colectivo anda perdido y ha aumentado el tono de sus quejas. El conflicto se ha enrarecido y ya, como ellos dicen, sí que no tienen nada que perder. Fuentes sindicales aseguran que los ánimos están más caldeados que nunca y que no saben qué puede pasar.

Precisamente ayer protagonizaron, al grito de «traidores», un airado enfrentamiento directo con el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, al que echaron en cara que en los 17 meses que lleva su partido gobernando con el PSOE, al frente del Ejecutivo andaluz, no han hecho nada por ellos.

La cuestión es que si la Junta se ofreció a ayudarles, ahora no pueden olvidarles. Por lo menos deberían sentarse y buscar una solución a un conflicto que está más que enquistado y que va de mal en peor.