la última

Fuera del paraíso

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La soberbia y la ignorancia, la desobediencia y la envidia, llevaron a nuestros padres a tener que salir del Paraíso Terrenal, tras cometer el Pecado Original. Ése con el que nacemos y que sólo se purga con el bautismo.

La misma Iglesia Católica reniega de la existencia del infierno, ese lugar ardiente en el que llevaban penando sus pecados, para toda la eternidad, los creyentes que no tuvieron la oportunidad de arrepentirse en el último momento. El limbo se ha traspasado. Era un lugar inexistente por su inconsistencia material y espiritual. El cielo, ¡vaya usted a saber! Nadie ha vuelto para contarlo. Lo que sí está constatado es que el Paraíso existe. Es difícil de ubicar, no tiene el aspecto bucólico que pinta el Génesis, pero existe. En forma de lugar al resguardo de fisgones, con muros altos a prueba de investigaciones, de una impunidad fiscal que sonroja. Está sólo destinado para privilegiados corruptos que se alimentan de los fluidos monetarios y fiscales de los que fueron expulsados por las lenguas de fuego.

Parte de la responsabilidad de esta crisis tozuda está en esos lugares a respaldo de gobiernos y agencias tributarias, desde los cuales se puede ningunear cualquier norma, se puede robar a manos llenas sin que se sepa cantidad ni se descubran ladrones. Las legislaciones los ampara y no existe gobierno ni institución internacional que sea capaz de recortar sus delictivos privilegios.

Por orden de volumen de transacciones y nivel de transparencia los paraísos fiscales van desde Estado Unidos (Estado de Delaware), Luxemburgo, Suiza, Islas Caimán, Irlanda, Bermudas, Reino Unido, pasando por Bélgica, Hong Kong, Jersey, Bahamas y Países Bajos. Si no queremos alejarnos mucho de la península Ibérica, Andorra y Gibraltar.

En esos lugares se amontonan los capitales manchados de robos, usurpaciones, malversaciones, blanqueos de dinero negro y sucio, fraudes fiscales, allí se encuentran a buen recaudo. Las cuentas son secretas y el derecho a la privacidad del delincuente está muy por encima de los derechos de las víctimas saqueadas.

Datos recientes estiman que los 27 de la Unión Europea dejan de recaudar por evasión fiscal a estos paraísos alrededor de un billón de euros. Con esa cantidad quedaría saldados todos los rescates y aún sobraría suficiente para restaurar el estado de bienestar.

Si quieres comprobar lo que es privacidad consulta tu borrador de la Agencia Tributaria. ¡Desnudos fiscales estamos todas las personas honradas de este país!

Los datos deberían hacer reflexionar a estos esquilmadores de derechos. De las treinta y cinco empresas del IBEX (Ranking de las empresas principales que cotizan en la Bolsa de Madrid), referente del modelo tejido empresarial y financiero de este país, treinta y tres tienen empresas en paraísos fiscales, desde donde ocultan información y defraudan a la Agencia Tributaria. A ésa a la que dentro de unos días tendremos que presentar sin rubor y con resignación nuestra declaración de la renta.