Un campeonato de tres

Moto GP es MotoGP. La parodia de la célebre frase sobre que fútbol es fútbol es aplicable totalmente a esta categoría, la reina y señora del Mundial de Motociclismo y la que despierta un mayor interés entre los aficionados, ávidos de ver a sus ídolos Stoner, Rossi, Dovicioso y, sobre todo, a Jorge Lorenzo y a Dani Pedrosa. Ambos intentarán este año arrebatarle el título a Casey Stoner, incontestable en 2011 y, hasta le Gran Premio de Catar, el piloto que parecía a batir. Sin embargo, la buena actuación de su compañero de equipo Dani Pedro y, sobre todo, el magistral pilotaje del mallorquín Jorge Lorenzo hacen pensar que ésta vez el Mundial es cosa de tres.

Las Yamahas han demostrado una evolución que las sitúa sólo un paso por detras de las Hondas. Un paso que Lorenzo se encarga de reducir a fuerza de buen pilotaje. Los que no parecen haber respondido a las exigencias que había sobre ellos son los ingenieros del equipo Ducatti. Si el año pasado se justificaban los pésimos resultados en la preparación de la moto para la siguiente temporada, en éste se han agotado las excusas. El propio Rossi, un volcán que siempre quiere ganar y que da el 120% en cada carrera pilote lo que pilote, parece haber arrojado la toalla tras el primer test. Valentino no piensa abandonar, lo ha dicho por activa y por pasiva, pero ya ha manifestado que no piensa jugare el pellejo para poder optar, con suerte, al «sexto puesto».

Respecto al resto de españoles de la categoría, habrá que ver cómo va evolucionando el campeonato. Álvaro Bautista, a lomos de su Honda, es el que mejor escapó del Gran Premio de Catar y puede ser el que dé más guerra en este campeonato, con permiso de Hector Barberá (noveno en la última prueba). Aleix Espargaró, del Aspar Team MotoGP, tendrá que mejorar todavía mucho para plantar batalla por arriba, si bien sabe que cuenta con todo el apoyo de su equipo.

Y luego están las incógnitas. La primera carrera pareció demostrar que el mundial es cosa de tres, pero no hay que confiarse, queda mucho mundial. Andrea Dovizioso, un guerrero que nunca da una curva por perdida, quedó por detrás de su compañero, Cal Crutchlow. Los dos pilotos de Yamaha Tech 3 pueden ser uno de los alicientes del mundial y los únicos que le ofrezcan batalla al tidente Stoner, Lorenzo y Pedrosa. Y, en el recuerdo, sigue el italinao Simoncelli, cuaya alargada sombra sigue proyectándose en los circuitos en cada curva y en cada adelantamiento.