García Pelayo adelanta contactos ante un panorama económico negro

Faltan aún más de 15 días para que la popular María José García-Pelayo tome posesión como nueva alcaldesa de Jerez, pero el trabajo duro ya ha empezado para ella y para su equipo, en particular para el que será el futuro delegado de Economía, Enrique Espinosa.

El negro panorama económico al que tendrá que enfrentarse el nuevo ejecutivo ha sido el protagonista esta mañana de la primera comparecencia de la alcaldesa electa, que confirmó que ya ha mantenido contactos con el actual gobierno y que recalcó que la próxima semana tendrá la agenda repleta de reuniones que iniciará con el encuentro con el teniente de alcalde Casto Sánchez y continuará con una ronda con las distintas concesionarias.

Pero las cuestiones que más han alertado a García-Pelayo y que hoy ha hecho públicas son la providencia del TSJ de Sevilla que insta al Ayuntamiento a que en el plazo de 20 días incorpore a las cuentas públicas los 20 millones de euros por la remodelación del circuito de velocidad; una resolución judicial que decreta la salida a subasta del edificio municipal de la Fundación Andrés de Ribera situado en la Calle Ancha para el 22 de junio; y el cálculo hecho a priori, y que tendrán que certificar tras la toma de posesión, de que el actual gobierno local ya ha gastado alrededor de 57 de los 60 millones de euros anuales recaudados de los impuestos y que llegan a cuenta del acuerdo con Diputación.

En este punto, García-Pelayo ya ha reclamado al actual gobierno que haga los trámites oportunos para presentar recursos, al tiempo que ella y su equipo se reunirán con los acreedores durante la próxima semana para tratar de convencerles de que este nuevo ejecutivo viene con «responsabilidad, seriedad, dejando atrás los parches y las improvisaciones, y con la intención de no equivocarse en el camino». En el caso concreto de la Fundación Andrés de Ribera, la futura regidora de Jerez ha dejado claro que nunca han estado de acuerdo en que se disuelva el patronato que junto a la Diputación gestionaba el complejo museístico de La Atalaya, por lo que ahora que la institución provincial también tendrá el mismo signo política tratarán de revertir los pasos que se habían dado al respecto.

Prueba de ello es que el PP ya ha anunciado que lo primero que harán una vez que lleguen al Consistorio será una auditoría interna del estado de las arcas municipales, que debe estar lista en unos 15 días, y que servirá de base para la elaboración de un plan económico-financiero que deberá contar con el visto bueno de la Junta de Andalucía y que abrirá la puerta a que el nuevo ejecutivo pueda solicitar a las entidades bancarias lo que se denomina como préstamo de inicio de legislatura. En concreto, se trata de dos préstamos de 20 millones de euros que servirán para afrontar los pagos más urgentes y básicos. El propio Enrique Espinosa, que en todo momento quiso mandar un mensaje de tranquilidad, dijo que como muy tarde para el 30 de julio debe estar elaborado este plan, a lo que García-Pelayo añadió que «no podemos renunciar a ese crédito».

También quisieron calmar los ánimos los populares respecto al abono de las próximas nóminas de la plantilla municipal. A este respecto, García-Pelayo ha dicho tajantamente que se van a cobrar, aunque no dejó de recordar que la próxima, la del mes de mayo, corresponde dejarla firmada al actual gobierno. Pese a todo, los populares han explicado hoy que están colaborando con el ejecutivo a la hora de realizar las gestiones oportunas para que se puedan realizar los ingresos a la plantilla. Hay que recordar que, según los cálculos del PP, la nómina del mes de mayo asciende a unos 4,5 millones de euros, mientras que la de junio, que incluye la paga extra, sube hasta los siete millones.

Respeto a las reuniones con las concesionarias, la próxima primera edil no ha ocultado que uno de los aspectos que más preocupa es el de la huelga convocada por la plantilla de Urbaser para el día 13 de junio, apenas dos días después de su llegada al gobierno. Por eso hoy mismo se han reunido con el comité de Urbaser y la semana que viene hará lo propio con la dirección de la empresa para tratar de frenar los paros. El lunes por la tarde protagonizará también un encuentro con la dirección de Urbanos Amarillos para empezar a mejorar el servicio de transporte urbano y el martes le tocará el turno a Linesur, la adjudicataria del transporte en pedanías.

Y pese a toda esta vorágine, García-Pelayo dejó claro que el nuevo equipo se muestra «animado, tranquilo y con fuerzas» para trabajar en la dirección acertada y ante este reto, y sin duda no podrá esperar a que llegue el día 11 de junio para ponerse manos a la obra. Como lo definió ayer la propia García-Pelayo, «estos días lo que debe funcionar en Jerez es un gobierno de concentración de PP y PSOE».