Cuaresma 2011

La Semana Santa de Cádiz según Morgado

El hermano mayor de Vera-Cruz ha anunciado las vísperas de la Pasión con un pregón cuidado, sobrio y elegante

Cádiz Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Con un patio de butacas a rebosar a comenzado su disertación el cofrade y hermano mayor de Vera-Cruz su pregón que anuncia la venidera Semana Santa. Pasaba el reloj de las 12.30 horas cuando el telón del Falla se ha levantado para el presentador del pregonero, el vocero de la Semana Santa 2010, José Manuel Romo. Él ha cedido el testigo al protagonista del acto que ha disertado su texto entre la prosa y el verso. Con una pluma cuidada y plagada de figuras retóricas, Morgado ha repasado todos los elementos del mundo cofrade gaditano con un texto diferente en el que ha agrupado a las hermandades por sensaciones y vivencias como las cofradías en la calle, la vida en su interior, el trabajo oculto o el carácter del cofrade. Una radiografía en el que ha hecho especial hincapié en las grandes devociones de la ciudad y los aspectos menos conocidos de los cofrades.

Momentos antes de comenzar su pregón, la banda de música Virgen de las Mercedes de Bollullos (con una ejecución y actitud mejorable) ha interpretado las cuatro marchas elegidas para este año 'Nazareno del Amor' de Salvador Guerrero, 'Lágrimas' de Cubiles, 'Soledad de una madre' y 'Soledad' de Antonio Escobar. El breve concierto ha dado paso a la presentación de Romo. El anterior pregonero ha repasado la vida personal y profesional de Miguel Morgado. Además, el hermano mayor de Las Penas ha recordado los momentos vividos juntos y ha exaltado su afición por las letras. «Este año se da la circunstancias que en el inicio de mi pregón, tras saludar a las hermandades de Gloria, me encomendara al Cristo de la Vera-Cruz mientras Él me susurraba tu nombre. Este es nuestro pregonero, el hermano atento, el amigo incondicional», ha exaltado Romo. «No tengas miedo pregonero que Cádiz te escucha», ha concluido el presentador antes de ceder el testigo a un emocionado Morgado.

En un escenario engalanado con una recreación de un paso (compuesto por los antiguos respiraderos de Vera-Cruz, los faroles de Piedad y la Cruz de guía de la cofradía que presida), Morgado ha iniciado el preludio de su pregón con voz queda, firme y tranquila. Una actitud que ha mantenido durante toda su intervención en la que se han vivido momentos cargados de emoción en el recuerdo al desparecido Pablo Chaves o los sentidos homenajes al obispo Antonio Ceballos (pendiente de su jubilación) o al cofrade de Vera-Cruz Melquiades Brizuela.

Destacado ha sido el momento en el que ha querido lanzar un mensaje claro y rotundo a los cofrades: «Los problemas que surjan en la convivencia deben resolverse con discreción, no es bueno para los cofrades lanzar al viento lo menos bueno que podamos tener. A una Semana Santa sin mácula, tenemos que añadir unos interiores mejor cuidados y más ejemplarizantes.

Uno de los momentos mas intensos se ha producido justo al finalizar el pregón. Miguel Morgado ha exaltado en verso a su Virgen de la Soledad. Tal ha sido la emoción puesta que en uno de sus movimientos de brazos ha golpeado la mesa en la que reposaban uno de los detalles del acto: una jarra y dos vasos con el escudo de Vera-Cruz (un regalo de amigos de su hermandad) que han ido a parar sobre las tablas del escenario. Pequeño accidente que no ha ensombrecido un pregón que ha culminado con un público en pie cuando el reloj pasaba las 14.30 horas