Las protestas marcan el último Pleno de la legislatura

El último Pleno ordinario de la legislatura ha estado marcado por las protestas de dos colectivos: los trabajadores de la concesionaria Imesapi y la plantilla de Urbanos Amarillos, que afronta ya su cuarto día consecutivo de huelga por los impagos de las nóminas. La sesión se celebró mientras que a pocos metros los manifestantes lanzaban proclamas, pitadas e incluso algunos huevos que impactaron en la fachada del Consistorio. También amenizaron la concentración con todo tipo de música.

En el interior, el PSOE sacó adelante en solitario la ratificación del acuerdo que recoge la disolución de la Fundación Andrés de Ribera (FAR). Según la oposición, la medida solo responde a la ruptura institucional entre la Diputación de Cádiz o, más concretamente, «a las malas relaciones entre Pilar Sánchez y Cabaña», como apuntó el concejal del PP, Javier Durá. Ante las dudas sobre el futuro de la plantilla, el socialista Francisco Lebrero insistió en que «hay un acuerdo de que la plantilla mantendrá el carácter de empleados públicos».

Otro de los puntos más debatidos de la jornada fue el convenio de pago del servicio de recogida de basuras. En este caso, PP y PSA se abstuvieron a la refinanciación de la deuda de 32.600.000 euros hasta 2025 mientras que Del Valle votó en contra. Según el gobierno local, el acuerdo que otorga la concesión del servicio a Urbaser hasta 2019 supone «estabilidad en el empleo y el cobro de los sueldos y estabilidad también del servicio para la ciudad».