Chari y Rubén por fin se reencuentran

Momentos de amor y romanticismo. Es lo que se vive en la casa de color en los 15 minutos en que los gaditanos Chari y Rubén pueden estar juntos. El primer momento fue de infarto para Rubén, que le dijeron que saliera al jacuzzi pero no sabía lo que le iba a ocurrir. Rubén sufrió tal impresión que no podía dejar de llorar, Chari lo abrazaba y hablaba a más de mil de todo lo que le había ocurrido en estas semanas.

Por cierto, le preguntó por Julio y Flor, ya que siguen sin saber dónde están sus compañeros. Al menos, Rubén le confirmó que con ellos no está. A ver qué hipótesis manejan ahora que saben que en las casas no están.

A Chari, antes de poder ver a su novio, la llevaron al confesionario y le enseñaron la carta que él había escrito para ella. No paraba de llorar de la impresión y está claro que tenía muchísimas ganas de estar con él pero a la proposición de matrimonio prefirió no contestar por el momento.

Rubén está contentísimo con la idea de ver a Chari todos los días. El bajón que había sufrido estos últimos días ha desaparecido. Tiene ganas de charlar, de hacer bromas, de participar con más ganas en las tareas y de convivir y sobrellevar momentos tan incómodos como los que protagonizaron Laura y Edu en el salón, donde se pelearon delante de sus compañeros y la joven advirtió a Edu: «A mi ex novio ni lo nombres, bocachancla». Además, empeoraba la situación Marcelo que estaba en medio de los dos y no paraba de reírse. Rubén intentó calmar los ánimos en varias ocasiones pero fue complicado ya que cuando a Laura se le suelta la boca... no hay quién la calle.

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