LA ROTONDA

Unos votos carísimos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Una engañifa. Una cortina de humo para salvar traseros políticos. El plan de reindustrialización de la Bahía huele fatal. Cada vez peor. Los responsables políticos encargados de llevarlo hacia adelante, bien sean del Gobierno central o de la Junta, han primado -siguen primando- su interés político al social. Cada decisión va mucho más encaminada a salvar votos que puestos de trabajo. Y así se están produciendo los dispendios que vemos cada día.

Por resumir. El 22 de febrero de 2007 Delphi anuncia que se va de Cádiz. Echa el cerrojo, los 1.902 trabajadores afectados se echan a la calle y los políticos a temblar. Piden soluciones urgentes a sus asesores, cuesten lo que cuesten. Y las encuentran. Crean un plan de reindustrialización que, con el paso de los meses, ha derivado en un despilfarro económico de dimensiones desproporcionadas. Despilfarro, que ahora con la crisis, canta mucho más. A saber. Se han invertido ya la friolera de 102 millones para crear menos de 2.000 puestos de trabajo directos. Y además, 35 para cursos de formación, lo que supone que cada desempleado de Delphi nos cuesta 21.300 euros. Con el agravante de que casi 400 de esos trabajadores no van a ser recolocados, bien porque se han prejubilado o bien porque han encontrado otro trabajo por su cuenta. Y además, si no se les recoloca cuando cumplan dos años como desempleados, seguirán cobrando el paro.

Pero resulta que esta provincia no sólo tiene los parados de Delphi -que ni siquiera constan oficialmente-, sino algo así como ¿143.000! ¿Y qué formación reciben? Ninguna. No se trata de demonizar a los ex de la fábrica americana, aunque no cabe duda de que están teniendo muchos más privilegios que el resto. Ellos han tenido la suerte de ser el colectivo más amplio. El que puede hacer más daño político. Si algun día servidor se queda en paro, organizará una campaña con camisetas, pegatinas y pancartas con el lema Yo quiero ser un parado de Delphi.

Y lo último ha sido ya lo de las ayudas a SK10. Una empresa que va a crear 239 puestos de trabajo y que ya lleva 17 millones de euros en subvenciones. O sea, 71.000 euros por cada trabajador. A usted, que tiene una zapatería con dos empleados, el Gobierno y la Junta le deben 214.000 eurazos, que se dice pronto. Pero su zapatería no es mediática, no da ni quita votos, así que tampoco recibe subvenciones millonarias. De coña.

MENOS DE CINCO EUROS AL DÍA

En la provincia hay más de 111.000 gaditanos que subsisten con menos de 145 euros al mes. O lo que es lo mismo, en la pobreza severa. Por supuesto, para no perder las costumbres, somos la provincia española con mayor tasa de exclusión social. Un nuevo récord. No por ello menos triste. Y lo que es peor, ProDerechos Humanos advierte que en 2009 está cifra irá en aumento. ¿Realmente las políticas de empleo que se están llevando a cabo en Cádiz están siendo las más adecuadas? ¿Dónde va a acabar esto? ¿Cuándo? Como dice Alfonso, sabio camarero del Restaurante Glorieta, en mayo, todos rompiendo escaparates.

ADELANTO DE LAS REBAJAS

La Junta anuncia que el 2 de enero los comercios que así lo decidan, podrán iniciar las rebajas. La pregunta es: ¿Hacía falta esta medida? En la práctica, todos aquellos que quieren hacen rebajas cada vez que lo consideran oportuno. Basta con disfrazarlo de descuento y punto final. Haga usted la prueba. Dese una vueltecita por cualquier centro comercial y fíjese en los carteles de los escaparates. Todos están llenos de ofertas. Sólo que no se les llama rebajas porque está prohibido. Pero en la práctica lo son. Únicamente cambia el nombre. Pero la trampa existe.

PULSERAS INSERVIBLES

La Justicia sí que está en crisis. En serio que uno ya no sabe si es por la situación que vivimos, que le hace ver todo negro, o es que de verdad estamos padeciendo una de las peores coyunturas de las últimas décadas. En todos los sentidos. Resulta desolador comprobar, como ha comprobado LA VOZ, que a los 80 presos que hay en la provincia con la famosa pulsera de control remoto que pita cuando se acercan a su víctima los vigila un único funcionario. Un sistema de vigilancia absolutamente inservible. Que no protege de nada. Porque, para mayor gloria de los responsables de tal insensatez, sólo vigilan en su horario laboral, es decir, de ocho a tres. Después de esa hora, vía libre, como el asesino de Pontevedra.

Algunos días, resulta patético pararse a pensar en qué manos estamos.

UN SOPLO DE ESPERANZA EN FRAGELA

En medio de tanta mala noticia y peores augurios, resulta gratificante ver imágenes como las del pasado martes, cuando los ancianos regresaron a la Casa Viudas después de tres años de reformas. A partir de ahora, sus vidas serán un poco más confortables, más tranquilas, lejos de tanta crisis y tanta desgracia colectiva. Sin duda, la mejor noticia en Cádiz de los últimos días, aunque tampoco el listón estaba muy alto.