Nunca sin receta

Pese a la cuantiosa información y a los numerosos métodos anticonceptivos a su alcance, los jóvenes gaditanos aún desconocen la correcta utilización de muchos de ellos. Así lo revelan algunos farmacéuticos de Cádiz y su provincia que alertan de que todavía existe un porcentaje de población joven que cree que la llamada píldora del día después puede utilizarse como sustitutivo del método anticonceptivo habitual.

«Muchos vienen hasta aquí a preguntar o nos la piden directamente», explica Pilar Varo, auxiliar roteña que trabaja en la farmacia de la avenida de Los Príncipes, quien añade que durante los fines de semana la venta de esta píldora con el nombre genérico de Norlevo se dispara. «Sus usuarios son jóvenes de todas las edades, primero suelen acudir a la farmacia y a veces no comprenden que no se la podamos dar sin receta, algunos piensan que están comprando un simple profiláctico», añade Pilar Varo quien insiste en la necesidad de que los jóvenes den un uso adecuado a este medicamento.

Aún así, la auxiliar comenta que, una vez explicados los motivos, «los jóvenes no suelen oponer resistencia a acudir al centro de salud». «Alguno se quejan del precio ya que cuesta casi 20 euros, pero es la única marca que se comercializa, así que no tienen otro remedio», añade.

Por el contrario, las farmacias de la capital no sufren durante la noche de los viernes y sábados avalanchas de jóvenes en busca de esta píldora. «Tan sólo tenemos las existencias mínimas para personas que vengan con una receta privada o algo parecido, pero es raro el que viene directamente hasta aquí para comprarla porque en el Hospital se la dan», explica Ana Domínguez, propietaria de la farmacia La Rosa en Cádiz.

Al margen de la píldora del día después, los preservativos y la pastilla anticonceptiva suelen ser los métodos más utilizados por los jóvenes para prevenir embarazos no deseados. «El preservativo siempre ha sido el anticonceptivo por excelencia, pero la píldora le está ganando terreno poco a poco, sobre todo en los últimos años», explica la farmacéutica Ana Domínguez.

Por el contrario, según la propietaria de la farmacia La Rosa, no ocurre los mismo con otros métodos como el anillo vaginal. «Aunque ya lleva casi tres años en el mercado, no ha tenido demasiada aceptación, tan sólo los compran un 10% de las mujeres y todas son jóvenes», explica. Una ausencia de demanda que puede deberse a la falta de conocimiento. «Pienso que no se ha publicitado demasiado, muchas mujeres no lo conocen y el desconocimiento suele producir miedo o rechazo», opina Marina Caballero, una joven de 27 años, habitual cliente de la farmacia La Rosa.