Imagen de Julio Balader esta mañana en la Audiencia Provincial
Imagen de Julio Balader esta mañana en la Audiencia Provincial - Francis jiménez
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Julio Balader, acusado de ser un sicario...otra vez

Absuelto varias veces de ejecutar a mafiosos en la década de los 80, regresa de nuevo al banquillo por un asesinato por encargo que se llevó a cabo en El Puerto, en 2011

silvia tubio
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Este lunes arrancaba en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial el primer juicio con un tribunal del jurado que se celebra este 2015 en Cádiz. Un hombre de 64 años se sienta en el banquillo, acusado de ser el sicario contratado por una familia de etnia gitana para vengar la muerte de dos familiares del clan.

Las acusaciones piden 18 años de prisión por un delito de asesinato. La defensa, la libre absolución.

La clave del caso está en un testigo protegido que señaló a Julio Balader como la persona que había visto la tarde del 2 de septiembre de 2011, disparando en el cuello a Bernardina Montoya en la puerta de su casa, en la calle Alfarero de El Puerto

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La víctima, de la familia de los Celestinos, había huido en agosto de 2011 del barrio de San Lázaro, en Mérida. Un enfrentamiento entre ellos y los Merinos acabó con la muerte de una anciana de 71 años, uno de sus hijos y una tercera persona que fallecería poco después en el hospital.

«Josefa Vargas, la matriarca de los Merinos había jurado venganza. Profirió amenazas verbales a los Celestinos con frase como: 'tengo suficiente dinero para contratar a un sicario'. 'Voy a llamar a mi familia de Barcelona' o que no necesitaba mancharse las manos», ha recordado la fiscal en su primera intervención con la que quería hacer un resumen del caso a los miembros del tribunal.

Si bien, la representación del Ministerio Público, a continuación de esas palabras, reconocía que en el banquillo faltaba personas, aquellas que habrían contratado supuestamente los servicios del sicario. «Pero no se han podido conseguir pruebas concluyentes». Y es que en los asesinatos por encargo el silencio es el gran escollo de las investigaciones.

La sombra de la falta de pruebas

La primera sesión de la vista oral tardó en empezar porque las partes recusaron a más de seis candidatos a formar parte del tribunal popular. Finalmente cinco hombres y cuatro mujeres, de edades muy variadas, serán los responsables de decidir el futuro del acusado, un viejo conocido de los cuerpos policiales aquí y en Francia.

Una persona apodada como 'el Tenebroso', que ha conseguido salir absuelto de todos los juicios a los que se ha enfrentado a pesar de que no han sido minucias procesales. En todos, la falta de pruebas ha sido determinante y en este caso, esa sombra se ha instalado desde el minuto uno.

Un testigo protegido es la principal prueba de las acusaciones

Tras la configuración del jurado, solo hubo tiempo para el interrogatorio del acusado. La defensa mostró claramente cuál será su estrategia: desacreditar en la medida de lo posible la única prueba contundente que tienen las acusaciones: el testigo protegido.

Aunque sin éxito, el abogado de Julio Balader pidió al presidente del tribunal que facilitara la identidad de dicho testigo que según explicó la fiscal, «debido al miedo que le infunde el acusado, ha solicitado esta especial protección».

Un testigo menos protegido

La defensa ya se encargó de desvelar que se trata de una mujer, con reiteradas afirmaciones en femenino al referirse a la testigo; una actitud que acabó cansando al magistrado presidente, quien llamó la atención del letrado.

Según la defensa, esta persona «tiene un especial interés» en atacar a su cliente y cuestionó cómo acudió «a la Comisaría de Madrid y no a la de El Puerto 132 días después de la muerte de Bernardina» para afirmar que conocía al autor.

Para reforzar la declaración de este testigo, la fiscal ha pedido que declare la secretaria judicial del juzgado nº 4 de El Puerto, encargado de la instrucción, y que estuvo presente en la rueda de reconocimiento donde fue identificado Julio, alias 'El Tenebroso'.

El acusado aseguró al tribunal que aquel 2 de septiembre en el que Bernardina fue disparada por la espalda, él se encontraba en Barcelona. Niega incluso haber estado alguna vez en El Puerto: «ni en la provincia de Cádiz. Bueno miento estuve hace muchos años y solo cuatro horas».

Cambio de versión

Ese relato es completamente distinto al que ofreció tras su arresto, cuando dijo que estaba trabajando en una pizzería de Castelldefells. Justifica esa contradicción en que fue después, cuando estaba en la cárcel y con ayuda de sus hijos, cuando se acordó qué hizo aquel día. «¿Cómo podía acordarme de lo que había hecho hacía cuatro meses si no recuerdo ni lo que cené hace tres días?».

En esa segunda versión cuenta con los testimonios favorables de su familia, que ya ha anunciado la defensa que declararán a su favor, negando que pueda ser el autor de la muerte de Bernardina porque no estaba en Cádiz.

Julio se describe como un hombre que trabajaba en una pizzería sin contrato, pero al que le requisaron en el momento de la detención tres móviles: «Uno es de la familia y dos del trabajo». La pregunta de la acusación particular se esperaba: «¿Y cómo puede costearse esas líneas sin apenas ingresos?». Y el acusado se puso muy nervioso, justificando esa actitud en que lo había pasado muy mal. Pero no supo contestar.

La defensa también se esforzó en evitar que se preguntara al acusado sobre sus antecedentes. «No vienen al caso», protestó en varias ocasiones el letrado. El presidente del tribunal aceptó que no se interrogara al procesado sobre anteriores casos cuando era el turno de la fiscal. Sin embargo, se le pasó adoptar la misma decisión cuando el abogado de la acusación particular reformuló una pregunta casi similar.

La defensa protestó enérgicamente evidenciando la importancia que tiene para su estrategia no mostrar al jurado cuál fue el pasado de su cliente.

Julio, 'el Tenebroso'

Julio Balader cuenta con numerosos antecedentes policiales pero ninguna condena. Dos veces ha sido juzgado por ejecutar a mafiosos y por dos veces ha salido airoso. En esta tercera ocasión pasó dos años en prisión provisional, pero desde enero del año pasado está en libertad provisional.

En 1986, la Audiencia Nacional lo absolvía del asesinato de uno de los responsables de un clan mafioso de Lyon, Georges Manoukian, perpetrado el 18 de septiembre de 1984 en la localidad francesa de Villeurbanne.

Fue absuelto por el crimen de un capo en la Modelo de Barcelona

Ese mismo año, en la cárcel la Modelo de Barcelona era asesinado el capo de la mafia de Marsella Raymond Vaccarizzi. Un francotirador desde la calle lo alcanzó cuando sacó la cabeza por una ventana. La Audiencia de Barcelona lo condenaría en un primer momento como cómplice pero después el Supremo lo absolvió por falta de pruebas en 1987.

«Te estás pasando de la raya»

El magistrado permitió en varias ocasiones repreguntas del acusado y una conducta completamente inapropiada y chulesca como dirigirse a la acusación de esta manera: «Te estás pasando de la raya». Esas formas de veterano de banquillo, que se siente muy seguro, provocaron un enfrentamiento entre la defensa y el abogado de la familia que a duras penas supo reconducir el presidente del tribunal.

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