Si el 22 de marzo fuera 24 de mayo

Aún no han pasado 48 horas desde que se conoció el escrutinio final de las elecciones autonómicas. Ha dado tiempo para que falten, exactamente, dos meses para la convocatoria de comicios municipales que deben renovar los 44 ayuntamientos de la provincia.

Dirigentes políticos y analistas, estudiosos y entendidos, alertan del peligro cierto de adaptar los datos del pasado domingo a la cita venidera directamente, sin anestesia local. Unos lo hacen por interés, otros por temor y la mayor parte por sensata prudencia.

Ha quedado demostrado, numéricamente, que los resultados electorales sufren alteraciones muy notables según el carácter de la convocatoria. La capital gaditana es un ejemplo.

Las cinco mayorías absolutas de Teófila Martínez con el PP en el Gobierno local se han alternado, con toda naturalidad, con empates entre populares y socialistas, e incluso alguna pequeña victoria del PSOE o la última de Podemos, cuando la votación era nacional o autonómica.

Los factores que provocan los cambios son muchos. El primordial es que, a escala municipal, el peso personal del candidato es esencial. Igualmente, las correlaciones del llamado «voto de castigo» también cambian.

El elector defraudado tiende a castigar al gobernante, que puede ser de distinto signo político que en autonómicas o generales. Los grados de abstención también provocan divergencias importantes. Sin ir más lejos, en las últimas municipales en Cádiz y Jerez superó el 50% y el pasado domingo, en una regionales, se quedó en el 35 y 39% respectivamente.

Todas estas salvedades convierten en un error trasladar directamente los resultados de unas convocatorias a otras. Pero descartar de forma absoluta las tendencias que muestran los resultados de anteayer también parece una temeridad. Con esa equidistancia, el panorama político gaditano, a dos meses de las municipales queda, también, más abierto que hace 72 horas.

Jerez, renace el PSOE

De las 100.705 personas que votaron el domingo en la capital jerezana, la tercera parte (29.360) se inclinó por la opción socialista. En ese voto pesó mucho, como en toda la campaña, la imagen personal y personalista de Susana Díaz. Está por ver que la candidata a la Alcaldía sea capaz de conservar ese patrimonio pero, en cualquier caso, el PP tiene un problema.

Su porcentaje de voto cayó al 25,5% y aunque cabe prever que recupere algunos puntos en las municipales, por debajo del 30% sus opciones de gobernar son casi nulas. Como en tantos núcleos urbanos (más que en pequeños pueblos) el nuevo reparto de concejales con Podemos y Ciudadanos marcará las relaciones de poder. Como en la capital gaditana, una cosa está clara en Jerez: los populares tienen más dudas de su éxito hoy que el pasado sábado. Los socialistas, alguna menos.

Algeciras, el segundo bastión del PP

Algeciras es, tras Cádiz, el segundo gran bastión electoral del PP en la provincia. En las autonómicas, este partido sufrió a escala local un retroceso menor que en la media regional.

Los casi 13.000 votos recibidos (de los 47.000 totales) parecen augurar opciones de permanencia en el cargo a José Ignacio Landaluce. Un dato juega a su favor, y al del PSOE (vencedor en Algeciras con mil votos más que el PP), de cara al 24 de mayo: es el gran municipio en el que menos ha calado, hasta ahora, el fenómeno Podemos.

Los de Pablo Iglesias obtuvieron el porcentaje más bajo de voto entre las ocho ciudades más pobladas de la provincia. Se quedaron en un 16% en Algeciras. Lejos de Cádiz (28,8%) o San Fernando (21,6%).

San Fernando, la incógnita andalucista

A todas las dudas que plantea la traslación de votos, en San Fernando se añade una más: el histórico voto andalucista. Aunque el PA está en horas bajas y el domingo sólo recibió 1.322 votos (de 45.078 emitidos) en La Isla, su tradición hace esperar que pueda sacar alguno más en las municipales.

Sería completar el rompecabezas con socialistas y populares empatados (ni un punto porcentual separó sus votos este domingo) y con los emergentes pisando fuerte como en todos los grandes núcleos urbanos.

Sumados los votos de Ciudadanos y Podemos en San Fernando, salieron 17.000 papeletas en las autonómicas, casi el 35% del total. Demasiadas para no desequilibrar las cábalas para formar gobierno local. Como en casi todas partes: habemus pacto.

Tremendo descalabro en Puerto Real

Las cifras del domingo son tan chocantes que conviene pensar que no pueden llevarse a la ligera a unas municipales. De ser así, el PA pasaría de tener la Alcaldía a quedarse sin un solo concejal.

La localidad puertorrealeña es la única de la provincia, junto con la capital, en la que Podemos fue la fuerza más votada este domingo.

Un traslado de porcentaje de (34,8%) le daría la Alcaldía a los de Pablo Iglesias pero por mayoría simple, con necesidad de pacto o apoyos esporádicos. La formación andalucista que tiene ahora el bastón de mando desaparecería del Pleno. Resulta exagerado plantear un traslado tal cual. Tanto como negar que Maribel Peinado tiene un problema de enormes proporciones de cara a una hipotética reelección.

Ciudadanos, el problema en El Puerto

En la ciudad portuense, el PP se las prometía felices. Incluso se le dio por ganador en ese municipio durante las primeras horas del recuento del pasado domingo. Sin embargo, acabó por imponerse el PSOE con un 28% de los votos. Pero el hecho de que el PP resistiera con el 21% (8.810 votos de 40.733) le hace concebir esperanzas de conservar la Alcaldía.

El peso personal de los candidatos y el cambio de signo de muchos electores hacen vaticinar otro resultado en las locales. Eso sí, a los populares les ha salido un callo con Ciudadanos. La formación liberal y conservadora, constitucionalista, logró el domingo 5.400 votos. A sólo 3.400 papeletas del PP. Corta distancia para un debutante y números que pueden convertir a la formación de Rivera en llave de gobierno local pese a tener baja representación.

Chiclana bipartidista

Habrá que ver cuántos son prestados por el supuesto tirón y carisma personal de Susana Díaz pero el PSOE consiguió el domingo uno de cada tres votos en liza en Chiclana (11.330 de un total de 32.126). La distancia con el PP es mayor (los populares se quedaron en 8.579 votos) por lo que cabe pensar en Ernesto Marín lo tiene más difícil que otros compañeros de su partido para conservar el bastón.

Podemos, con un respetable 19% de los votos el domingo, y Ciudadanos (11%) también tendrían representación e influencia. Falta por saber qué sucede con los independientes de PVRE, que llegaron a integrar el gobierno local de coalición en 2011.