Cádiz mira ya a las municipales más inciertas de los últimos años

El último terremoto electoral que sacudió Cádiz capital tuvo lugar el siglo pasado. Fue en 1995 cuando Teófila Martínez, el Partido Popular, acaba con 16 años de gobierno socialista. La santanderina era la favorita, pero no se esperaba un baño como el que recibió el PSOE.

Ella era una bocanada de aire fresco en una ciudad hastiada con las broncas internas del partido del alcalde, que se lo quitó de en medio dándose un tiro en el pie. Pero también por los escándalos políticos a nivel nacional: Caso Roldán, el GAL... ¿Les suena de algo el panorama?

Ahora, veinte años después, el suelo vuelve a temblar bajo los pies de la clase política gaditana. Algunos se desestabilizan y amenazan con darse un buen batacazo, otros toman impulso con cada temblor y empiezan a apuntar alto, y quien ha venido pisando con más fuerza (a todo el que se le ha puesto por delante, políticamente hablando) busca agarrarse a su sólido pasado para aguantar en pie.

Los resultados de las elecciones autonómicas se miran ya por el retrovisor y la atención se centra ahora en la autopista hacia las municipales. Hace un año nadie podía imaginarse que el panorama estaría tan abierto. Entonces el PP de Teófila Martínez apenas veía rival en un PSOE que intentaba reinventarse después de sus malos resultados de 2011 y su enésima guerra interna.

Ahora sigue sin verlo, pero se topa con otros enemigos que amenazan con adelantarle por la izquierda. De repente, y viendo como el electorado gaditano se ha comportado en las dos últimas citas con las urnas, Podemos se ha plantado como el gran rival de la apisonadora popular.

En las andaluzas Podemos ha sido el partido que ha ganado las elecciones en Cádiz capital. Está claro que el partido de Pablo Iglesias tiene en la ciudad uno de sus principales graneros de votos. Nada menos que 2.000 apoyos más ha conseguido que el PP y le ha sacado 5.000 de ventaja al PSOE.

Por más que algunos no quieran ver esta situación como algo más que coyuntural, casi anecdótico, Podemos es ya una realidad en la escena política gaditana.

Se va a presentar en Cádiz como agrupación vinculada al partido, pero con otro nombre, Por Cádiz sí se puede. Pero es Podemos, no hay duda.

Dos aspirantes luchan por ser el candidato a la Alcaldía, aunque se da por seguro que el elegido será José María González ‘Kichi’, a la sazón pareja de Teresa Rodríguez, la candidata a la Presidencia de la Junta y una de las grandes responsables del apoyo que Podemos recibe en su ciudad de residencia.

Decía ayer mismo Teófila Martínez que los resultados de las autonómicas no son extrapolables a las municipales, y echando un vistazo a las correspondencias entre las citas con las urnas más cercanas en ambos niveles. Tiene razón.

Pero también es cierto que el escenario ahora es totalmente diferente, con una ruptura del tradicional bipartidismo que han deparado los últimos comicios tanto en la región como en la ciudad. Por eso no deben despreciarse como valioso referente.

Resultados históricos

Hasta este domingo, debido al adelanto de las elecciones por parte de Susana Díaz, desde hace mucho tiempo se han celebrado antes las municipales que las autonómicas, por lo que la traslación de datos se solía hacer a la inversa.

Y desde 1995 el PP había ganado en Cádiz todas las elecciones regionales y municipales, excepto esta última. Lo que es relevante es que mientras en las autonómicas las diferencias entre los dos partidos mayoritarios (PP y PSOE) eran cortas, en ocasiones como en 2004 llegando prácticamente al empate técnico, en las elecciones locales las mayorías del PP no solo han sido absolutas, sino apabullantes.

Respecto a la cita del domingo pasado, se pueden hacer varias lecturas a nivel cuantitativo. La primera es que, mientras el PP mantiene el tipo en la ciudad respecto a lo sucedido en el resto de la provincia, donde la caída porcentual ha sido mayor, al PSOE le ha pasado justo lo contrario, lo que se puede interpretar como fruto de la debilidad de la agrupación local.

Otro dato destacado es que para el PP son los peores resultados en la ciudad en unas autonómicas desde el año 1990; mientras que el PSOE nunca había tenido tan pocos apoyos en la ciudad.

Todo esto se explica de una forma muy sencilla: la ecuación incorpora nuevos elementos, de momento incógnitas. Se despejarán en dos meses. Así es el álgebra política, que, por otro lado, no es para nada una ciencia exacta. Lo que está claro es que antes de obtener el resultado cada partido va a tener que sudar de lo lindo en esta apasionante campaña que está a punto de comenzar.

Para poner nerviosos a algunos, ya el PP ha decidido hacer pública su encuesta interna. Según esta, ellos seguirían ganando con mayoría absoluta, dejando a Podemos y PSOE empatados en segunda posición y reduciendo al resto de partidos a un papel residual, probablemente sin representación. Es una estrategia más, aunque a estas alturas y visto lo visto resulta poco creíble.

La cita con las urnas será el 24 de mayo y esa será la verdadera encuesta. Teófila sigue siendo la gran favorita, pero tiene complicado reeditar la mayoría absoluta. Todo está por ver.