Un vuelo posible para soñar: de Punta Arenas a la Antártida sobre el peligroso Paso de Drake

Una empresa de cruceros de lujo incluye en su expedición para 2021 un vuelo desde Chile a la isla del Rey Jorge que ahorra cuatro días de navegación y la navegación por estas aguas turbulentas

ABC Viajar

En estos tiempos inciertos cualquier plan parece lejano. Y, sin embargo, qué mejor momento para hacer planes con calma, para soñar con lo que algún día podremos hacer.

La compañía de cruceros de lujo Silversea ha empezado a vender uno de esos viajes que ponen los dientes largos. Su plan es llegar a la Antártida en avión , desde Punta Arenas, una ciudad próxima a la zona más meridional de la Patagonia chilena, a la Isla del Rey Jorge , la mayor de las islas Shetland del Sur en la Antártida. Habitualmente, los turistas que visitan estas tierras pasan el estrecho de Drake en barco, pero un pequeño grupo prefiere ahorrarse las emociones fuertes de estas aguas.

Avión de la familia British Aerospace, pintado como pingüino barbijo, que vuela a la Antártida

La propuesta de Silversea comenzará a funcionar el 11 de diciembre de 2021 , aunque ya se puede reservar. Incluye un vuelo de unas dos horas en un British Aerospace 146/200 operado por DAP Airline, específicamente adaptado para aterrizar en la base Presidente Eduardo Frei Montalva, en la península Fildes (Isla Rey Jorge). Desde el cielo verán el temible Paso de Drake, entre el cabo de Hornos y las islas Shetland del Sur. Habrá quien lo haga por ahorrarse cuatro días de navegación (el viaje se queda de esta manera en nueve días) , pero muchos otros se subirán al avión como una opción más confortable, a salvo de las aguas turbulentas . Las tarifas del crucero, con seis días de navegación y vuelos incluidos, empiezan en 13.000 euros por persona.

DAP Airline vuela a la Antártica desde Punta Arenas hace más de 30 años. Hoy en día utilizan aviones de la familia British Aerospace, modelos BAe 146-200 o RJ85/100. Son unidades con una capacidad de 90 pasajeros, aunque para el viaje a la Antártida se utilizan como máximo 60.

Las aguas del cabo de Hornos es uno de los mayores retos náuticos a los que puede enfrentarse un navegante. Su extrema latitud austral (56ºS) y la geografía al sur del mismo -inexistencia casi absoluta de tierras- imponen excepcionales condiciones a la navegación . Libres de obstáculos, los vientos que soplan de oeste a este bajo los 40º S son tildados, en el argot de los marinos, de los cuarenta rugientes, seguidos por los cincuenta furiosos y los aún más violentos sesenta aulladores. Su fuerza resulta incrementada por el efecto embudo, esto es, su canalización por el pasaje de Drake entre los Andes y la Península Antártica.

El temible pasaje de Drake fue descubierto por el marino español Francisco de Hoces en 1525, cuando su barco fue arrastrado por un fuerte temporal. De hecho, algunos prefieren llamar al pasaje Mar de Hoces. Dicen que a todo marino que atraviese el Drake le será permitido lucir un aro de oro en la oreja izquierda y podrá orinar en contra del viento. El segundo privilegio suena arriesgado a pesar de todo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación