PALENCIA

Viaje al centro de la Tierra en la Cueva de los Franceses

Mantos calcáreos, estalagmitas, estalactitas, coladas, columnas, gours y pozos se despliegan a una profundidad de hasta 21 metros en el páramo palentino de la Lora

Cueva de los Franceses SERGIO LAMBURU

M. Gajate

En el páramo de la Lora, en la parte nororiental de Palencia, camufladas entre un paisaje poblado de hayas, acebos, majuelos y algún tejo se esconden entre las rocas abundantes ejemplos de cuevas que marcan el nombre del entorno, el Valle de Covalagua . Bellas manifestaciones plásticas en las que la caprichosa naturaleza da fe de su creatividad con composiciones realizadas lentamente por el curso del agua. Entre ellas, destaca una, la de los Franceses. Último reposo de los restos de los combatientes que cayeron en la zona en la Guerra de la Independencia en el enfrentamiento entre tropas napoleónicas y un destacamento de húsares cántabros, es la única visitable en esta provincia y su interior reúne todos los aspectos llamativos de una cavidad espelotemática.

Impresionantes mantos calcáreos, formaciones de estalagmitas y estalactitas, coladas, columnas, gours y pozos se escalonan a lo largo del recorrido por la Cueva de los Franceses , que fue dada a conocer en 1904 por un sacerdote, catedrático y erudito local ante el demostrado interés y las numerosos curiosos que recibía la cavidad, pese a lo dificultoso de su acceso. No sería hasta 1974 cuando se acondicionó para su visita turística. Así, su acceso original se realizaba a través de un pozo de seis metros que se abre en medio de un impresionante páramo calizo, y que actualmente se encuentra clausurado tras perforarse un túnel perpendicular que conecta con el interior desde «La Roca», el moderno edificio que sirve de puerta de acceso hacia un misterioso paseo por el interior de la montaña.

Con una profundidad máxima de veintiún metros y tan sólo tres simas de escasa profundidad, el progreso total de la cueva es de unos 1.000 metros, aunque el recorrido turístico es de 482 metros , al impedirse el acceso a dos grandes salas que se encuentran al final de la cavidad, formadas por el desprendimiento de grandes bloques que actualmente conforman un lecho caótico.

Una familia en la Cueva de los Franceses Roeberto F. GarciÌ

Desde Aguilar de Campoo

A unos dieciséis kilómetros de la localidad palentina de Aguilar de Campoo, se puede llegar hasta la Cueva de los Franceses por carretera, tomando la nacional 627 -en dirección Burgos, hasta llegar a Pomar de Valdivia y desde allí a Revilla de Pomar para coger la carretera de la cueva en dirección al Valle de Valderredible- o bien aparcar el coche más lejos y optar por llegar a pie. Y es que varias rutas recorren los puntos de interés del entorno, entre los que se incluye esta enigmática conexión con las entrañas de la montaña. El entorno tiene un gran valor histórico, cultural y artístico y adquiere una gran significación el patrimonio arqueológico disperso, con monumentos megalíticos como el Menhir de Canto Hito.

Entre las distintas opciones destaca un sendero de corto recorrido -de diez kilómetros- que parte de Revilla de Pomar y se adentra por el valle del Ibia entre un bosque adehesado de quejigos hasta llegar a la cascada de Covalagua para continuar hacia el páramo y de ahí a la Cueva. En este punto, se adentra por el hayedo de Monteahedo hasta llegar al Pozo de los Lobos antes de regresar por el Mirador de Valcabado, enclave en el que finaliza en un corte brusco el páramo de la Lora , lo que permite que desde este barranco se pueda ver el Valle de Valderredible donde se encuentran Cezura, Báscones de Ebro y Lastrilla.

Entrada a la Cueva de los Franceses Roeberto F. GarciÌ

Los alrededores invitan a ampliar la visita de la mano de exponentes patrimoniales y culturales. Valgan de ejemplo la ermita de Santa Cecilia y el Monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo, así como su iglesia de San Andrés, el templo Rupestre de los Santos Justo y Pastor en Olleros de Pisuerga, el Convento de Santa María de Mave, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Barrio de Santa María o la ermita de Santa Eulalia u Olalla.

Visita en familia

Perfecta para disfrutar en familia, en las próximas semanas, la Cueva de los Franceses sumará a su oferta talleres gratuitos tras los cuales visitar las instalaciones. La idea es aproximar la Cueva de los Franceses de forma creativa y educativa a todos los participantes . De esta forma, niños y adultos participan conjuntamente en el desarrollo de distintas dinámicas. En concreto, estas actividades tomarán por nombre «Toc, toc, ¿se puede?», «¡Al rescate en la cueva!», «¡La vida secreta de las cuevas!», «El A, B, C de las cuevas» y «La máquina del tiempo».

Reservas: 659 949 998

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