Un hotel para sentirse como un marqués en la provincia de Sevilla

Sevilla es un lugar que está realmente plagado de tesoros, y no sólo en la misma ciudad, sino que toda la provincia está salpicada de pueblos maravillosos con incontables maravillas. Uno de los mayores ejemplos es Osuna, a unos noventa kilómetros de la capital, un pueblo señorial salpicado de casas palacio con fachadas increíbles y en el que nos podremos transportar a otra época paseando por sus calles de adoquines gracias a la arquitectura de su centro histórico, en la que incluso podremos adentrarnos si nos hospedamos en el Hotel Palacio Marqués de la Gomera.

Osuna, un pueblo con historia

La historia de Osuna se remonta a más de tres mil años atrás, y fue dominada por romanos y posteriormente por musulmanes, conociendo su momento de mayor esplendor a mediados del siglo XVI, cuando experimenta un crecimiento sin precedentes de la mano del IV Conde de Ureña, el mecenas más importante de su época, creando el más impresionante conjunto monumental del renacimiento sevillano, con la construcción de trece iglesias y conventos, un hospital, una universidad, y la famosa Colegiata.

Así se entiende el esplendor arquitectónico de la ciudad.

Hotel Palacio Marqués de la Gomera

Y para ser parte de esa historia, lo mejor que se puede hacer si uno se decide a hacer un poco de turismo de interior por la provincia de Sevilla, es alojarse en el Hotel Palacio Marqués de la Gomera, una auténtica joya. Podemos darnos cuenta de ello nada más ver su impresionante fachada, máximo exponente del barroco civil andaluz, y que se extiende a su interior en un precioso patio central con una galería de arcos que alberga en uno sus ángulos una capilla barroca del siglo XVIII.

La decoración de los espacios comunes y de las habitaciones nos transportan a otra época, más romántica y más noble, y nos harán sentirnos como parte de la antigua realeza durante el tiempo en que nos alojemos en él. Las paredes estucadas, las habitaciones abuhardilladas, el ambiente general, y hasta el más pequeño detalle están pensados para conseguir este efecto. Y podemos asegurar que lo logran.