Claudia Alonso, en la sede del PP (Posada de la Hermandad)
Claudia Alonso, en la sede del PP (Posada de la Hermandad) - JOSE MORA
ENTREVISTA

Claudia Alonso: «El PP sorprenderá con un proyecto que va a devolver la ilusión a los toledanos»

Ha vivido intensamente estos años en la oposición lidiando con el Gobierno de García-Page, que, según dice, ha sido un «fraude» porque va a dejar en mayo una ciudad «abandonada y en la ruina»

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Mientras sus compañeros copaban puestos de responsabilidad en otras instituciones, Claudia Alonso ( Toledo, 1981) ha permanecido al pie del cañón en la Posada de la Hermandad (sede del Grupo Municipal Popular) haciendo oposición y peleando contra su Goliat, Emiliano García-Page, y su legislatura más convulsa entre Ferraz, el Senado y la «guerra» contra Cospedal. Ha sido madre de una niña, Isabel, pero sigue viviendo en el Casco y mantiene viva la ilusión en la política, pese a la que está cayendo. Claudia Alonso es un terremoto al que se le ilumina la cara hablando de Toledo y se siente privilegiada por haber sido concejal de una ciudad a la que ahora se siente aún más unida. De su futuro, sin embargo, ni una palabra, aunque augura que el PP va sorprender.

Lo único cierto es que en mayo habrá nuevo alcalde de Toledo y 2015 se abre con el baile oficial de candidatos.

—Quedan menos de cinco meses para que termine la era García-Page en Toledo. Ha sido una legislatura dura ¿no?

—Es verdad, han sido casi cuatro años muy duros y muchas veces ha sido como darse contra la pared, como ir en el Titanic y ver que te vas a dar contra un iceberg y le dices al capitán: «¡Gira, que nos la damos!» y te contesta: «No pasa nada». Eso es lo que hemos vivido.

—El PP ganó casi todas las instituciones en 2011, menos el Ayuntamiento de Toledo. ¿Cómo ha vivido el PP municipal este retiro?

—Hemos tenido un partido que nos ha ayudado siempre, desde el primero hasta el último. No hemos sido solo once concejales: hemos sido once concejales y una presidenta autonómica, un secretario general, un presidente de partido provincial, un secretario provincial... Nunca hemos estado solos. El PP ha tenido muy claro siempre que Toledo era fundamental, que se estaban haciendo mal las cosas y que se nos tenía que escuchar.

—¿Cómo ha vivido su duelo con García-Page?

—Cuando llegué a la oposición creí que iba a ver a un político solvente, más serio y con cierta capacidad de gestión porque era la imagen que el vendía y que él creía proyectar. ¡Lleva desde los 18 años en política! Me ha decepcionado. No es capaz de gestionar y es una persona que políticamente todo lo tiene en la superficie, pero que cuando rascas no queda nada. No le veo ningún tipo de sustancia. Ha tenido mucha suerte, ha sabido moverse y hacer política interna de partido, pero no sabe gestionar y nos va a dejar una ciudad con una deuda de casi 90 millones de euros.

—¿90 millones de deuda?

—Estoy contando todos los créditos y todo lo que tenemos que devolver. Esa es la herencia de García-Page, que supera el presupuesto del Ayuntamiento de un año completo. Nos deja también una ciudad que no tiene planeamiento urbanístico porque se ha gestionado mal y está anulado, una ciudad que ha perdido tejido comercial, que ha sufrido los efectos de la crisis muy gravemente y una ciudad abandonada. Este señor nos va a dejar una herencia absolutamente terrorífica. Y nos salva que hemos tenido un Gobierno autónomo del PP, un Gobierno nacional del PP y un Gobierno provincial del PP que han tenido siempre en la cabeza que lo primero era ayudar a los toledanos y que las cosas salieran adelante, a pesar de Page.

—Hace ya tres años, en una entrevista con ABC, decía que Emiliano García-Page tenía la cabeza en otro sitio, parece que el tiempo les ha dado la razón.

—En 2011, en una entrevista de campaña, dijo que en Toledo le tenían muy visto. ¡Como podía decir eso siendo alcalde! El tenía claro que este cargo era un tránsito, una mera plataforma donde él hacer su promoción pública. Nos ha utilizado a los toledanos y ha instrumentalizado el Ayuntamiento para su propio beneficio.

—¿Se ha resentido Toledo por las aspiraciones políticas de Page?

—¡Es que no hay alcalde! Y lo poco que viene, es para estropearlo. La última vez le dije que, por favor, que dejara de estropear más las cosas porque cuando una Administración ha querido hacer algo, Emiliano ha dicho que no.

—¿Por ejemplo?

—La Diputación quería hacer un parque de bomberos en la Bastida, una obra que beneficiaba a toda la provincia, pero, sobre todo, a Toledo y que hubiera dejado dinero simplemente en licencias. Dijo que no porque lo hacía una administración del PP. Ha buscado siempre el enfrentamiento político, igual ocurrió cuando la presidenta regional decidió que se pusiera Farcama en el Casco.

—Con el remonte se lió gorda.

—Eso fue el súmmum. Los toledanos vimos que el alcalde no era digno de ser alcalde porque cerró la infraestructura de Safont el mismo día de la inauguración porque lo había inaugurado alguien que no era él. Busca el enfrentamiento. Da la casualidad que siempre hay una constante y se llama Emiliano García-Page. Cuando estaba en la Junta y gobernaba aquí el PP el problema era la Junta con el Ayuntamiento y, ahora es el Ayuntamiento contra la Junta. Al contrario.

—La sensación que tienen los ciudadanos es que las administraciones utilizan Toledo como ring político.

—Page siempre ha buscado que esa sensación se traslade a la opinión pública, pero, al final, los hechos son los que son. Tenemos un remonte que se mantuvo cerrado dos meses por una cuestión política, porque, al final, ponían pegas por un semáforo que, al final, han tenido que ponerlo porque es quien pone los semáforos. ¡La gente venía de otros sitios de España para hacerse fotografías en las dársenas cerradas! Eso ha sido la vergüenza.

—Parece que Toledo sigue teniendo los mismos problemas de siempre, de los que hablábamos en 2011, el tráfico, la deuda, el POM, la movilidad...

—En Toledo hemos dejado pasar cuatro años. Mientras el resto de municipios se ponía las pilas, nosotros hemos estado viviendo en una burbuja con un alcalde que lo único que buscaba era posicionamiento público. Menos mal que hemos tenido otros gobernantes que nos han hecho ir por ciertas sendas, como el Gobierno del PP de Mariano Rajoy que ha posibilitado que se cobraran las facturas gracias al plan de pago a proveedores. Y también gracias al sector empresarial que empuja, que han sacado pecho para seguir tirando del carro. Pero se podía haber hecho mucho más en Toledo y eso me duele no ya como portavoz del PP, me duele como toledana,

—Dice en el PSOE que estáis algo obsesionados con García-Page.

—¡Es que el alcalde es Page! Yo no tengo ninguna obsesión. ¿O es que la responsabilidad del Gobierno autonómico o del Gobierno de la Nación no la tiene quien la tiene?

—Lo cierto es que Page ha tenido una legislatura movida. ¿Quién ha sido su número dos, su interlocutor?

—No lo sabemos, de verdad. No hay gestión, las únicas interlocuciones que hay es para que nos digan las horas del Pleno. Puede sonar muy extraño e, incluso, catastrofista, pero es la verdad. Las cosas que salen son cuestiones técnicas y salen porque tenemos unos funcionarios como la copa de un pino. Aquí no es que no haya interlocutor es que el alcalde no está. No recuerdo la última Junta de Portavoces en la que estuviera presidiendo.

—Parece que el sino de Toledo es que los alcaldes aspiren a la Junta. Ocurrió con José Manuel Molina, Agustín Conde y ahora García-Page.

—Todos son recordados como buenos alcaldes y creo de verdad que Joaquín Sánchez Garrido es recordado también en la ciudad con cierto cariño.

—¿Cree que García-Page no va a ser recordado con cariño?

—Nos va a costar mucho recordarle con cariño. La gente está muy disgustada y decepcionada con su gestión.

—Pero su primera legislatura fue reconocida en las urnas.

—¡Con dinero ajeno se gestiona muy bien! Estaba acostumbrado a tirar con pólvora de rey y cuando se acabó el dinero vimos que no había una persona preparada para gobernar. No se ha invertido un euro en esta legislatura; está todo parado. Mucha gente que votó a la persona está muy descontenta con Page porque han visto que es humo y paja. No puedo maquillar los datos. Esto es lo que hay. ¡Cuando en mayo se vaya Emiliano García-Page y entren otros lo de la Junta va a ser una broma con lo que va a ocurrir aquí!

Crisis y corrupción

—¿Cómo se vive el desprestigio de la clase política desde una institución como el Ayuntamiento de Toledo?

—Hemos sufrido una crisis muy dura, se sigue sufriendo, y las familias tienen muchas complicaciones y han pasado casos muy duros, pero, en general, los concejales, los alcaldes, los diputados, los senadores de todos los partidos somos gente honrada, que venimos a trabajar por nuestros pueblos y nuestras ciudades. Y eso lo sabe la mayoría de la gente. Nos meten a todos en un saco en el que no nos mereceos estar, pero, aquí, en Castilla-La Mancha, pongo la mano en el fuego por todos y cada uno de mis compañeros. Somos gente que venimos a trabajar por nuestra tierra y ahora, que las circunstancias son difíciles, es cuando más falta hace la política.

—¿Ha pensado alguna vez qué hago yo aquí?

—No, nunca, de verdad. La gente te cuenta la realidad, sus circunstancias personales y , a veces, nos vienen a echar en cara muchas cosas y recibimos muchas bofetadas porque somos la administración más cercana. ¿Qué hago aquí? Pues trabajar para que salgamos adelante en la medida de mis posibilidades. Y que mi ciudad sea mejor y mi hija tenga un futuro mejor.

—El PSOE busca candidato, en el PP también. ¿Cómo va el proceso?

—En el PP no estamos buscando candidatos, estamos buscando proyectos. Mientras que en el PSOE se pegan por un nombre o un apellido, lo que sabemos nosotros es que vamos a presentar un proyecto de futuro para la ciudad de Toledo muy ilusionante.

—¿Cuándo?

—Los plazos los ha marcado la dirección nacional y se elegirá a los candidatos en febrero.

—¿A qué aspira?, ¿le gustaría ser alcaldesa?

—Yo soy la portavoz del PP en el Ayuntamiento. No es una cuestión de gustos; hay gente que se piensa que ser alcalde de Toledo es ponerse el collar y salir en la procesión del Corpus y eso no es así. Ser alcalde de Toledo es una de las responsabilidades más importantes que puede asumir un toledano en su vida.

—Se habla de Jesús Labrador, Agustín Conde...

—Yo creo que el PP va a poner sobre la mesa una persona que va a liderar un proyecto de futuro. Necesitamos ilusionar a la gente, que los toledanos volvamos a creer en nosotros mismos. Y lo vamos a hacer. Tenemos que dejar de hablar de fulanos y menganos porque Toledo somos 83.000 ciudadanos que viven en una ciudad espectacular y con mucho futuro.

—Y del PSOE, ¿qué sabe? ¿a quién prefiere, a Milagros Tolón o a Fernando Mora?

—El PSOE tiene sus líos internos... Lo único que sé es que tienen un lío bastante gordo y cualquiera de las personas que elijan va a ser continuista de un proyecto que está absolutamente agotado, que no vale. El nombre de la persona del PSOE me da igual, son todos iguales.

—Pase lo que pase, ¿cómo ha vivido esta experiencia?

—Ha sido maravillosa, pase lo que pase y esté donde esté, lo que he vivido no me lo quita nadie. Haber podido vivir la ciudad desde dentro con tanta intensidad va a ser algo que voy a contar a mis nietos.

—Ha sido un grupo muy heterogéneo. ¿Cómo han encajado tan bien?

—Somos un grupo impresionante. No elegí la lista de concejales, pero si hubiera tenido que hacerla, no la hubiera hecho mejor. Somos muy heterogéneos, por edades, percepciones y experiencias vitales, pero hemos encajado a la perfección. Hemos hecho de todo, muchísimas mociones, nos hemos ido al Valle a limpiar, hemos puesto en marcha campañas de apoyo al comercio, hemos ido a todos los barrios, hemos hablado con todos los empresarios, con todo el mundo. Hemos hecho todo lo que hemos podido y hemos intentado ser la voz de todos a los que no se les quería escuchar.

—¿A cuántas misas han ido?

—¡Es que Toledo tiene una parte espiritual que es muy interesante y que se vive con mucha intensidad! Y, además, es importante para los que somos católicos. Es un privilegio poder vivir la ciudad de esta manera. He visto cosas que no conocía de esta ciudad. Eso no me lo va a quitar nadie. Nunca.

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