El Corral de Don Diego

Durante bastantes años, el paraje del Casco Históprico denominado Corral de Don Diego, junto a la plaza de la Magdalena, lleva protagonizando un sueño de olvido, aunque también es verdad que está oculto, por su superficie urbana, a la curiosidad de los lugareños y visitantes. Ahora, el Consorcio de Toledo se ha propuesto su remodelación, que será costosa y podría valorarse en millones de euros, hasta considerarlo como un «proyecto estrella». Y para iniciar los trabajos, la institución que depende de los dineros públicos tiene tan solo previsto 80.000 euros, en espera de lo que pudiera llegar más tarde a través del Estado, la Junta, Diputación y Ayuntamiento.

En tiempos de crisis, como ahora mismo, aquello de proyectos complejos y grandilocuentes hay que dejarlo de lado, y atender a pequeñas y medias restauraciones en edificaciones de la ciudad.

que es para lo que nace el Consorcio. Sin los dineros correspondientes, es problemático acometer obras de dilatados trabajos y lo sabio y adecuado es postergar el expediente hasta que lleguen mejores momentos, en cuanto al tema económico se refiere. Si la financiación es escasa y sin garantías de absorber la totalidad del «proyecto estrella», pues que el Corral de Don Diego siga como se encuentra en la actualidad, continuando en ese sueño de abandono que puede resucitarse cuando existan euros con la abundancia suficiente para la remodelación deseada.

Todo lo demás son ilusiones esperanzadoras que se agradecen, pero que no pueden encontrar el final deseado sin la financiación presupuestaria que lo lleve a cabo con plenas garantías de éxito. Empezar algo para dejarlo a medias y pasarle la pelota a los próximos gestores del Consorcio, que pueden cambiar según las elecciones municipales, es una aventura de sumo riesgo que como casi siempre endeudaría los bolsillos de los toledanos. Hasta el mismo gerente de la entidad, Manuel Santolaya, adelanta que no tiene «demasiada idea» de cuál puede ser el coste del proyecto.

Ante la duda, piano, piano, y a trabajar con lo que se conoce a través de la gestión asumida y que entre otros cometidos supone las cubiertas de tejados, limpieza de fachadas, modernización de canalizaciones deterioradas, asfaltar suelos, y otros remedios que se culminan y benefician al Casco Histórico.