El juego ofrece un enorme mapa de campaña y muchas unidades históricas
El juego ofrece un enorme mapa de campaña y muchas unidades históricas - ABC
ANÁLISIS

«España 1936»: reescribir la Guerra Civil española

Matrix Games apuesta por una estrategia por turnos profunda y rigurosa, solo apta para los más apasionados del género

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Ha sido llevada al cine y a la literatura en bastantes ocasiones, pero la Guerra Civil española ha pasado de refilón por el mundo de los videojuegos. Solo un par de títulos y un número mayor de escenarios y modificaciones (en «Panzer General II» o en la serie «Hearts of Iron») se han atrevido a retratar un conflicto que se convirtió en la antesala de la Segunda Guerra Mundial y que cambió España para siempre.

Quizás siendo conscientes de este vacío, los estudios franceses AGEod y la compañía inglesa Matrix Games han ampliado su extenso catálogo de juegos de estrategia por turnos con «España 1936». En esta ocasión el jugador podrá dirigir la campaña militar del bando nacional o del bando republicano para escribir su propia historia de la Guerra Civil.

El nivel de profundidad y de realismo alcanzados harán las delicias de los jugadores más pacientes, pero que quizás produzca cierto rechazo entre los que prefieran estilos más dinámicos y ágiles.

El título da la posibilidad de aprender los rudimentos básicos con un tutorial de tres entregas y de jugar dos campañas: una más breve y restringida al frente del Norte, y otra más extensa para reflejar todo el conflicto. Es precisamente el escenario más largo el que permitirá exprimir el potencial del juego: a nuestra disposición tendremos 300 regiones, 200 líderes históricos, 90 modelos de unidades y un sinfín de opciones.

Las batallas se resuelven de forma automática y se resumen en tablas muy detalladas (MATRIX GAMES)
Las batallas se resuelven de forma automática y se resumen en tablas muy detalladas (MATRIX GAMES)

El reto será gestionar las tropas y lanzarlas a la batalla en las mejores condiciones posibles, tomar decisiones políticas y diplomáticas para fortalecer la posición social y militar de nuestro bando, y reclutar nuevas fuerzas. Todo esto ocurrirá por medio de un sistema de turnos que ambos equipos resolverán de forma simultánea y que se corresponderán con siete días simulados. Las acciones ocurrirán en un mapa de campaña que abarca la Península Ibérica, las islas Canarias y las Baleares, pero no Ceuta y Melilla.

A través de un entorno gráfico bastante mejorable, «España 1936» refleja la orografía del terreno, la presencia de ciudades, de puntos estratégicos y de importantes infraestructuras, como puertos y ferrocarriles. En el apartado del sonido, la música ya resulta repetitiva en la primera media hora de juego y los efectos son más bien discretos. En cuanto a la interfaz, una serie de ventanas, tablas y listas permiten obtener los datos más útiles y representan el resultado de las batallas.

En comparación con otros títulos del género, salta a la vista que AGEod y Matrix Games han apostado por la profundidad frente a la diversidad y el dinamismo. Mientras que otras entregas incluyen un editor de escenarios, más variedad de campañas y un mapa que puede llegar a reflejar conflictos a escala planetaria, «España 1936» se juega todo a la carta de un único y limitado escenario y renuncia a detalles como la investigación en tecnología militar, que tanta frescura da en otros juegos. La rejugabilidad se logra aquí a través del curso aleatorio de los acontecimientos y del modo multijugador, que incluso puede tener lugar a través de correo electrónico.

Pobre jugabilidad

Pero si algo se le puede reprochar a este título, es que no ayuda demasiado al jugador en su titánica tarea de gestionar un ejército de decenas de miles de hombres desperdigado por multitud de provincias. Por una parte, la mayoría de la información vendrá de la mano de ventanas emergentes repletas de números y bonificadores que pueden resultar apabullantes, sobre todo al principio. Por otra parte, la interfaz resulta pobre, incómoda y poco intuitiva. Por ejemplo, resulta muy difícil saber qué entidad tienen las fuerzas desplegadas en una región y es bastante frecuente que el pequeño tamaño de las letras nos impidan encontrar la provincia que buscamos.

Todo esto contribuye a que hagan falta muchas horas para aprender a jugar. Será necesario tener abierto el manual, con 200 páginas y en inglés, y de coger un cuaderno y un bolígrafo para tomar notas y poder hacerse una idea global del curso de los acontecimientos. De lo contrario, el jugador tendrá la desagradable sensación de no saber lo que está ocurriendo y de sentirse agobiado por la magnitud del mapa y la necesidad de «microgestionar» las tropas.

Profundidad estratégica

Una vez superados estos escollos, el jugador tendrá que dedicarse en cuerpo y alma a la organización militar de su bando. Por ejemplo, será crucial agrupar a las unidades más pequeñas (los batallones, baterías y escuadrones) en brigadas, divisiones, cuerpos y ejércitos de la forma más eficiente. También habrá que asignar a los generales disponibles, que irán aprendiendo a medida que avance el conflicto y que podrán llegar a mejores puestos en función de su antigüedad, y habrá que prestar atención a los suministros y la moral de las tropas antes de lanzarse a la batalla.

Y es que, antes de luchar, hay que planificar muy bien nuestros movimientos y no basta pulular arriba y abajo del mapa con grandes acumulaciones de unidades. La victoria estará al alcance de la mano solo si se le presta atención a la meteorología, a la orografía y a todos los factores que pueden estar influyendo en el buen desempeño de nuestras tropas.

Las tropas extranjeras serán fundamentales para hacerse con la victoria (MATRIX GAMES)
Las tropas extranjeras serán fundamentales para hacerse con la victoria (MATRIX GAMES)

Por ejemplo, habrá que tener en cuenta si nuestro ejército va a luchar en un bosque o e unas colinas, más propicias para la defensa, y habrá que enviar tropas para reconocer las fuerzas del enemigo. También podremos decidir qué actitud tiene nuestro ejército al atacar, que puede ir desde la infiltración hasta el asalto directo, o al defender, momento en el cual podremos pedirle a nuestros oficiales que toquen a retirada en cuanto contacten con el enemigo o que, al contrario, defienden cada palmo hasta el último cartucho.

Rigor histórico

Además, «España 1936» le presta especial atención a la profundidad histórica. Podremos reclutar y dirigir a las tropas que lucharon en la guerra, como unidades de la Guardia Civil, requetés, milicias anarquistas, brigadistas, tanquetas italianas o los temibles Panzer I alemanes, y nuestra decisiones diplomáticas y políticas reflejarán las que tomaron los líderes del momento. Los republicanos podrán obtener ayuda de los asesores soviéticos y los nacionales podrán lanzar una campaña de propaganda para ganarse el apoyo de la población. La difícil situación política de la República también estará reflejada en la variedad de facciones que lucharán bajo sus colores.

En conclusión, si se dejan a un lado los defectos en el apartado gráfico y de sonido y, sobre todo la pobre interfaz, «España 1936» ofrece una simulación profunda y rigurosa de la Guerra Civil española, quizás solo apta para los más apasionados del género, pero que supone un reto para todos los aficionados a la estrategia y a la Historia.

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