Una granjera británica instala una red de fibra que conecta a miles de vecinos

La instalación ha superado los 3.200 kilómetros de cable de fibra óptica, una distancia similar a la que hay entre Madrid y El Cairo

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Todo comenzó cuando los árboles que separaban la granja de Christine Conder del único punto de acceso a internet en Lancashire, un pueblo rural en el noroeste de Inglaterra, crecieron hasta hacer inviable la navegación por la red. Entonces Christine compró mil metros de cable de fibra óptica y, con la ayuda de su tractor, cavó una zanja para conectar su hogar al punto de acceso.

Su aventura no terminó aquí porque pronto otros vecinos de la zona le inquirieron para replicar su iniciativa y conectar nuevos hogares y empresas mediante este sistema. La inspirada granjera creó entonces B4RN (banda ancha para el norte rural) y comenzó a abastecer a los habitantes de las comunidades rurales de Lancashire.

B4RN ofrece internet de banda ancha a un gigabit por segundo (1Gbps), una velocidad 35 veces mayor que la media en Reino Unido (28 Mbps) y con el paso de los años (comenzó su andadura en 2009) se ha convertido en un referente para comunidades rurales de todo el mundo, que pueden emular a Conder gracias a los «Show Tell Day», una serie de eventos organizados por la granjera para explicar cómo llevar internet a las zonas menos pobladas.

En 2015 Christine Conder fue premiada con el título de MBE (Miembro de la Excelentísima Orden del Imperio Británico) junto a Barry Forde, profesor universitario jubilado que le presta su apoyo en la iniciativa, «por contribuir a la expansión del internet de banda ancha en zonas rurales».

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