Las Islas Baleares sufren una saturacón de turistas este verano
Las Islas Baleares sufren una saturacón de turistas este verano - MIQUEL A. CAÑELLAS

Un millón de turistas ponen a prueba las infraestructuras de Baleares

El aluvión de viajeros en agosto ha abierto un debate en el archipiélago sobre la necesidad de limitar la oferta de alojamientos para evitar la saturación

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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El turismo está batiendo todos los récords este verano. Hasta junio llegaron a España 50,8 millones de visitantes extranjeros, un 6,3% más que en 2015 y las previsiones de la patronal turística Exceltur es que el país recibirá 74 millones de turistas, seis millones más que el año pasado.

El archipiélago balear ha sido una de las zonas más agraciadas por este aluvión de viajeros que está poniendo a prueba las infraestructuras de las islas. La ecotasa, el impuesto por pernoctación que empezó a aplicarse este año, no ha servido como freno.

Baleares cuenta con una población estable de algo más de un millón de habitantes, a los que estos últimos días ha habido que añadir casi otro millón más, en este caso de visitantes y turistas.

Aun así, no nos encontramos ante una novedad en sentido estricto, pues en 2015 Baleares había superado ya, por vez primera en su historia, la barrera de los dos millones de personas en un solo día. Ocurrió el 10 de agosto del pasado año, según datos recogidos por el Indicador de Presión Humana.

Doblar la población, aunque pueda ser por un muy breve periodo de tiempo, supone un reto que Baleares está demostrando que es capaz de afrontar, al menos por ahora. La Comunidad dispone de todos los equipamientos necesarios, tanto hoteleros como viarios, de seguridad, de oferta complementaria o sanitarios, para atender a residentes y a visitantes, pero este verano están surgiendo problemas que no se habían producido en temporadas anteriores. Solo Menorca parece librarse de la saturación.

Así, empiezan a ser cada vez más frecuentes los atascos para acceder a determinadas playas y calas, un cierto desbordamiento del transporte público —sobre todo en Palma— o la impresión de que algunos espacios dedicados al ocio comienzan a estar saturados. Por primera vez, en el casco antiguo de Palma se han visto pintadas en contra del turismo, con mensajes como «Stop guiris» o «Tourists go home».

El incremento constante de cruceros que llegan a Palma son un foco de tensión. El récord más reciente se produjo el pasado 3 de agosto, cuando en un solo día llegaron al puerto 25.116 pasajeros, a bordo de siete embarcaciones. Dicho incremento obligó al Ayuntamiento de Palma a idear nuevos puntos de desembarque de estos visitantes marítimos, para que no se colapse la zona próxima al puerto.

El problema real no es el número total de turistas que acoge en estos últimos años Baleares, que fueron casi 13,9 millones en 2015 y que podrían superar ligeramente los 14 millones este año, sino la concentración de visitantes que se produce en los meses de verano, sobre todo en agosto.

Ley de alquiler vacacional

El Gobierno balear aspira a tener un turismo desestacionalizado, con un goteo de visitantes a lo largo de todo el año, pero de momento no lo ha conseguido. La opción que está estudiando el nuevo Ejecutivo es limitar la oferta de plazas turísticas y regular el alquiler vacacional por ley. Esta legislación entrará en vigor el próximo año, según anunció la semana pasada el consejero de Turismo, el econacionalista de MÉS, Biel Barceló.

La Cámara de Comercio de Mallorca propone en su lugar aumentar la calidad de la oferta turística. «Los precios subirán y el mercado dejará fuera a quienes están por debajo», explicó el presidente de la citada entidad, José Luis Roses.

En estos momentos, hay en Baleares unas 510.000 plazas turísticas, casi un 70 por ciento de ellas en Mallorca. Si se tiene en cuenta que ha habido días puntuales con casi un millón de turistas, puede deducirse entonces que unas 400.000 personas se habrían acogido a las ofertas de alquiler turístico ilegal. Uno de los objetivos de Barceló es, precisamente, combatir esas actuaciones al margen de la ley.

El turismo es la clave

En cualquier caso, tanto los anteriores Ejecutivos del PP como el actual tripartito que preside la socialista Francina Armengol —con el apoyo de MÉS y de Podemos— siempre han considerado que el turismo es esencial para la Comunidad. Esa posición se entiende bien si se recuerda que la actividad turística genera en Baleares más de 150.000 empleos directos, es decir, uno de cada tres trabajos en el archipiélago.

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