Huracán Irma

Españoles en Florida relatan su odisea para ponerse a salvo del huracán Irma

Las autopistas y aeropuertos están al borde del colapso, mientras la policía vigila la venta de agua y gasolina ante la lucha desesperada de la población por conseguirlos

«He tardado más de 20 horas en salir del estado -el triple de lo habitual- y he dormido en una gasolinera, dice un madrileño

Colas de vehículos para obtener sacos terreros en Kissimmee, en el centro de Florida Reuters

Manuel Trillo

Autopistas atestadas con kilométricas caravanas de vehículos, largas colas y esperas en los aeropuertos, patrullas policiales protegiendo el agua en los supermercados y los surtidores en las gasolineras … Estas son algunas de las estampas del éxodo de cientos de miles de personas en el sur de Florida en vísperas de la llegada este fin de semana del devastador huracán Irma , que a su paso por el Caribe está dejando un rastro de destrucción y al menos una docena de muertos.

Las previsiones indican que este ciclón -actualmente de categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, y vientos de en torno a 300 km/h - impactará de lleno en este estado del sureste de EE.UU., donde también es previsible que se vean afectados Georgia y las Carolinas.

El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez , ha ordenado que abandonen sus casas los habitantes de zonas costeras, que incluyen la turística Miami Beach, así como a los moradores de viviendas móviles, lo que en total afecta a más de 650.000 personas . A ello se suma las evacuaciones ordenadas anteriormente en las zonas costeras del vecino condado de Broward, al norte, y en los Cayos de Florida, al sur.

Se trata del mayor desalojo de población en la región al menos desde la acometida en octubre de 2005 del huracán Wilma , que también alcanzó la categoría 5 y causó daños catastróficos tanto en el Caribe como en Florida.

«Parece el éxodo»

Según ha relatado a ABC el madrileño Javier, un directivo de trabajo estos días en Estados Unidos, los embotellamientos en la autopista han hecho que tardara más de 20 horas en recorrer los 700 kilómetros entre Miami y la frontera de Florida con Georgia, una distancia que habitualmente se puede completar en unas seis horas y media. «He maldormido dos horas en el coche en el parking de una gasolinera, como tantos otros, incluyendo gente mayor y familias con niños, ya que no había un hotel libre en 200 kilómetros a la redonda», señala.

«La Policía vigila el agua en el supermercado, la leche es escasa y no hay linternas»

«Parece el éxodo –añade-, coches hasta arriba, con mascotas y todo». Además, en buena parte de las gasolineras por las que pasó, ya no había combustible, con lo que se corría el riesgo de quedarse tirado en la carretera a mitad de camino. La desesperación por la busca de gasolina ha llevado a las patrullas de la policía estatal a proteger las estaciones de servicio e incluso coordinar el respostaje de los vehículos en cada surtidor, explica.

Así mismo, agentes policiales custodian el agua a la venta en algún supermercado para evitar el pillaje, según ha relatado el barcelonés Tasio, que, ante el huracán, afirma llevar dos días tratando de hacerse con víveres y reforzando la vivienda unifamiliar que habita en Hollywood, en el condado de Broward. Además, asegura que «la leche es escasa y no hay linternas».

Sin plazas en los aviones

Como las carreteras, también los aeropuertos se encuentran al borde del colapso por la cantidad de pasajeros que tratan de salir de la zona. Dacio y Sara, una pareja de asturianos con rumbo a México, señalaron desde el aeropuerto internacional de Miami que se está recomendando «llegar cuatro horas antes y no ir en coche, porque el párking está lleno». Además, explican que este viernes «se prevé cerrar el aeropuerto y, según dicen, no queda ningún asiento en ningún avión».

Aspecto que presentaba este jueves el aeropuerto internacional de Miami Sara Llera

«No hay razones obvias para que Irma no se mantenga como un poderoso huracán en los próximos tres días, en su aproximación a Florida», ha advertido el Centro Nacional de Huracanes , con sede en Miami, que apunta que incluso tras tomar tierra se mantendrá como un gran ciclón. Los mapas de la trayectoria del huracán indica que a las ocho de la mañana del domingo, hora local (las 14.00 en la España peninsular), el ojo del huracán toque tierra en Florida.

Se ha emitido alerta por huracán en el sur de Florida, los Cayos, el lago Okeechobee y la zona de Florida Bay, al sur de los Everglades, aunque era probable que este mismo jueves se extendiera a otras áreas más al norte. En algunas de esas zonas se ha advertido también del riesgo por inundaciones potencialmente letales.

En una zona de gran afluencia turística como el condado de Miami, se está informando a los visitantes de los hoteles incluidos en las distintas zonas de evacuación .

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