La hija con síndrome de Down del diputado del PP contesta a Celaá: «Ha sido una insensible»

Andrea Matarí cuenta a ABC qué piensa de la educación especial y de la respuesta que la ministra de Educación le dio a su padre en el Congreso cuando este usó el ejemplo de integración de su hija para defender estos centros y criticar el cierre que planea la nueva ley educativa, Lomloe

Juanjo Mataría con su hija Andrea

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Andrea Matarí tiene 25 años. Es una joven risueña, de risa espontánea y con una apabullante soltura ante las cámaras. «Le gusta mucho el protagonismo, es muy activa», cuenta orgulloso su padre, el diputado del PP, Juanjo Matarí . Andrea tiene síndrome de Down y ha recurrido a las redes sociales y medios de comunicación en varias ocasiones para defender los centros de educación especial, donde ella se escolarizó por elección de sus padres, para lograr una integración total en el mundo académico y profesional.

Se formó en el prestigioso colegio María Corredentora de Madrid , pasó posteriormente por la Universidad Autónoma, donde hizo un título propio, luego un máster y ahora trabaja en la famosa compañía Accenture . «Lo hago en recursos humanos donde recibo a los empleados para que firmen los contratos, reparto correo, escaneo, imprimo, y trabajo administrativo. Estoy feliz », sentencia mientras su hermana Olga, hila con ella las frases.

Su experiencia le hace preguntarse por qué la ministra, Isabel Celaá , quiere cerrar los centros de educación especial, tal como se desprende del texto legal, la Lomloe, a la que también se alude con su nombre. «Los centros de especial son necesarios para las personas que tienen distitnas capacidades, no se pueden cerrar; mi experiencia fue muy buena», relata Andrea.

La batalla para evitar el cierre de los centros de educación especial viene de lejos por parte de las familias y asociaciones que defienden tanto estos centros como la libertad de los padres para llevar a sus hijos adonde deseen. La herida se volvió a abrir el pasado miércoles en el Congreso cuando la ministra contestó, con soberbia, a Juanjo Matarí , el padre de Andrea que le reprochó que su ley educativa incumple el artículo 27, que consagra la libertad de enseñanza.

«Dicha libertad implica que los padres tenemos libertad de elección y aunque a usted no le guste el derecho a elegir, también la tienen los padres y muy especialmente si los hijos tienen alguna discapacidad . La educación especial, esa que usted quiere que desapareza es una herramienta extraordinaria para la integración», le dijo Matarí, que puso el ejemplo de su hija Andrea.

La respuesta de la ministra desató la indignación: «¿De dónde viene usted?»; « Usted no tiene ningún contacto: ni con el mundo educativo ni con los padres ni con los hijos ni con los profesores », «¡Usted no sé de qué habla!», espetó Celaá.

Twitter se incendió y la Plataforma que defiende el derecho de las personas con discapacidad intelectual a escolarizarse, 'Educación Inclusiva SÍ, Especial TAMBIÉN' pidió la dimisión de la ministra

Pero la protagonista de la historia no habló de dimisión, y no por ello fue menos contundente: « No sé si tiene que dejar el cargo, solo sé que fue una insensible », dijo Andrea en conversación telefónica con ABC. Para ella, su padre es un héroe, «estoy orgullosa de él», dice. Pero no se detiene tanto en lo sucedido ayer sino en lo que para ella ha significado la formación en un centro de educación especial: «Empecé formándome en un colegio de educación especial y fue muy buena la experiencia, aprendí un montón», relata animada.

«Maleducada»

Después hizo un título de formación para la inclusión laboral de la Universidad Autónoma de Madrid con la Fundación Prodis y luego un máster en la misma fundación, también de inclusión en el mundo laboral hasta aterrizar en Accenture. Por su parte, Juanjo Matarí, el otro protagonista de la historia, no habla de Celaá con resentimiento: « Aparte de maleducada, e insensible , he de decir que en lo personal no me afecta en absoluto lo que haya dicho, pero sí ha faltado el respeto a la dignidad de miles de personas con discapacidad intelectual y con síndrome de Down, así como a sus familias». Juanjo se ve, en ese sentido, «como uno más y me siento también agredido, más que en la forma política que no me hace sentir nada, sí me lo hace sentir cuando pienso que se dirige así a tantas personas que necesitan la protección, respeto y empatía del Gobierno y del ministerio y mas cuando se es vulnerable».

Las disculpas por teléfono de Celaá

Celaá llamó por teléfono este miércoles a las 14:00 horas al diputado para pedirle perdón . Durante la conversación, según explicó a ABC, Matarí le dijo a Celaá que no era a él a quien tenía que llamar, que si quiere pedir disculpas, no por cómo se dirigió a él sino a las personas con discapacidad, que lo hiciera públicamente , «igual que ayer fue intervención pública por lo que la llamada no la exime de justificación para excusarse, con quien tiene que excusarse es con las personas con discapacidad, con síndrome de Down, con las familias...». Matarí le dijo a Celaá que había actuado de forma prepotente, insensible y soberbia .

Acto seguido, casi de forma espontánea, la ministra publicó las disculpas en su cuenta de Twitter.

Las reacciones de los compañaeros de Matarí, pero también de familias con niños con discapacidad no se hizo esperar. La primera fue Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso que, al estar presente en el Congreso en el momento de los hechos dijo: «Qué falta de respeto en la respuesta al diputado Matarí, qué insensibilidad a un padre de una niña discapacitada»

El Partido Popular ha pedido este miércoles a través de una Proposición no de Ley la reprobación de la ministra para su debate en Pleno.

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