El Gobierno balear no quiere perder la gestión del Parque Nacional de Cabrera
La reciente ampliación del espacio marino más importante de España por parte del Ejecutivo central ha supuesto que pase a ser controlado por el Organismo Autónomo Parques Nacionales
La reciente ampliación del Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera ha provocado una fricción inesperada entre el Gobierno central y el Ejecutivo balear, en concreto, en relación a la gestión de este espacio marino a partir de ahora. Desde hace una década, dicha gestión correspondía esencialmente al Gobierno regional. Sin embargo, tras el acuerdo de ampliación del Parque Nacional de Cabrera aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 1 de febrero, se prevé que pase a ocuparse de la gestión el Organismo Autónomo Parques Nacionales.
En ese contexto, según ha adelantado este miércoles el diario «Última Hora» y ha podido confirmar ABC, el Ejecutivo que preside la socialista Francina Armengol prevé presentar al Consejo de Ministros un requerimiento , previo a la posible interposición de un contencioso administrativo, contra el acuerdo adoptado hace casi tres meses sobre la ampliación del Parque Nacional de Cabrera . El objetivo de la Consejería de Medio Ambiente, que dirige el ecosoberanista de MÉS Vicenç Vidal, es que el Ejecutivo autonómico siga manteniendo la gestión de todo el conjunto, como hasta ahora.
Cabe recordar que en el acuerdo aprobado el pasado 1 de febrero por el Gobierno de Pedro Sánchez, los límites del Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera se ampliaron con la incorporación de 80.779 nuevas hectáreas de espacios marinos colindantes. De esa manera, la superficie total del parque pasó de las 10.021 hectáreas existentes hasta entonces a 90.800 hectáreas en total, convirtiéndose en el mayor parque nacional marino del Mediterráneo occidental.
El Parque Nacional de Cabrera —declarado así en 1991— se encuentra situado al sur de Mallorca. A raíz de la citada ampliación por parte del Ejecutivo de Sánchez, la superficie marina de la Red de Parques Nacionales pasó de un 4 por cien a un 23 por cien, mientras que el Archipiélago de Cabrera se convirtió en el mayor parque nacional de España, incluyendo los terrestres. La zona de ampliación aportó, además, una importante representación de dos sistemas naturales que aún no estaban presentes en la Red de Parques Nacionales, que eran las áreas pelágicas de paso y los bancos de corales profundos.
Punto de conflicto
En el mencionado acuerdo del Consejo de Ministros ya se apuntaba que el hecho de que el Parque Nacional de Cabrera incorporase por primera vez el mar abierto a la Red de Parques Nacionales obligaría a adoptar medidas pioneras de gestión y conservación del medio marino. En este sentido, en el acuerdo ministerial se recogía que «la gestión ambiental de las aguas marinas en la zona de la ampliación es del Estado, por lo que habrá que buscar fórmulas de colaboración con la Comunidad autónoma».
Con posterioridad, el pasado 19 de febrero, se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) una resolución del Organismo Autónomo Parques Nacionales en la que se reproducía el acuerdo del Consejo de Ministros en su integridad. En el punto tercero de dicho acuerdo se hacía constar que «la ampliación —del Parque Nacional de Cabrera— supone la incorporación de aguas exteriores marinas cuya gestión corresponde a la Administración General del Estado». En ese sentido, se añadía que el Organismo Autónomo Parques Nacionales ejercería «dicha gestión», sin perjuicio de «las competencias que la normativa general o sectorial atribuya a otros órganos de la Administración General del Estado o a sus organismos públicos vinculados o dependientes».
El propósito del Gobierno balear es, como se ha señalado, seguir manteniendo la gestión del Parque Nacional de Cabrera en su conjunto, por lo que será necesario que se llegue a un acuerdo en ese sentido entre el Ejecutivo de Sánchez y el de Armengol para evitar finalmente la presentación de un contencioso.
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