King Carter, el niño muerto por el fuego cruzado durante un tiroteo en el condado de Miami-Dade
King Carter, el niño muerto por el fuego cruzado durante un tiroteo en el condado de Miami-Dade - ABC

Una disputa en Facebook acaba con un niño de seis años muerto en un tiroteo en Miami

Las autoridades piden que los jóvenes no recurran a las armas para dirimir sus riñas en las redes sociales

CORRESPONSAL EN MIAMI Actualizado: Guardar
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El pasado sábado, King Carter, de 6 años, jugaba con sus amigos en un aparcamiento frente a su casa en el noroeste del condado de Miami-Dade y se disponía a comprar su golosina favorita con los tres dólares que le había dejado su padre. En ese momento, irrumpió en la zona un coche negro con dos jóvenes a bordo que buscaban a un tercero. En cuanto lo localizaron en unas escaleras, descendieron precipitadamente del vehículo y comenzaron a dispararle. El atacado respondió también con un arma de fuego y se entabló un intenso tiroteo. Uno de los atacantes resultó herido en el cuello, pero ninguno de los tres involucrados en la refriega fue quien se llevó la peor parte.

En el fuego cruzado, el pequeño King recibió un disparo en el pecho, que poco después acabó con su vida en el hospital.

Este caso, que se une a la larga cadena de muertes violentas de menores que viene sacudiendo desde hace tiempo al condado, ha conmocionado a la población. Desde enero del pasado año, varias decenas de niños y adolescentes han perdido la vida en incidentes de este tipo, a los que se suman muchos otros heridos. De hecho, desde la muerte de King se han producido al menos otros tres episodios de la misma naturaleza, en uno de los cuales murió un joven de 17 años.

Pero en el caso de King Carter se da además otra circunstancia que preocupa especialmente a las autoridades. El tiroteo que se llevó su vida por delante se originó en una disputa virtual en Facebook que los dos atacantes llevaron al mundo real, según la policía. Irwen Pressley, de 17 años, y Leonard Adams, de 18, quisieron vengarse en persona de otro chico identificado como Ju Ju, desatando la mortal balacera.

Tanto Pressley como Adams, que fue el que resultó herido, han sido detenidos y encarcelados sin fianza, acusados del homicidio en segundo grado del niño y de intento de homicidio en primer grado del joven al que pretendían matar. No obstante, la operación continúa abierta y no se descarta la detención de otras personas involucradas.

Por ahora se desconoce de cuál de las armas procede el disparo que mató al niño. Pese a su corta edad, los dos acusados de abrir fuego tienen ya un historial delictivo a sus espaldas. Precisamente, Pressley estaba en libertad provisional por cometer un robo a mano armada y llevaba en el tobillo un localizador electrónico que ha permitido situarle en el lugar del tiroteo.

“Hay otras formas de resolver los problemas”

El alcalde del condado, Carlos Jiménez, lamenta que “por una una ridícula riña en Facebook o Twitter” se acabe matando a un chico o una chica. “Algo falla aqu., Tenemos que sacar las armas de la calle”, señaló.

En la misma línea, Alfredo Ramírez, director interino de la policía de Miami-Dade, advirtió que hay que hacer que los jóvenes dejen de coger las armas para saldar los enfrentamientos que mantienen en las redes sociales, arruinando su vida y la de otros inocentes. “No cojáis un arma, hay otras formas de resolver vuestros problemas”, imploró.

La muerte de King Carter ha sido un duro golpe para una población ya muy golpeada por la violencia. Se han organizado marchas y vigilias en su memoria en las que familiares, amigos, vecinos y líderes de distintas instituciones han clamado por el fin de esta lacra. Se ha recaudado dinero para contribuir a las investigaciones y en la web “CrimeStoppers” se han ofrecido 26.000 de recompensa por la ayuda para dar con los homicidas, 20.000 de ellos procedentes de las arcas del condado.

No debió morir mi hijo de seis años para que la comunidad brindara su amor
Santonio Carter

“El respaldo ha sido abrumador -ha dicho Santonio Carter, el padre del pequeño-, pero no debió morir mi hijo de seis años para que la comunidad brindara su amor”. “No nos vamos a parar”, advirtió.

“Esto empieza por nosotros, los padres”, ha señalado por su parte la madre, Monica Smith, a la emisora de televisión Local 10 News. “Tenemos que hacerlo mejor para educar a estos chicos -señaló-. Cualquiera puede coger un arma”.

Esta sucesión de hechos violentos “tiene que parar”, ha asegurado el superintendente de las escuelas públicas de Miami-Dade, Alberto Carvalho, quien advierte de que no se trata de “un problema de una sola persona o del área de un código postal concreta”, sino que “remueve el alma” de la comunidad.

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