Cuidados en cachorros
No existirá mejor madre que una madre. Defensora de sus neonatos ante cualquier peligro, antepondrá su crianza a su propia vida
Las funciones maternas de perros y gatos comienzan por lo que es conocido como «lamido», vigoroso y esmerado a cada cachorro. En los primeros momentos eliminan así las envolturas placentarias; pero también sirven de estímulo. Masaje, limpieza y secado del recién nacido. Este que ha abandonado la cálida yacija maternal y ahora se enfrenta a un entorno más hóstil. La madre, guiada sabiamente por una inteligencia oculta, innata e instintiva, actuará sin titubeos como una experta. El lamido también estimula la defecación y micción del neonato. Pequeños «pipis y caquitas» lácteas sin apenas olor, que la mamá ingiere. No han de quedar rostros olorosos ni suciedades en el nido. El instinto guía como un potente y misterioso rayo. Es pues, imprescindible esta conducta maternal, se asegura la eliminación de detritos de manera total y se mantiene oculto a posibles predadores de aquel hogar, donde una feliz, abnegada y un tanto angustiada madre trata de sacar adelante a su progenie. Este primer mecanismo expuesto, es casi inmutable en el mundo natural. Las mamás han sido domesticadas para perpetuar la especie. Serán las mejores del grupo y no fallarán.
Hembras domésticas
Sin embargo, «con las hembras domésticas, no siempre sucede así», asegura el veterinario Javier Álvarez de la Villa. Mamás primerizas, mimadas y rodeadas de entornos nerviosos hasta el histerismo e indiscretos hasta el espectáculo, podrán bloquearse y no atender al neonato tras el parto. En ocasiones lo abandonan , se desentienden... Ahora es nuestro momento, el del ser humano racional e imitador inigualable. Coger rapidamente al neonato, librarle de las envolturas fetales, frotarle con un paño secándole, estimulándole, eliminando secreciones orales y de las narinas para que el aire entre en sus pulmones. Con estas operaciones hemos imitado aquel primer momento del lamido.
La hipotermia enemigo mortal
El «calor» también merece, por supuesto, unas líneas. El neonato es expulsado del interior materno. En concreto de un útero que es una auténtica e inigulable incubadora. Temperatura de 38,8º C durante unos meses de gestación. Por eso las concepciones sincronizan con el foto periodo positivo de la primavera y verano. Las temperaturas no serán tan extremas. La hipotermia es un enemigo mortal. Las madres caninas y felinas, y todas las madres lo saben, se lo ha dicho su instinto. El nido será mullido, cálido y oculto a indiscretos y posibles enemigos. Nuevamente, el hombre en las ciudades y sofisticados hogares habrá de imitar este concepto. Preparará «parideras» en lugares tranquilos del hogar, procurará lechos mullidos y absorbentes, luces tenes en los lindes de la penumbra y ojo, temperaturas óptimas. La regla térmica resulta fácil de cumplir. El cuero de la madre a 38º-39 º C actuará como foco de calor ofreciendo un ambiente témico al cual los neonatos se acercarán más o menos en función de su edad y necsidades. La segunda temperatura, la de la habitación, ha de ser moderada, alrededor de 24 º C, evitando el estrés térmico de las altas (termostatos a 30ºC) y bajas temperaturas (por debajo de 20ºC).
hembras «ultramimadas» y alimentación
Nuevamente, algunas hembras domésticas de sofisticadas razas caninas o felinas, más que «ultramimadas», podrían imcumplir temporalmente su función. Incumplimiento que resultará fatal, aún en cortos períodos de ausencia. Es necesario ser previsores y tener preparado un foco que actúe como gradiente térmico. Una manta eléctrica o una bolsa de agua caliente suplirán hasta que la primeriza madre, recuperada del «shock» emocional inicial, recupere su mando y su lugar. La lactancia -comenta el experto del Centro Veterinario Víctor de la Serna Álvarez- «ocupa un lugar preponderante desde casi los primeros minutos. Tras los cuidados de estimulación, elimnación de envolturas fetales, secrecciones etc., los neonatos comienzan a mamar». El flujo continuo placentario de nutrientes que penetraban a través del cordón umbilical, se ha interrumpido. La madre ha cortado el cordón umbilical, otra vez guiada por el instinto, en una maniobra de corte y aplastamiento casi inigualable, pues esta delicada intervención materna evitará sangrado al cien por cien, además de infecciones (onfalitis) neonatales. Si la madre «bloqueada» no lo hiciera, seremos nosotros con una ligadura los que actuemos con una maniobra mucho más burda, pero indispensable y eficaz. La lactancia es vital. La madre ofrece normalmente un sistema mamario pleno de nutritivo Calostro, que como sabemos, es sinónimo de elevadísimo valor nutritivo y defensivo (portador de anticuerpos). Bastará una breve ausencia del nido para que los cachorros huérfanos puedan entrar en hipotermia e hipoglucemia. Esta es la razón por la que las madres apenas se ausentaran del nido. En la dura naturaleza, una madre enferma o desaparecida podrá ser sustituida por otra u otras hembras de la manada. Actuarán como nodrizas. Nuestros perros recuerdan este mecanismo protector primigenio heredado de sus ancestros lobunos. Esta es la explicación de la llamada Pseudogestación o embarazo psicológico de nuestras hembras caninas. Dos meses más tarde del celo pueden ofrecer leche y tener un comportamiento maternal. Estarán disponibles.
Labores nodrizas: lactancia artificial
Así es que, en ausencia de la madre natural, nosotros nos veremos obligados en ocasiones a labores nodrizas. Ejemplos son la adopción de cachorros abandonados o huérfanos. En los mismos, la lactancia artificial ofrecerá resultados muy satisfactorios. Será preciso un pequeño entrenamiento que su veterinario podrá proporcionarle, como el tipo de alimento, empleo de biberones, periodicidad de las tomas, recomposición y dosis lácteas... serán primordiales. Con mucha paciencia, estos neonatos saldrán adelante. Hemos repasado algún concepto del parto en caninos y felinos. En la naturaleza estos mecanismos resultan casi infalibles. La supervivencia está en juego y la selección natural actua en el tiempo. En los animales de compañía, los instintos parecen un tanto relajados y en ocasiones, tendremos que ayudarles, no sólo en el parto, sino también en las labores de crianza. Les hemos dado acómodo, cobijo y protección, es nuestra responsabilidad.
Productos que pueden ayudar
Aunque el veterinario es el que tiene la última palabra, en la actualidad en el mercado hay una amplia gama de productos lacteos adecuados para ayudar a alimentar y nutrir a gatitos y cachorros que lo necesiten.
«Milkcan» es una leche en polvo apta para perros y gatos. Indicada también para hembras gestantes. Rica en proteínas, vitaminas está sobre todo recomendada como suplemento alimenticio desde el décimo día antes del parto y hasta el destete. (envase de 400 gramos y tiene un precio apróximado de 17,65€).
Última. Leche para gatos y gatitos (250 ml. 1,28 € aprox.)
Whiskas: Leche para gatos Alimento complementario para gatos y gatitos de más de 6 meses. Baja en lactosa con calcio y vitaminas. A los mininos les gusta beber un poco de leche, pero la lactosa que contiene la leche de vaca puede ser difícil de digerir para algunos gatos. Este es una opción sana que no dará problemas a su estómago. (200ml 1,50 € aprox).
Royal Canin: Dispone de «Baby dog milk» (23, 12 € aprox) leche especial para cachorros desde su nacimiento hasta el destete. Composición muy parecida a la leche materna que favorece un crecimiento seguro, aportando un nivel elevado de enrgía y proteínas. Está particularmente adaptado al sistema digestivo del cachorro ya que no contiene almidón. Por otro lado, el aporte de fructosa contribuyen a mantener el correcto equilibrio de la flora digestiva. o «Baby cat milk» ( 21,99 € aprox). Este último se trata de un alimento completo para la lactancia de gatos desde el nacimiento hasta el destete (0 a 2 meses de edad).
Noticias relacionadas
