Caso del «bebé sin rostro en Portugal»: el ginecólogo, bajo la lupa judicial, podría dejar de ejercer

El nacimiento de Rodrigo destapa cuatro expedientes disciplinarios ocultos del doctor que alumbró su venida al mundo. Ahora el bebé se debate entre la vida y la muerte

ABC
Francisco Chacón

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El escándalo del bebé sin rostro crece en progresión geométrica en Portugal. El extraño caso, surgido al nacer un niño sin ojos, sin nariz y sin parte del cráneo en un hospital privado de Setúbal, saltó al primer plano hace 10 días, cuando Rodrigo vio la luz después de un embarazo complicado y de un aluvión de análisis y ecografías.

El revuelo y la indignación avanzan a gran velocidad al otro lado de la frontera, pues los padres denunciaron las irregularidades desde el proceso de seguimiento del tramo final de la gestación en el Servicio de Obstetricia del Hospital San Bernardo de la localidad costera, 50 kilómetros al sur de Lisboa.

Y todo porque el médico especialista encargado, Artur Carvalho , no fue capaz de darse cuenta de que algo no marchaba bien, sobre todo porque no interpretó correctamente las cuatro ecografías realizadas en una clínica anexa, denominada Eco Sado.

Este otro centro ha sido precintado, ya que no han quedado claras sus competencias para efectuar estas funciones. Lo mismo sucede con el supuesto doctor en cuestión, sobre quien ha emitido un comunicado el Servicio de Hospitales de Setúbal desmarcándose de su supuesta facultad para materializar ecografías.

La opinión pública lusa no da crédito ante semejante grado de negligencia, que ha desembocado en una oleada de estupor diseminada por las redes sociales justo cuando el pequeño Rodrigo ha cumplido 10 días de vida, incluso aunque inicialmente solo le garantizaban unas horas en el mundo.

El caso pone sobre la palestra la idoneidad de acudir a clínicas privadas cuando se necesita una asistencia de este tipo, aunque las mujeres portuguesas llevan varios meses sufriendo el deterioro de los servicios de maternidad de los hospitales públicos, con una evidente falta de efectivos que ha hecho que hasta el Ministerio de Sanidad permitiera el cierre temporal de algunos centros en horario nocturno, especialmente en los alrededores de Lisboa y Oporto.

Los padres de Rodrigo confiaron en Artur Carvalho, quien les aseguró que no se iban a manifestar malformaciones de ninguna clase y que todo transcurría según lo previsto.

Pero, por si acaso, se lanzaron a pedir en otra clínica una ecografía más avanzada, de las denominadas 5G , y ahí fue donde les llamaron la atención acerca de los problemas que, con toda seguridad, se iban a presentar en el parto.

Entonces, ¿por qué el médico del Hospital San Bernardo no se apercibió de las anomalías? ¿Es que no se trata de un profesional suficientemente acreditado?

El hecho es que, cuando le mostraron el informe alternativo, lo desdeñó absolutamente... hasta que el alumbramiento sacó a la luz las terribles consecuencias, lo que deja en entredicho su trabajo.

La labor divulgadora del escándalo emprendida por los padres, traumatizados ante el aspecto físico con el que ha nacido la criatura, desembocó en la apertura de una investigación por parte de las autoridades. De momento, el primer fruto de las pesquisas ya se conoce: el obstetra tenía pendientes al menos cuatro procesos disciplinarios elevados ante el Colegio Oficial de Médicos y, aun así, estaba ejerciendo. Uno de los antecedentes fue archivado en 2011, pero correspondía igualmente a un caso de malformaciones.

Por qué se le permitía

Lo que está claro es que resulta difícil de entender por qué se le permitía desarrollar su labor a este médico si pendían sobre él dudas y más dudas.

«Se confirma la muy reciente recepción de una queja presentada por la madre. La misma dio origen a una investigación que está en curso en los términos establecidos por el Departamento de Investigación y Acción Penal de Setúbal», asegura un portavoz de la Fiscalía General del Estado.

Por su parte, el Servicio de Hospitales de Setúbal ha iniciado su propia investigación, de manera paralela, por lo que todo apunta a que Artur Carvalho lo tendrá muy difícil para volver a ejercer. De momento, las autoridades sanitarias hacen un llamamiento a la serenidad ante un caso que solivianta a los portugueses.

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