Bolzano se convierte en el bastión de los antivacunas italianos: «El Covid se cura con agua caliente y té»
Algunos aprenden la lección: «¡Qué error no vacunarme! Me arriesgué a morir y dejar sola a mi familia», afirma desde la cama de terapia intensiva el propietario de un restaurante que era contrario a las vacunas
«Esto no es una pandemia, es una dictadura», gritan algunos de los manifestantes que protestan en la provincia autónoma de Bolzano – Tirol del Sur, al norte de Italia en la frontera con Austria, contra la obligación de la vacuna anti-Covid para los mayores de 50 años, medida que entró en vigor el primero de febrero. «¿Hay más de doscientos muertos al día? ¡No me importa, lo importante es que el alma se mantenga a salvo!», decía una señora anciana en la manifestación de Bolzano. A su lado, con cierta agitación un hombre jubilado respondía a una televisión: «¿Me ponen una multa de cien euros por no vacunarme ? Yo no me vacunaré ni aunque la multa sea de doce mil euros. ¡Mejor morir de pie que una vida de rodillas!». Bolzano se ha convertido en el bastión de los antivacunas.
Italia fue el primer país europeo en ser golpeado por el coronavirus. Hasta hoy han muerto 148.167 personas por el Covid y 11.5 millones de italianos se contagiaron. Casi dos años después, aunque Italia es uno de los países europeos con mayor índice de vacunados (el 87,05 de la población recibió al menos una dosis), todavía hay 4,9 millones de mayores de 12 años sin vacunar , según datos del ministerio de Sanidad. Los mayores de 50 años que hasta ahora rechazaron vacunarse son 1,8 millones.
Prácticas inaceptables
A pesar del alto precio que Italia ha pagado en víctimas, todavía hay quienes no solo predican contra la vacunación, sino que lo hacen con teorías que no tienen ningún fundamento científico y en algunos casos constituyen un despropósito. Es el caso de un conocido psicólogo de Merano, ciudad de 41.000 habitantes de la provincia de Bolzano, Ulrich Gutweniger, quien en un video propone la cura del Covid «bebiendo agua caliente o té porque con ello, el virus muere si lo tenemos dentro». Gutweniger afirmaba que un médico amigo suyo curaba «el 99 % de los positivos con homeopatía, sin hospitalización». A un periodista del canal de televisión La7 llegó a decir esta serie de afirmaciones increíbles: «Los test de antígenos son cancerígenos. En las vacunas han metido láminas de grafeno cuyo efecto es como el de hojas de afeitar: entran en el flujo sanguíneo y te cortan dentro todos tus órganos, el corazón... Esta vacuna modifica el ADN, cambia el genoma y te quita un poco del alma, por eso no hay que hacerla«. Por la consulta, Gutweniger cobraba 90 euros , por supuesto sin factura, en negro. También al periodista le cobró esa cantidad. Ulrich Gutweniger ha sido suspendido por ser antivacunas, mientras el Colegio de psicólogos de Bolzano estudia medidas disciplinarias: «Es inaceptable que diga estas cosas un psicólogo, una figura profesional sanitaria», ha manifestado Sabine Cagol, la presidenta del Colegio de psicólogos.
Medicina alternativa en auge
En Bolzano – Tirol del Sur han sido suspendidos 1.200 sanitarios por negarse a ser vacunados . En un video realizado por médicos y farmacéuticos que creó polémica, se proponían tratamientos alternativos y profilácticos, como la vitamina C y D, el zinc y micronutrientes. En el mismo video se afirmaba que en la lucha contra el Covid también entran en juego los «buenos pensamientos», una «psique estable y fuerte» y la «confianza en los poderes de autocuración».
Una de las razones que explica el rechazo a las vacunas está en la creciente confianza de algunas personas en la medicina alternativa, según explica el presidente del Colegio de médico de Bolzano, Claudio Volanti: «Todavía existe la creencia de que la medicina tradicional tiene algo menos que la alternativa, como lo demuestra el hecho de que el balance de las empresas que venden productos homeopáticos siempre es muy alto. La Federación Nacional de Órdenes de Médicos y Cirujanos reconoce la medicina complementaria o no convencional, pero no la alternativa, practicada por muchos médicos aquí en Bolzano - Tirol del Sur», explica el doctor Volanti.
Aprender la lección
Se explica así que Bolzano, con un fuerte movimiento antivacunas, esté a la cabeza en Italia en número de infectados, con notable diferencia sobre el resto del país: Los positivos son 2.171 por 100.000 habitantes. Algunos terminan por arrepentirse , como Pietro Candela, propietario del restaurante «La casa de Jo» de Bolzano, en terapia intensiva desde comienzos de enero. Candela escribió en las redes sociales: «La vacuna no sirve; solo hay que confiar en los médicos antivacunas». Ahora dice que aprendió la lección: «¡Qué error no vacunarme! Me arriesgué a morir y dejar sola a mi familia».
Pero sería injusto señalar a esta provincia como un caso aislado o una gran excepción. Su porcentaje de mayores de 50 años no vacunados es el 9,6 %, pero otras regiones rondan también el 10 %, como Basilicata, Sicilia, Valle d' Aosta o Friuli Venezia Giulia. Los movimientos antivacunas se extienden con mayor o menor fuerza por todo el país , aunque han muerto ya por Covid varios de sus líderes. Este sábado se conoció el fallecimiento, en Perugia, del conocido biólogo Franco Trinca, 70 años, uno de los coordinadores del movimiento «Unidos por la libre elección», formado por asociaciones antivacunas. Franco Trinca, muy activo en programas de televisión, sostenía que el Covid se cura en casa con vitaminas (A, B, C y D) y minerales (zinc y magnesio), productos cuya eficacia contra el coronavirus ha sido rechazada en diversos estudios.
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