Un total de 140 esculturas adornan los alrededores de la Torre Eiffel
Un total de 140 esculturas adornan los alrededores de la Torre Eiffel - afp

Esculturas de animales recogen propuestas ciudadanas ante la Cumbre del Clima

Un arca de Noé que ha desembarcado a los pies de la Torre Eiffel reunirá ideas de pequeños y mayores para proteger el medio ambiente

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Hasta 140 esculturas de colores han desembarcado a los pies de la Torre Eiffel. Y es que el monumento más visitado del mundo saludaba el pasado fin de semana a rinocerontes, leones, orangutanes, peces, aves y hasta insectos. Todos ellos componen un insólito arca de Noé ideado por el artista Gad Weil a petición de la ministra francesa de Medio Ambiente, Ségolène Royal.

Pero esta fauna no se quedará en París, sino que recorrerá las principales ciudades de Francia para recabar las ideas que pequeños y mayores tienen a la hora de proteger el medio ambiente. Al fin de este viaje los animales retornarán a París para llegar a tiempo a la Cumbre del Clima (COP21) que se celebrará del 30 de noviembre al 10 de diciembre.

Durante su celebración las propuestas ciudadanas recabadas presencialmente por los animales del arca y de forma online desde Twitter (#ADNClimat) serán transmitidas a los jefes de Estado y diplomáticos de 195 países allí presentes.

«Es importante que se dirija a los niños porque debemos proteger el planeta por ellos. Con esta iniciativa les damos la oportunidad de actuar y de retomar el llamamiento de los animales», indicó –según recoge el diario El País– la número tres del Gobierno francés, encargada de movilizar a la sociedad civil ante la cumbre de diciembre.

Por su parte, los parisinos y turistas más impacientes ya se han acercado a este peculiar grupo de animales, colocados por un día junto al hotel de los Inválidos. Presididos por una enorme jirafa azul, ninguno de ellos ha sido seleccionado al hacer. Weil ha seguido un criterio didáctico, con especies amenazadas como el atún rojo o la ballena, y también lúdico y poético.

Las siluetas de los animales se han trazado con altuglas, un metacrilato que –como no podía ser de otro modo– se puede reciclar hasta el infinito. Las figuras toman los colores del arcoiris, y sus cuerpos están marcados por unas estrías, símbolo de su lucha contra el calentamiento global y por su supervivencia.

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