La Fundación CYD analiza la contribución de las universidades al desarrollo del país
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La Universidad «remonta» la crisis y mejora su presupuesto

Según el último informe de la Fundación CYD, los recortes llegan a su fin y la tasa de inserción de los titulados aumenta

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El año 2014 ha supuesto un punto de inflexión en la Universidad para superar la crisis, pues parece que estos centros ya no van a gestionar presupuestos a la baja y se ha llegado al límite en el

«Los recortes presupuestarios parece que están llegando a su fin» y todo hace pensar que la reducción de los presupuestos en la universidad «será mínima o inexistente», aunque no se volverá a los niveles que había antes de la crisis, ha afirmado el coordinador general del informe 2014, Martí Parellada.

No obstante, ha dicho que se desconoce si volverá a aumentar el número de universitarios después de que en los últimos tres cursos hayan descendido en más de 80.000.

Según el experto, no hay «estudios solventes» que expliquen con precisión las causas de esta disminución de alumnos, aunque ha citado el aumento de las tasas, la bajada demográfica en la franja de edad universitaria o el hecho de que hoy resulta casi necesaria una «dedicación exclusiva» para estudiar en una universidad.

Parellada ha reconocido que con tasas más altas y becas más bajas se hace «más difícil» estudiar en la Universidad, que todo ello es «una decisión estrictamente política» y que un cambio de tendencia corresponde a «los parlamentos correspondientes».

La Fundación CYD, presidida por Ana Patricia Botín, tiene desde 2002 el objetivo de analizar la contribución de las universidades al desarrollo económico y social del país, ha recordado su vicepresidente, Francesc Solé.

Tanto Solé como Parellada han resaltado que la fotografía de la Universidad en 2014 es «un momento de inflexión».

Para esta conclusión se basan en distintos indicadores del año pasado, en especial la mejora de inserción laboral de los titulados.

Así, la tasa de paro de los titulados universitarios descendió casi un punto y medio y la tasa de empleo aumentó más de un punto (entorno al 15 % en 2013), «una mejora más significativa en España que en la UE», aunque en términos absolutos esos valores están por debajo de los europeos, han explicado.

Asimismo, los graduados superiores trabajaron en 2014 a tiempo parcial en menor medida que el global poblacional (12,6 % frente a 14,9 %) y su tasa de temporalidad fue menor (19,2 % frente a 22 %).

Pero un 37 % de los ocupados españoles con título universitario estaba en 2014 empleado en tareas que no eran de alta cualificación (datos Eurostat) y el 44,5 % de las egresados dados de alta en la Seguridad Social no pertenecían a grupos de cotización de tipo universitario.

De hecho, hay un desequilibrio entre las titulaciones más demandadas por los estudiantes y las de mejor inserción laboral. Entre las primeras están las ingenierías, matemáticas, física, química u óptica y, entre las segundas, periodismo, comunicación audiovisual, publicidad y relaciones públicas.

Otros puntos positivos detectados en el sistema universitario son que los presupuestos de ingresos indican un descenso del 1,7 %, el más reducido desde 2010; un esfuerzo para adaptarse al Espacio Europeo de Educación o que aumenta entre los egresados el grado de satisfacción en relación al nivel de formación recibida.

Mejor rendimiento

Las universidades también han gestionado «bien» la tasa de rendimiento de los alumnos, según Parellada, que ha mejorado y, por tanto, el nivel de formación.

Y todo en un contexto en el que por la crisis los gastos en educación superior en España han sido inferiores a los de la media de la OCDE.

En cuanto a la producción científica, el informe asegura que ha aumentado la producción(un 16 %) y que el 70 % se realiza en los centros universitarios, pero que ha bajado en liderazgo y excelencia.

Los expertos han señalado que esas tendencias «coinciden con un fuerte descenso de la inversión en I+D, tanto en gastos brutos como en porcentaje del PIB, así como en el volumen de recursos humanos dedicado a I+D».

«Es imprescindible recuperar los fondos públicos y privados destinados a la investigación y transferencia», han enfatizado.

El estudio termina proponiendo como retos el aumento de la competitividad y la bajada del desempleo.

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