Eliana La Ferrara:«La televisión ayudaría a resolver el problema de la baja natalidad»

ABC entrevistó en la biblioteca de la Fundación BBVA a la catedrática de Economía de la Universidad Bocconi de Milán (Italia), responsable de estudios que buscan combatir la pobreza a través de la televisión.

¿Es la pequeña pantalla la nueva esperanza para el desarrollo social pese a que a veces la asociemos como la «caja tonta»?

Creo que la motivación para investigar esto ha surgido de una rápida difusión de la televisión en países pobres. La idea es sacar partido de la gran difusión del medio para mandar mensajes de desarrollo en los programas. Durante muchos años la gente ha pensado en el posible impacto negativo de la televisión en cuanto a la educación o salud.

Algunas de las variables que se han correlacionado de forma positiva son elementos vinculados a la fertilidad y también sobre conductas aconsejables en cuanto a las decisiones financieras.

La evidencia requiere que se diferencie el efecto de los programas que solo son comerciales del medio y separarlo de programas diseñados para mandar un mensaje concreto. Estos últimos son útiles y se le llama «entretenimiento educativo o educación que entretiene».

Pese a esos efectos positivos, ¿cómo pueden afectarnos los contenidos violentos y sensacionalistas del medio?

Para poder atraer al público a menudo hay que meter elementos sensacionalistas que no son puramente educativos. Yo creo que el equilibrio fundamental sería introducir suficiente entretenimiento para que que la gente se sienta motivada para ver la emisión pero también incorporar sutilmente mensajes educativos.

Has hablado de cómo nos afectan los contenidos violentos. Los economistas no tenemos una prueba muy clara de ello. Mucha de la preocupación viene de la asociación entre programas que impliquen violencia pero tú no sabes si esos niños tienen una predisposición a la violencia o si el responsable es el medio.

En Barcelona hace unas semanas un niño asesinó con una ballesta a su profesor y luego se comentó que veía una serie de zombies, The Walking Dead, donde un personaje llevaba una ballesta.

Está claro que intuitivamente en nuestra mente hay esa conexión pero desde el punto de vista científico es más difícil demostrarlo porque lo primero es preguntarse por qué ese niño estaba viendo la serie. El niño podría tener una predisposición a que le gustase el programa. ¿Qué hubiera hecho el niño de no verlo? Quizá hubiera matado al maestro con un cuchillo en lugar de una ballesta. Todo lo que podemos hacer en la investigación es encontrar un experimento específico donde el menor se vea expuesto al programa sin que él lo elija y medir a posteriori los efectos.

En ese equilibrio entre elementos educativos y sensacionalistas, ¿cree que son menos efectivas las campañas institucionales por ser manifiestamente educativas?

Teóricamente es posible pero no te puedo decir que tengamos una evidencia que compare la efectividad de uno y otro porque para poder hacer eso tienes que elegir una población y luego tienes que exponer parte de ella a la campaña educativa y otra parte al programa educativo de forma aleatoria y luego compararlo. Todavía hoy, la mayor parte de las evaluaciones se centran en una cosa o en otra. Creo que sería el siguiente paso.

¿Qué puede hacer la televisión para resolver problemas de países desarrollados como la baja natalidad española?

Puede hacerlo por dos canales. Uno, explicando a la gente que para que la seguridad social sea sostenible tiene que haber crecimiento de población. Eso sería un enfoque más frío. En los estudios en los que me he centrado en lugar de información se utilizan modelos de roles. Presentas personajes o situaciones en la televisión que hace que te quieras parecer a ellos. Se pueden destacar los valores que tú crees correctos: en ese caso, metiendo a una familia con dos hijos en lugar de uno y mostrar que es muy bueno que un hermano cuide al otro. Pero de la misma forma que se intenta lanzar un mensaje positivo podría distorsionarse ideológicamente para manipular a la gente. Es importante saber en qué contexto se hace. Puede ser un país con buenas instituciones o un entorno con un control autocrático del contenido de los medios.

¿Somos lo que vemos?

Espero que no solo, pero estamos condicionados por lo que vemos.