El Papa quiere que las mujeres participen más en la Iglesia
El Papa quiere que las mujeres participen más en la Iglesia - afp

El Vaticano escuchará a las mujeres

Mujeres profesionales introducirán cada debate de cardenales y obispos

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«Las mujeres no queremos ser cardenales, sino participar en esta apertura nueva de la Iglesia de Papa Francisco», explicó en el Vaticano la actriz italiana Nancy Brilli al presentar el programa de la próxima reunión de cardenales y obispos del Pontificio Consejo de Cultura, que estudiará precisamente «Las culturas femeninas: igualdad y diferencia».

La conferencia de prensa en el Vaticano corrió a cargo de cuatro mujeres de extraordinario nivel profesional: la actriz de comedia Nancy Brilli; la presidenta de la RAI, Anna Maria Tarantola; la periodista Monica Maggioni, directora de la cadena RAI News24; y la vicerrectora de la Universidad LUMSA, Consuelo Corradi, que acompañaban al presidente del Pontificio Consejo de Cultura, cardenal Gianfranco Ravasi.

Son cuatro de las mujeres que han participado en la elaboración del documento de trabajo para los debates del 4 al 7 de febrero.

Tan solo el hecho de que estuviesen presentando la actividad de un departamento del Vaticano indicaba que algo ha cambiado.

En el Sínodo de la Familia del pasado mes de octubre, la primera intervención de cada mañana y cada tarde corría a cargo de una pareja de esposos. Después, tomaban la palabra los obispos, pero las intervenciones más aplaudidas –algunas veces durante minutos y en pie- solían ser la de los matrimonios. Sencillamente, eran los «expertos» en familia.

El Pontificio Consejo de Cultura ha copiado la metodología para el primer debate a fondo sobre «Las culturas femeninas: igualdad y diferencia».

El Vaticano creará nuevos espacios para la colaboración de las mujeres, empezando por un primer paso de sentido común que es escucharlas, pues, como ha dicho el Papa, «las mujeres ven las cosas de modo diferente, y plantean preguntas diferentes, más profundas». La presencia de profesoras y de matrimonios expertos en temas de familia será cada vez más frecuente en seminarios y noviciados, y el Vaticano comienza dando ejemplo.

Por eso intervendrá ante el Pontifico consejo de Cultura la escritora y analista política sueca Ulla Gudmunson para introducir el debate sobe «Igualdad y diferencia: la búsqueda de un equilibrio».

A su vez, el debate sobre «La generatividad como código simbólico» será presentado por la norteamericana Donna Orsutto, profesora de Espiritualidad en la Pontificia Universidad Gregoriana, y la italiana Laura Bastianelli, psicóloga clínica de la Pontificia Universidad Salesiana.

Paridad con diversidad

La sesión sobre «El cuerpo femenino: cultura y biología» será presentada por la historiadora del Arte Micol Forti, directora de la Colección de Arte Contemporáneo de los Museos Vaticanos –quien tuvo que defender en la conferencia de prensa el uso de una escultura de Man Ray, «Venus Restaurada» (1936), en la página web del Pontificio Consejo-; la hermana Eugenia Bonetti, luchadora mundial contra la prostitución esclava; y la atleta anglo-italiana Fiona May.

El debate sobre «Mujeres y religión: ¿fuga o búsqueda de nuevos modelos?» será introducido por la teóloga bíblica francesa Anne-Marie Pelletier, premio Ratzinger del 2014, y la hermana Mary Melone, rectora de la Pontificia Universidad Antonianum, la primera mujer que ha asumido el máximo cargo en una universidad pontificia.

Entre los cardenales del Pontifico Consejo de Cultura que las escucharán hay personajes de primera fila como Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Doctrina de la Fe; Marc Ouellet, prefecto de los Obispos; Donald Wuerl, arzobispo de Washington; Christoph Schoenborn, arzobispo de Viena; Peter Erdö, arzobispo de Budapest y presidente de los obispos europeos, etc.

La presidenta de la RAI, Anna Maria Tarantola, coautora del documento de trabajo, explicó que «nosotras no queremos homologarnos a modelos masculinos. Hay dos modelos. Hay que llegar a la paridad manteniendo la diversidad». Según la presidenta de la televisión pública italiana, «hay muchos estudios económicos que muestran el valor enriquecedor de la diversidad: hombres y mujeres trabajando juntos, manteniendo sus características y sus diferencias».

La vicerrectora Consuelo Corradi aclaró que «hemos preferido utilizar el término ‘generatividad’ en lugar de ‘maternidad’ para incluir a mujeres que han renunciado a ser madres para dedicarse a servir maternalmente a otras personas».

La nueva esclavitud de la cirugía estética

El documento de trabajo denuncia la cirugía estética innecesaria como una nueva esclavitud en «un mundo contemporáneo sometido a presiones hasta el punto de provocar patologías» y también «la explotación del cuerpo femenino con fines comerciales». Denuncia también problemas mucho más graves como la violencia doméstica, el feminicidio, la mutilación genital, la trata de mujeres y los matrimonios forzados, incluso de menores, que son muchos millones cada año según salió a la luz en el pasado Sínodo de la familia.

El cardenal Ravasi defendió el video de la actriz Nancy Brilli que invitaba, en tono muy informal, a mujeres de todo el mundo a enviar testimonios y comentarios en videos caseros breves. En Italia y Europa la interpretación de la actriz, simpática y agraciada, no planteó problemas. Pero en Estados Unidos, según Ravasi, cayó bajo el fuego cruzado «de unos que lo consideraban demasiado edulcorado y otros que lo consideraban demasiado avanzado y poco adecuado a la comunidad eclesial».

Para cortar una polémica que distraía del tema importante, el Pontificio Consejo de Cultura retiró de su página web la versión en inglés. Pero, como dijo Nancy Brilli, «en Internet, nada que haya sido colgado, desaparece».

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