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Se querella contra su exempleado y un banco por ejecutar inversiones de 750.000 euros sin su permiso
El empresario sevillano, dedicado a la comercialización de electricidad, no autorizó ninguna de las operaciones que llevaban su firma «con un corta y pega»
Un empresario sevillano dedicado a la comercialización de luz y gas se ha querellado contra un extrabajador, dos empleados de Renta 4 Banco , entidad bancaria especializada en inversiones, un apoderado de ésta y el representante legal de la misma por ejecutar operaciones de inversiones que le han causado pérdidas de casi 750.000 euros sin su autorización Llegaron a «copiar y pegar» su firma.
Los cinco implicados están siendo investigados por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Marchena . El exempleado del empresario estafado ya ha prestado declaración ante la juez. Este viernes lo harán desde Madrid los trabajadores y responsables del banco.
Al extrabajador se le acusa de falsedad en documento mercantil de forma continuada, administración desleal, un delito agravado de daños y revelación de secretos . Y para llevar a cabo todo esto el querellante apunta a la mano de Renta 4 Banco, entidad con la que operaba el principal investigado, sabiendo que no era el administrador de la empresa ante productos de muy alto riesgo.
En la ampliación de la querella inicial, presentadas en marzo y junio de este año, se incluye la participación de los dos trabajadores de la oficina de Madrid de Renta 4 Banco, con los que operaba el principal investigado mediante correos electrónicos ; el apoderado que firmó el contrato marcó sin cerciorarse de que el firmante no era el administrador de la comercializadora; y el representante legal de la entidad financiera. A los cuatro le acusado el empresario de falsedad documental.
« El banco tenía que saber toda la operativa habitual en este tipo de productos y que el empresario era el único apoderado de esa cuenta. Participan en los hechos, sin su colaboración no se hubieran producido», aseguran, pues se ejecutaron acciones sin seguridad bancaria.
Este viernes están los cuatro citados a declarar. El principal investigado ya lo hizo y admitió la operativa de compra de los productos de alto riesgo a través de correos electrónico.
Fue en junio de 2016 cuando el principal investigado comenzó a trabajar en la comecializadora Ibereléctrica, con sede central en Marchena . Lo hizo en el departamento de administración , pero poco a poco fue asumiendo más tareas, aunque nunca dispuso de la facultad de representación frente a terceros, que siempre quedó en manos del empresario sevillano.
Firmas de corta y pega
También asumió cuestiones importantes como el control de los costes de la compañía, rentabilidad, negociaciones con entidades financieras, compra de productos derivados (swap) para dar cobertura a los riesgos de la actividad de la comercializadora. Y fue aquí donde se dan los hechos denunciados.
«Despachaba con el gerente para recabar su firma en las contrataciones y otros documentos administrativos, pero en ningún momento tuvo representación, ni firma ni poder de ningún tipo », señalan fuentes del caso a este periódico.
Éstos son los antecedentes. En 208 comenzó a solicitar subidas de sueldos. Dos fueron aceptadas, pe1ro la tercera no y pidió la baja voluntaria. Según el querellante, su exempleado llevaba tiempo ideando establecerse por su cuenta en el sector con su propia empresa. Por esto se explican algunas de sus acciones ahora puestas en manos de la Justicia.
En los últimos meses en la comercializadora del querellante «urdió un plan preconcebido » y este pasó por la formalización de diversos contratos de compra de productos financieros de alto riesgo vinculados a la energía, los cuales realizó por correos electrónicos sin autorización alguna con la entidad Renta 4 Banco, que colaboró, según la querella, en la ejecución de tales contratos ilegítimos sabiendo que la persona contratante no tenía poder alguno en la empresa compradora de dichos productos .
Pero hay que remontarse a octubre de 2016 para ver cómo el acusado alcanzó un contrato marco de productos y servicios de esta entidad bancaria, con una oficina de Madrid, y donde estampó la firma del empresario con un burdo «corta y pega» de una firma de un documento digitalizado. Dio su contacto al banco para todas las operaciones venideras. «Suplantó la firma» del empresario.
Comunicaciones vía correos
En la causa obran decenas de correos electrónicos nentre el exempleado y los trabajadores del banco, también investigados, sobre las compras de productos de alto riesgo. Estas operaciones denunciadas se llevaron a cabo desde 2018 hasta mayo de 2019.
El empresario cree que su salida de la compañía fue «premeditada y calculada» , para lo que adquirió productos de alto riesgos financieros en perjuicio de Ibereléctrica, realizó compras inadecuadas de mercado y a precios nada competitivos y con compromisos a largo plazo, hasta seis años. El dueño de la comercializadora ha tenido que asumir, por estas operaciones, garantías bancarias por encima del 1,2 millones de euros .
«Mala gestión premeditada» , según el querellante, a la que se une el diseño y fijación de precios para las grandes cuentas ofreciendo contratos sin beneficios para la empresa o, incluso, en pérdidas. «Negoció contratos en pérdidas».
Las consecuencias de esta «mala gestión» son las pérdidas en esos productos financieros, que ascienden a casi 750.000 euros . A lo que hay que añadir la garantía bancaria depositada por mor de los contratos firmados con Renta 4 Banco y que es de 1,2 millones de euros.
Para rematar su forma de actuar antes de marcharse de la empresa, se dedicó a explicar a sus competidores todo el funcionamiento de la comercializadora , por lo que se le acusa de r evelación de secretos . Una de las empresas que tuvo acceso a esas informaciones es con la que actualmente colabora el investigado. También ha facilitado el listado de clientes de Ibereléctrica a los competidores y ha llegado a negociar con comerciales de ésta para que se fueran con él.
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