URBANISMO

El mandato de Espadas, otro que termina con la comisaría de la Gavidia tapada por las lonas

El gobierno local de Sevilla ha pasado de barajar la opción de un hotel a organizar un concurso de ideas y, ahora, a preferir que el edificio sea para equipamientos

Vista general de la vieja J. SPÍNOLA

Eduardo Barba

En un par de meses el mandato municipal habrá acabado de nuevo en Sevilla y las cuestiones pendientes seguirán siendo muchas. Una de las más sonrojantes es la rehabilitación de la vieja comisaría de la Gavidia , y no sólo por el tiempo transcurrido desde que el edificio cerrara al público, hace más de quince años, sino por los vaivenes del propio gobierno municipal del socialista Juan Espadas , que no parece haber tenido claro en ningún momento qué hacer con el edificio a tenor de los cambios de postura sobre su uso y los escasos avances. De hecho, se llegó a plantear un concurso de ideas entretanto se ha ido tramitando la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) , al que al menos le queda un año por delante para rematarse y que la calificación pase de «gran superficie comercial» a suelo terciario y «de interés público y social».

De esa presentación de proyectos poco se ha sabido, pero sí que se planteó antes de que este lunes la junta de gobierno local aprobase la inclusión de una serie de criterios en el futuro pliego de licitación que, con total claridad y como avanzó ABC, discriminan el posible uso hotelero al imponerse que tendrán más puntuación los proyectos vinculados al equipamiento (cultural, deportivo, sanitario...). Precisamente cuando eran las iniciativas de índole hotelera las que más interés habían mostrado en la compra del inmueble y las que mejor posicionadas estaban. El movimiento municipal supone una especie de vuelta a empezar en lo que a usos se refiere —de la visión turística a la «preferencia clara» por una dotación pública y equipamientos para el Casco Histórico—, un contrasentido teniendo en cuenta que antes se había propuesto el concurso de ideas sin que se conocieran dichos requisitos y, además, un evidente acercamiento a las posturas de los partidos minoritarios de izquierda , con los que el PSOE podría necesitar pactar tras las municipales de mayo a tenor de lo que indican los sondeos y que vienen reclamando con fuerza durante todo el mandato que la Gavidia se convierta en equipamiento y no en un hotel. Hasta ahora Espadas no había dado demasiada cancha a esas pretensiones de Podemos e IU, pero la proximidad de los comicios parece haber influido en este giro. Es más, se ha recogido entre esos requisitos que se puntúe más al proyecto que incluya un espacio simbólico o hito dedicado a la memoria histórica.

De esta forma, con la exasperante tramitación urbanística en paralelo, el ejecutivo local ha dejado pasar el mandato completo sin que al menos exista una idea clara de qué se va a hacer en la Gavidia, más allá de que no haya culminado la necesaria modificación del PGOU. Ayer mismo, de hecho, se informó de que se acaba de licitar un nuevo contrato anual por 79.500 euros para la seguridad del edificio , que hay que seguir custodiando mientras carezca de uso.

Con la imposición de requisitos, además, el interés que hasta ahora mantenían las cadenas hoteleras se va a reducir ostensiblemente, ya que sus opciones para lograr comprar el edificio van a ser escasas si se tienen en cuenta los nuevos parámetros municipales. Los dos proyectos que más posibilidades albergaban, de hecho, eran hoteleros: el del grupo Barceló —que ahora lidera el que fuera alto cargo en el gobierno local del popular Juan Ignacio Zoido , Gaspar Sáez— y el del fondo de inversión Activum . También ha estado sobre la mesa la iniciativa presentada por Forum para desarrollar un gimnasio para cuatro mil usuarios con dos piscinas y spa con una inversión de diez millones de euros. Esta última perdió opciones en su día porque no incluía la reforma de San Hermenegildo, algo que en principio contemplaba el Ayuntamiento como obligación vinculada a la compra de la Gavidia. Pero también en eso ha variado su guion el gabinete de Espadas y ahora el expediente de la vieja comisaría va a ser exclusivo y no incluirá la reforma de la antigua sede del Parlamento de Andalucía.

Las comisarías

Esta reforma del edificio, además, lleva aparejada la construcción de cinco comisarías por parte del Gobierno central. El compromiso se adquirió por parte del Ejecutivo nacional en 2005 merced al convenio rubricado con el Ayuntamiento para la compra de la vieja jefatura, que el Estado había cerrado y llevaba ya entonces varios años abandonada pese a su privilegiada situación en el Casco Histórico. La ciudad firmó un acuerdo leonino que fue considerado como un gran favor por parte del entonces alcalde, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín , al presidente y líder de su partido, José Luis Rodríguez Zapatero , ya que se adquiría el viejo edificio a un precio de 12,2 millones tras fracasar los intentos de cesión entre administraciones. De ese dinero, el Ayuntamiento pagaba en efectivo 9,9 millones, mientras que el resto se incluyó en un punto del convenio que recogía que tal cantidad sería abonada mediante solares en los que el Gobierno central construiría cinco comisarías que demandaba la ciudad. Y se señalaron todas ellas: Sevilla Este, Macarena, Nervión, Polígono Sur y Bermejales.

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