Patrimonio

Espadas cambia el estilo de las calles de Sevilla antes de que llegue la ordenanza de paisaje urbano

El Plan Director se retrasa porque el Ayuntamiento quiere incluir una norma para regular criterios urbanísticos

Espadas, junto a Antonio Muñoz y técnicos de Urbanismo y Emasesa, visitando la reurbanizada calle Becas J. J. Úbeda
Javier Macías

Javier Macías

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El Ayuntamiento de Sevilla ha puesto en marcha multitud de reurbanizaciones en el Casco Antiguo en los últimos años sin seguir un criterio estético y sin que la Comisión de Patrimonio intervenga para frenar la deriva ecléctica que han tomado los distintos proyectos. Así, al mismo tiempo en el Centro se han llevado a cabo las obras en la calle Becas y en Mateos Gago , con un resultado completamente diferente. Incluso, en esta última, se han utilizado distintos tipos de pavimento en las vías aledañas. Ahora, el Consistorio ha encargado a la Universidad de Sevilla que incluya en el Plan Director de Patrimonio una ordenanza para regular el paisaje urbano y esto está haciendo que se retrase la aprobación de este documento que marcará la hoja de ruta a seguir para los edificios municipales. Así se lo indicaron los técnicos de la Gerencia de Urbanismo a Adepa en una reunión que tuvo lugar la semana pasada.

De esta forma, el Ayuntamiento está llevando a cabo las reurbanizaciones antes de tener que asumir los criterios marcados en la futura ordenanza del paisaje urbano que, además, está retrasando el Plan Director del Patrimonio de Sevilla.

El portavoz de la asociación, Joaquín Egea , asegura que estas normativas «no tienen nada que ver» con el documento que está redactando la Universidad de la mano de la Gerencia ya que éste «debe basarse en definir el futuro de los edificios municipales, no va de qué hacer con los pavimentos, el alumbrado o las plazas, y hay que terminarlo ya». Este Plan Director tiene una triple finalidad: definir qué edificios deben restaurarse , establecer un plan de rehabilitación de estos inmuebles con criterios temporales y económicos y, por último, definir un uso para esos bienes.

Así, Egea se pregunta «para qué hacer unas ordenanzas si ya se están haciendo las obras sin consultar a nadie y sin que la Comisión de Patrimonio frene los desmanes que se están acometiendo». En este sentido, se cuestiona qué participación tienen esas ordenanzas y el Plan Director, ya que se están redactando sin tener en cuenta a ningun otro estamento de la sociedad civil que no sean los técnicos municipales y de la Hispalense.

Cinco puntos a regular

Las ordenanzas del paisaje urbano deben unificar los criterios en cinco asuntos. El primero de ellos es el de los pavimentos , ya que es necesario determinar cuál debe ser el estilo para una ciudad con un conjunto histórico como el de Sevilla. La progresiva desaparición del adoquín de Gerena por el de Quintana de la Serena ha originado un amplio debate que ha obligado a Cultura a solicitar a Urbanismo que reutilice el suelo clásico, tal y como indicó la Comisión en un dictamen sobre la próxima reurbanización de la calle Zaragoza. Sin embargo, este organismo dependiente de la Junta de Andalucía entiende que su función no es determinar la estética que deben tener las calles, a pesar de que en algunas zonas están protegidas por la declaración de Bien de Interés Cultural o por la Unesco como Patrimonio Mundial, como es el caso de Mateos Gago.

La nueva imagen y alumbrado de la calle Mateos Gago Raúl Doblado

Por otro lado está la iluminación , que está modificando la tradicional luz cálida por otra más fría -algunos la han denominado «de frigorífico»-, que al ser led tiene una mayor eficiencia energética. El tercer punto es el del cableado , que el PGOU obliga a que vaya bajo tierra y que en las reurbanizaciones que se están llevando a cabo se han mantenido a la vista.

En cuarto lugar están las fachadas , tanto en los colores como en la nueva arquitectura que se está ejecutando. Adepa denuncia que «todas las grandes ciudades del mundo tienen una carta de colores y que, de ahí, no se puede salir». Sin embargo, en Sevilla no se está respetando ese criterio y también está produciéndose una solución de fachadas donde se sustituye el balcón por ventanales y con el metacrilato como material predominante. «Es la ciudad la que debe poner la norma ya que las leyes obligan a mantener el ambiente», explica Joaquín Egea, que recuerda como ejemplo el edificio «botellero» de la calle Santander.

Por último, las ordenanzas del paisaje urbano deben definir cuál es el modelo a seguir en las plazas . En los últimos años se han afrontado reurbanizaciones que han dejado una imagen «dura», sin casi vegetación ni espacios de sombra, como ocurrió en el paseo de Marqués de Contadero o en otras de la zona del barrio de San Lorenzo, como la de la calle Clavijo junto a San Juan de Acre o la sustitución de los árboles de la propia plaza de San Lorenzo por otros que apenas dan sombra.

En ejecución se encuentra la reforma completa de la plaza de la Magdalena , cuyo proyecto fue criticado por Ciudadanos -socio ahora de Espadas-, que lamentó esta semana la «despersonalización de «uno de los enclaves más señeros del Casco Antiguo»: «Se ha puesto una pacimentación grisácea, falta de matices y carente de armonía estética, y ocurre lo mismo con el mobiliario urbano». La formación naranja urgió la puesta en marcha de un libro de estilo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación