La imagen de San Fermín, en procesión
La imagen de San Fermín, en procesión - EFE
San Fermín 20

La Procesión del día grande de fiestas inaugura el Año Santo Sanferminero

El Papa concedió este honor con motivo del 300 aniversario de la construcción de la Capilla de San Fermín

PAMPLONA Actualizado: Guardar
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A las 10:40 horas ha salido la imagen de San Fermín de la iglesia de San Lorenzo para recorrer las calles de Pamplona ante el alborozo y la devoción de miles de personas que se han echado a la calle para honrar al copatrón de Navarra en el día grande de los Sanfermines. Posteriormente, en la Eucaristía, el Arzobispo de Pamplona, Monseñor Francisco Pérez, inaugurará el Año Santo Sanferminero.

Para que «Navarra despierte y mantenga el Júbilo de tener como patrón a San Fermín», el arzobispo de la ciudad, monseñor Francisco Pérez, pidió al Papa que se decretase un Año Jubilar en la capital navarra con motivo del tercer centenario de la consagración de la Capilla de San Fermín.

«El Año Jubilar pretende ir a la esencia de San Fermín y recordar la siembra de la semilla cristiana en Navarra desde el siglo IV» explica Javier Leoz, párroco de San Lorenzo.

«El Año Jubilar pretende ir a la esencia de San Fermín y recordar la siembra de la semilla cristiana en Navarra desde el siglo IV»
Javier Leoz , párroco de San Lorenzo

Se inicia hoy un año, hasta el próximo 7 de julio de 2018 repleto de actos que incluirán una visita de la imagen de San Fermín a la catedral, actos culturales y musicales, peregrinaciones a los lugares vinculados con el Santo como las localidades francesas de Toulousse, donde fue ordenado sacerdote, y Amiens, donde fue obispo y murió. También se reabrirá el llamado Tesoro de San Fermín, situado junto a la capilla del copatrón de Navarra.

Y es que el 7 de julio de 1717 fue inaugurada y bendecida la capilla de San Fermín, un hermosísimo templo que acoge la imagen más venerada del «Santo Morenico».

Tres siglos de capilla

A pesar de las aparentes pequeñas dimensiones de la capilla, lo cierto es que se tardó más de 20 años en construirla desde que el Ayuntamiento de Pamplona firmó la orden en 1696.

El diseño es obra del maestro francés establecido en Calahorra, Santiago Raón, con la supervisión y pequeñas modificaciones del dominico zaragozano fray Juan de Alegría y maestro de obras de la basílica de Loyola, Martín de Zaldúa. Las obras de cimentación se prolongaron hasta 1700 debido «al mal estado de los caminos que comunicaban Pamplona con las canteras de Badostáin, lugar de donde se extraía la piedra», según explica el Catálogo Monumental de Navarra, editado por el Gobierno foral en el año 1997.

Capilla de San Fermín en la iglesia de San Lorenzo
Capilla de San Fermín en la iglesia de San Lorenzo - ALFONSO PERCAZ/ Turismo del Gobierno de Navarra

Para 1705 se habían elevado las bóvedas y los arcos torales y para 1707 se levantó el cimborrio con su media naranja. Ese año se concertó la fábrica de la parte exterior de la capilla y al año siguiente se facilitaron las trazas y condiciones para el jarreo, blanqueo y ornato de la capilla, la puerta principal y la sacristía. Sin embargo, el remate de la obra se ralentizó debido a la escasez de fondos económicos. No se inauguró hasta el 6 de julio de 1717.

Aunque la mayor parte del gasto corrió a cargo del Ayuntamiento, de la Capilla de San Fermín sí que se puede decir que es una obra colectiva ya que llegó dinero de navarros distribuidos por todo el mundo. Por ejemplo, el Conde de Lizarraga envió 9.000 pesos desde Filipinas recaudados entre los navarros residentes en aquellas tierras. El virrey de Perú, José de Armendáriz, también hizo una colecta al otro lado del océano y envió 4.000 pesos.

Pero la Capilla de San Fermín no quedó tal y como se conoce en estos momentos. En el año 1795 se derrumbó la linterna y parte de la media naranja. Aprovechando la reconstrucción del templo, se sustituyó la decoración barroca original por otra neoclásica, más acorde con el tiempo y «aliviándola de la confusión de molduras de yeso que la obscurecen y la afean» se recoge en los escritos de la época.

Poco después, en 1816 en el interior de la Capilla se construyó el templete neoclásico que cobija la talla de San Fermín de medio cuerpo, en madera policromada que data de finales del siglo XV y que es la imagen venerada hoy en día.

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