Razones de peso
Los expertos alertan de que los jóvenes españoles han engordado durante la pandemia e intentan adelgazar sin orientación médica y con productos sin aval científico
El Covid-19 ha hecho mella en otra de las grandes pandemias del siglo XXI: la obesidad . Un 58,7% de los jóvenes de entre 16 y 30 años que viven en España ha ganado peso durante los últimos quince meses, según revela la última encuesta realizada por la Sociedad Española de Obesidad (Seedo) en colaboración con Novo Nordisk. «No solo nos preocupa que más de la mitad de estos jóvenes hayan ganado peso durante este periodo de pandemia, sino que este porcentaje asciende a un 72,1% en aquellos que ya presentaban previamente sobrepeso u obesidad», señala Francisco Tinahones, presidente de Seedo y jefe de grupo del Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CiberObn).
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Casi tres de cada diez jóvenes (el 24,7%) tiene sobrepeso u obesidad , y aumenta con la edad: alcanza el máximo entre los 25 y los 30 años, con un 34,6%, y no se aprecian diferencias entre hombres y mujeres.
Enfermedad reconocida
El estudio revela un dato esperanzador en cuanto a la percepción de la obesidad, ya que el 80% asume que el exceso de peso es una enfermedad y un 55,2% reconoce que querría estar más delgado. «Estos datos contrastan con estudios anteriores en población general donde solo un 20% de los obesos se reconocía como tal. Es positivo que los jóvenes lo consideren un problema y quieran luchar contra él. Porque a esas edades todavía se puede poner remedio , cuando la obesidad lleva veinte años de evolución y ha provocado enfermedades asociadas, resulta difícil revertir la situación», señala Tinahones.
No en vano, la mayoría de los obesos admite que empezaron a subir de peso en la adolescencia. Entre las principales causas del aumento de obesidad está la falta de actividad física : «Solo un 16% realiza ejercicio de manera habitual y cerca de un 40% reconoce estar más de 6 horas al día delante de una pantalla. Datos que se han agravado claramente con la pandemia y las limitaciones de salir a la calle y cierre de gimnasios», señala la doctora Susana Monereo, jefa de equipo del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional (Madrid) y secretaria general de la Seedo, quien además precisa que «la ansiedad y el picoteo desordenado de todo tipo de alimentos es la segunda causa unida al consumo excesivo y continuado de comida rápida , procesada y sobre todo fácil de obtener, sin que les obligue a cocinarla, y que reconoce consumir a diario un 61% de los jóvenes».
Un aspecto novedoso y diferencial de esta nueva encuesta es que evalúa el interés y nivel de conocimiento de los jóvenes por la salud, comprobando que a un 93% de los encuestados le interesa este tema; además, el 65,7% ha recibido información sobre dieta saludable en el colegio, la universidad o por otras vías. Sin embargo, cuando tienen que buscar remedio a su exceso de peso la mayoría lo hace por su cuenta (70%) o buscando en internet (45%) y menos de un 25% han ido a un nutricionista o a un médico . Además, un porcentaje ínfimo recurre a tratamientos prescritos por profesionales sanitarios que han demostrado eficacia (7,3%) y la mayoría utiliza productos comprados en internet, herbolario, gimnasios o parafarmacias sin ningún tipo de asesoramiento por un profesional.
«Muchos jóvenes siguen una dieta guiándose de un amigo o leyendo en internet porque hay muchos espontáneos que dan su opinión, algo que ningún neófito se atrevería a hacer con otras enfermedades», puntualiza Tinahones.
Influencia de las redes sociales
«Los jóvenes utilizan masivamente las redes sociales, siendo WhatsApp, Instagram y YouTube las más frecuentes. Las personas con un índice de masa corporal (IMC) más alto de lo normal tienden a estar menos en redes, con la única excepción de Facebook», precisa la doctora Monereo. El informe subraya que el 88,8% de los jóvenes creen que tener exceso de peso condiciona su vida, ya que les acompleja y les hace sentir rechazados. «La obesidad o el exceso de peso se ven y ello hace que en este sector de población tan visual, en el que la imagen corporal es tan importante y tan aficionado a compartir imágenes en redes sociales, casi siete de cada diez (68%) se sienta acomplejado y un 22% asegure que se ha llegado a sentir rechazado por su imagen. Son datos muy importantes que ocasionan mucho sufrimiento, aislamiento y perpetúan las propias conductas de ansiedad que agravan la obesidad. La ayuda psicológica es fundamental para romper el circulo vicioso y empujarles a cambiar los hábitos», señala Monereo.
Un acompañamiento psicológico que resulta importante para el abandono de la dieta y recuperar peso (nueve de cada diez jóvenes con sobrepeso u obesidad han intentado perder kilos) o para evitar trastornos de conducta alimentaria. Ambos expertos también señalan la influencia del entorno. El 33% afirma tener un padre o una madre con exceso de peso, y hasta un 73% tiene familiares de 1º grado obesos . Pero además, se constata el aumento de la obesidad en el entorno de amigos y en las parejas: el 63,4% tiene amigos con esta misma condición .
Unos datos que advierten tanto de la influencia genética como de los hábitos de vida y alimenticios compartidos con familia y amigos. Monereo insiste en que la obesidad es «siempre una enfermedad que daña al organismo y que afecta tanto a la esfera física como psicológica; para combatirla hay que cambiar hábitos de vida y recurrir a fuentes fiables del mundo sanitario para no fracasar».
Por su parte, el presidente de la Seedo tiene claro que «hace falta un plan nacional de lucha contra la obesidad para dejar de tratarla como el pariente pobre de las enfermedades. Hacen falta estrategias educacionales, la colaboración de las empresas alimentarias, de la publicidad, revisar cuestiones impositivas...Para abordar, después de la pandemia, el gran problema sanitario del siglo XXI».
