El motivo de tanta lesión en el Real Madrid

Benítez pone un circo y le crecven los enanos. Ocho lesionados de importancia en ochenta días de competición. Dos jugadores que ya acumulan dos dolencias distintas, Benzema y Pepe. Dos recaídas por la ansiedad de forzar la reaparición, protagonizadas por James y Ramos. El Real Madrid es la víctima propiciatoria de los parones de selecciones. Acumula cuatro bajas graves en el transcurso de un mes: Danilo, James, Modric y Benzema. El club conoce las dos causas principales de esta plaga. La fundamental es el cambio radical de entrenamientos que los jugadores sufren al pasar de trabajar del método Benítez a una decena de formas diferentes, las de los seleccionadores. La segunda es la sobrecarga de partidos cada tres días que los futbolistas soportan desde septiembre.

Las dos razones, unidas, suponen un destrozo para unas musculaturas muy exigidas.

Modric y Bale rematan esta lista de bajas, ocho en tres meses, que no incluye a Cristiano y Jesé, también tocados en su momento, porque no faltaron a ningún partido oficial. El resultado de esta lastra es que el pionero de las rotaciones, Benítez, ahora las hace por obligación, no por devoción.

Mimos a los jugadores

Su cúmulo de bajas ha puesto en el debate una supuesta vuelta de tuerca física de Benítez y Paco de Miguel sobre su plantilla, como reacción a la menor exigencia de Ancelotti. Ese no es el problema. Todos los grandes han perdido a sus mejores jugadores en estos días por la distinta forma de entrenar de los seleccionadores.

El Real Madrid y esas otras entidades potentes del fútbol continental se quejan especialmente de la falta de cuidados que algunos de sus futbolistas soportan cuando van a las selecciones. Y lo que les molesta es la obligación de ceder profesionales para los amistosos. James cayó ante Perú por la dureza de los franjirrojos. Danilo se rompió el pie con Brasil por un vendaje mal colocado. Y Benzema acaba de lesionarse por disputar casi todo el partido ante Armenia, hasta que se dolió de los isquiotibiales, cuando el club avisó a Deschamps de su delicado estado físico. «Estaba al límite».

El edema muscular que Modric sufrió con Croacia el sábado, en partido oficial, es producto de esa diferente forma de entrenar de Benítez y Cacic. Es un mal inevitable el de los seleccionadores. Lo sufrieron también Marcelo, Khedira, Coentrao y el propio Modric en las dos últimas campañas. Del Bosque, sin embargo, está bien considerado por los equipos. No fuerza al jugador en la preparación y no le alinea en cuanto observa dudas. Respeta a los clubes. Es la excepción que confirma la regla.

Los grandes de Europa conocen un análisis de lesiones realizado por FIFA UEFA, con el doctor Jan Ekstrand como referente, que expone que la sobrecarga de partidos supone que la mayoría de lesiones se produzcan al final del primer tiempo y en el último cuarto de hora del partido. La reflexión del estudio aconsejaba realizar los cambios antes del minuto 70, para evitar las roturas. Benítez aplica esa idea desde hace quince años. Ejecuta las tres sustituciones y las hace pronto.

La plaga de bajas ha supuesto que el responsable del Real Madrid no pueda llevar a cabo las rotaciones planificadas. Juegan los que quedan. Benítez cuenta ahora mismo con siete bajas: Modric, Benzema, James, Carvajal, Ramos, Pepe y Danilo. Estos dos últimos pueden reaparecer el sábado frente al Levante. Ramos, Modric y James quieren jugar ante el PSG el día 21. Carvajal será alta en Vigo, el 24. Benzema no tiene fecha de regreso.

La FIFA y la UEFA, instigadoras de este abuso de poder que las federaciones y selecciones tiene sobre los clubes para prestarse sus futbolistas sin dar las gracias, tienen informes análiticos de las causas de tantas lesiones de los jugadores a lo largo de cada temporada. Reconocen sus estudios que la carga de partidos que los profesionales soportan, uno cada cuatro días, supone que haya multitud de dolencias musculares desde el comienzo de la campaña. Ajena a su propio resultado analítico, la FIFA inventó el Mundialito de Clubes periódico y creó la Copa Confederaciones de selecciones un año antes de cada Mundial, mientras la UEFA aumentaba la Eurocopa a 24 participantes de las 54 selecciones que forman la unión europea de fútbol.

Los clubes añaden un capítulo determinante en los argumentos de las lesiones de sus futbolistas: esos cambios de metodología de entrenamiento entre el técnico de cada equipo y la disparidad de formas de trabajar de cada selección significa que los jugadores sufran una variación importante en el esfuerzo de sus músculos, ya sobrecargados de partidos, y se rompan. El Real Madrid es el mejor ejemplo de esta realidad: los futbolistas han trabajado según el ideario de Benítez y cuando llegan las dos semanas de selecciones Modric y Kovacic entrenan con Croacia, Cristiano con Fernando Santos (Portugal), Varane y Benzema con Deschamps, Marcelo con Brasil, Bale con Coleman, Kroos con Alemania, Cheryshev con Rusia, Keylor con Costa Rica y los españoles Isco y Nacho con Del Bosque, por no añadir más nombres. La diferencia de trabajo es patente para cada uno. Y el resultado es que Modric y Benzema han caído es fin de semana en los combates de los equipos nacionales, como James y Danilo lo hicieron hace un mes con Colombia y Brasil.