El Real Madrid, a por la racha de ocho años sin perder

El Real Madrid se ha enfrentado en Liga al Español en su campo 81 veces, con 32 victorias frente a 30 derrotas y 19 empates. Desde hace dos años, y por primera vez desde que se iniciara la Liga en 1928-29, los blancos han superado a su rival en triunfos y también en goles (126-122). De los últimos 19 tantos, 17 los ha marcado el conjunto blanco. Los últimos años forman parte de la mejor racha blanca, con siete temporadas sin perder, lo que solo se ha dado otra vez en la historia (desde 1971-72). En 2008-09, la visita a Cornellá también fue después de recibir al Betis en el Bernabéu y golearlo (6-1). Venció 0-2, con goles de Guti y Raúl.

La temporada pasada ganó el Madrid 1-4 en un triunfo inútil, porque el Barça cantaba el alirón en el Vicente Calderón. Era la penúltima jornada y la goleada tuvo lugar en los últimos 13 minutos (iban 1-1). A la vez, el equipo de baloncesto vencía en Madrid y conquistaba su novena Copa de Europa. El hincha madridista prefirió cambiar el fútbol por el baloncesto. Curioso: también hace tres años el Madrid jugó en Cornellá (1-1) en la misma jornada en la que el Barça se proclamaba también campeón de Liga.

El máximo goleador de los 81 partidos es Hugo Sánchez con siete dianas. Cinco goles materializaron Marcet, Catalá (marcó cuatro tantos en el 5-4 de la 39-40) y Raúl. Los blanquiazules Edelmiro y Tamudo lograron cuatro, igual que los madridistas Molowny, Hierro, Butragueño, Cristiano e Higuaín. En el 1-4 del año pasado, Cristiano hizo un «triplete perfecto» (zurda, diestra y cabeza) y apuntaló el Pichichi (44 goles, con 16 asistencias). El portugués marcaba además a todos los rivales a los que se enfrentó en el campeonato (no jugó ante la Real los dos partidos). Y superó (222) a Quini (219), con lo que se aupó al séptimo puesto como máximo goleador de la historia de la Liga.

En los primeros 25 Español- Real Madrid en Barcelona, en 15 vencieron los locales (67 a 39 goles). En 15 de los 21 primeros partidos, los blanquiazules ganaban al descanso. Sarriá era entonces un estadio muy complicado para el Real Madrid, del que se conserva un peor registro inigualado, la mayor goleada de su historia: 8-1, en la temporada 29-30. La victoria más abultada del Madrid ha sido un 1-5

Uno de los futbolistas destacados en estos partidos ha sido Tamudo, que acaba de anunciar su adiós. El internacional ha pasado a la historia españolista con letras de oro. Jugador con más partidos (340, por delante de Argilés, 301). Máximo goleador (129 goles, por delante de Marañón, 111), estuvo 14 temporadas de blanquiazul, las cuatro primeras alternando con el equipo filial, más una temporada en el Alavés (97-98) y otra en el Lérida (98-99). De todas, jugó nueve veces un Español-Real Madrid, con los cuatro goles citados, tres de ellos en campañas consecutivas y otro verdaderamente antológico, el de la última derrota madridista, en el campo de Montjuic, con una vaselina a Casillas desde lejos.

Será la sexta vez que el partido coincida en la tercera jornada. Las dos últimas fueron en campañas consecutivas (2004-06); las dos, casualmente, en un 18 de septiembre, y en las dos perdió el Real Madrid 1-0. En los dos partidos, el Real Madrid acabó con nueve jugadores por dos expulsados. El de 04-05, dimitió Camacho al día siguiente. Y el de 05-06, ya se estaba cuestionando a Luxemburgo. Lotina era el entrenador del Español en ambas. El gol local de aquel 2005 lo marcó Jarque, de cabeza,

acompañado de polémica. Fue una falta que lanzó De la Peña y cabeceó a gol el legendario número 21. Se oyó un silbato antes, pero Rodríguez Santiago señaló el gol. Jarque no lo celebró, no sabía qué pasaba, y el juez de línea se quedó parado. Los jugadores protestaron al árbitro, porque habían oído «su» silbato. Los madridistas pensaron que había pitado penalti y que, al ser gol, se había retractado. Pero esto hubiera sido ilegal, porque, al pitar, la ley de la ventaja queda anulada. En la prensa se publicó que el Madrid impugnaría el partido. Viendo la jugada, se oye un silbato y se ve al árbitro en actitud de pitar, con el silbato en la boca y el brazo izquierdo indicando el área. Si había sido así, se estaría ante una ilegalidad, por ser un error técnico y no de apreciación. Finalmente no se cursó impugnación por parte del Real Madrid, aunque Florentino Pérez declaró que había razones para ello. Ninguna de esas dos temporadas el Real Madrid fue campeón.