INDUSTRIA
Navantia aún no confirma la carga de trabajo para Puerto Real y San Fernando
La reunión entre el presidente de los astilleros y el Comité Intercentros acaba igual que empezó: sin fechas de nuevas obras para las dos plantas gaditanas
Los tres astilleros de la Bahía trabajan a dos velocidades muy distintas. Mientras que el de la capital tiene asegurada su carga de trabajo hasta final de año en materia de reparaciones, el de San Fernando y Puerto Real aguardan todavía la confirmación de nuevas obras.
El Comité Intercentros de la compañía y la dirección de Navantia han mantenido entre el lunes y el martes dos maratonianas reuniones para definir el futuro de los astilleros. Había mucha expectación, sin embargo las expectativas no se han cumplido. El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, se ha limitado a trasladar de nuevo a los representantes de los trabajadores las líneas maestras del plan Horizonte 5.0 que garantiza la viabilidad de la compañía y que recoge los planes para los próximos cinco años. El jarro de agua fría ha sobrevenido cuando Domínguez se ha limitado a explicar los nuevos contratos que están en cartera, pero no ha podido dar una fecha clara de inicio de sus obras hasta contar con el visto bueno definitivo.
La planta de San Fernando se encuentra a medio gas tras la culminación del contrato saudí para la construcción de cinco corbetas. De hecho, se ultima en la planta la quinta unidad, que será enviada a medios de verano hacia Arabia para su remate final. La factoría isleña aguarda el contrato con Marruecos para la construcción de un patrullero, pero Domínguez ha optado por no dar fecha de inicio de los trabajos.
Igualmente, la planta de Puerto Real lleva más de un año esperando el inicio de la obra del BAM-IS de apoyo a submarinos, pero nuevas especificaciones y comprobaciones técnicas han alargado su corte de chapa 'sine die'.
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La firma de la orden de ejecución fue autorizada en octubre de 2021 por un importe de 166,46 millones de euros. El contrato comprende tanto la construcción del buque como la adquisición e integración de los equipos de intervención subacuática. El BAM-IS sustituirá al actual buque de Salvamento y Rescate de la Armada 'Neptuno', que está llegando al final de su vida operativa y que actualmente se encarga de las operaciones más complejas de intervención subacuática.
No son los únicos barcos que plantea la Armada y que constan en el Plan Horizonte 5.0 de Navantia. En el mismo cronograma de trabajo aparece la construcción de dos buques Hidrográficos costeros y de uno Hidrográfico Oceánico, cuyo contrato aún no se ha firmado. De hecho, el Ministerio de Defensa ya anunció un plan en junio de 2021 para la adquisición de dos nuevas unidades que sustituyan a las actuales 'Malaespina' y 'Tofiño', ambas con sede en San Fernando.
