tribunales

Juicio de secuestro y torturas en Chipiona: Uno de los acusados grabó a las víctimas atadas y retenidas

La Guardia Civil encontró estas imágenes además de una foto en el móvil del ciudadano marroquí implicado

El informe de Criminalística también demuestra que la furgoneta estaba llena de restos de sangre del fallecido, además había algunos rastros en la casa, como en una funda del sofá, aunque «la habían limpiado»

Uno de los acusados, cuando fue puesto a disposición judicial. A. V.

M. Almagro

En la tercera sesión del juicio a los acusados de secuestrar, torturar a cinco vecinos de Chipiona y matar a uno de ellos en septiembre de 2019, el jurado ha podido ver un vídeo que puede resultar definitivo para que diluciden sobre la culpabilidad o no de los procesados. Se trata de unas imágenes que la Guardia Civil encontró en el móvil del ciudadano marroquí que está implicado y en el que se ve claramente cómo tenían retenidas y maniatadas a las víctimas contra su voluntad en la casa donde sucedieron los hechos.

Las imágenes se recogen en el salón. Las víctimas se encuentran sentadas. El primero que aparece por la izquierda es Manuel J. , el fallecido de una puñalada en el pecho. En ese momento está con vida. Permanece con los ojos tapados. Los supuestos secuestradores están de pie, algunos con palos y armas en la mano. Todos con los rostros cubiertos. Otra víctima aparece también con cinta en los ojos y una especie de ribete por atrás de la cabeza a modo de asa para moverlo. Y otro de estos hombres, muy alterado, llorando, parece recriminarle al dueño del chalé que no está atado. «¡Joder, joder, joder.... no me estás echando cuenta...». Además hay otros hombres que no han sido identificados.

En un lado aparece una escopeta. La misma que fue hallada en la furgoneta que fue interceptada en Sevilla cuando se dio a la fuga y desde la que se arrojó presuntamente a las víctimas. Y la casa, sus azulejos, la decoración, los muebles, la que se investigó desde un principio como lugar de los hechos y lugar donde fueron convocados todos por el dueño de la vivienda. Así lo determinó la Guardia Civil que llevó la investigación y que en esta tercera sesión corroboraba el agente que estudió este vídeo que se halló en el móvil. Además mostró y habló de otra foto del mismo día 21 en la que aparece otro de estos afectados boca abajo con las manos atrás y un corte en la oreja.

Porque la jornada de este miércoles se ha centrado en gran parte en la toma y la investigación de las evidencias. Y a este respecto declaraban los dos agentes de Criminalística que se hicieron cargo de ello. Según su informe se analizaron las ropas de las víctimas y los presuntos agresores, los vehículos intervenidos (tanto la furgoneta como el otro coche donde huyeron los detenidos) y la casa de Chipiona.

En cuanto a la furgoneta fue la que más evidencias de sangre tenía. Así en la puerta trasera justo al lado de la maneta hallaron sangre del fallecido. Pero no solo ahí. «En la defensa también había gotas de un tamaño y una caída que determina que estuvo tiempo en ese sitio antes de ser arrojado», aseguró el agente. Y en el interior, cubierto de paneles de madera, en uno de sus extremos, estos rastros de sangre, eran más evidentes. «Los tuvieron arrinconados en una zona antes de tirarlos».

También en este mismo vehículo encontraron una escopeta de repetición con el número de serie borrado por uso de elemento abrasivo. El arma estaba cargada y era la misma que posteriormente vieron en el vídeo. Además habían varias huellas coincidentes con las de los acusados. Algunas fueron enviadas a Francia y se confirmó que estos cuatro investigados tenían antecedentes.

En cuanto a la ropa se encontró también restos de sangre de las víctimas en varias prendas de los acusados como en una camiseta o un pantalón de chándal.

En la casa la labor de estos agentes fue más complicada ya que, según aseguraron, «había limpiado con desinfectante». Aún así en un porche, donde había cubos con algún resto de lejía, pudieron sacar muestras de sangre de la funda de un sofá y también del suelo del salón.

Determinante también puede ser la declaración del agente instructor del atestado y coordinador de las diligencias quien enumeró todas las investigaciones que fueron hilando. Así habló de las imágenes que pudieron intervenir del móvil del acusado y del intenso y escrupuloso registro que se hizo a la vivienda. Además dio algunas clave sobre por qué pudo ocurrir un hecho tan violento.

Según explicó el dueño de la casa, del chalé donde fueron retenidos y torturados, era el jefe de una cuadrilla de traficantes que se encargaba de recibir, guardar y transportar droga de alijos. Le encargaron sacar una partida y una parte se perdió, por lo que los dueños de la droga le pidieron que reuniera a todos para saber qué había pasado y dónde estaba». «Se aprovechó de esa confianza y jerarquía para llamarlos», circunstancia que puso en duda la defensa de este procesado al entender que pudo actuar así bajo amenazas y coacciones. Sin embargo el agente insistió que esta persona quedó liberada en su casa el sábado y que el domingo cuando volvieron los secuestradores no había huido ni alertado a nadie. «Tuvo tiempo y recursos para escapar», insistió el agente, «sin su colaboración los sicarios no hubieran actuado».

El juicio continuará estos días con la declaración de los forenses y también con la presentación en la sala de los informes y conclusiones de las partes para que previsiblemente el jurado dictamine la próxima semana.

 

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación