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Chiclana, una ciudad de museo

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La inminente apertura del Centro de Interpretación Fenicio, sumado al vigésimo aniversario del museo de Paquiro, la consolidación del Centro del Vino y la Sal, así como la buena salud del Museo de Chiclana hacen del centro de la ciudad un espacio que ofrece una amplia y variada oferta museística

Dos jóvenes visitantes en el Museo de Chiclana LA VOZ

MANUEL LÓPEZ SAMPALO

CHICLANA

«Y sigue la escondida /senda, por donde han ido / los pocos sabios que en el mundo han sido». Estos versos de Fray Luis de León, descontextualizados, podrían servir para explicar las políticas turístico-culturales aplicadas por el gobierno de José María Román en Chiclana.

El alcalde socialista, en este aspecto, parece haber seguido el modelo de ciudad, salvando las distancias, de su homólogo en Málaga, el popular Paco de la Torre. Así, a una generosa oferta de sol y playa, se ha sumado un despliegue museístico a lo largo y ancho del casco histórico para ofrecer al visitante algo más que los encantos naturales del municipio gaditano.

No es baladí que recientemente el regidor chiclanero sacara músculo de su gestión, hiciese balance de la misma y, sobre todo, proyectase el futuro inmediato del municipio desde el Museo del Vino y la Sal, espacio que, desde su inauguración en 2016, se ha convertido en la joya de la corona de los proyectos de Román y su equipo.

Este año 2023 será fundamental en la consolidación de Chiclana como una ciudad de museos, de atractivo expositivo, dado que a la inminente y trascendental apertura del Centro de Interpretación Fenicio, hay que sumarle los fastos por el 20º aniversario del museo de Paquiro ‒del que dicen que es el mejor taurino de España‒ y el crecimiento del Centro de Interpretación del Vino y la Sal, inaugurado en 2016, con la acogida de la colección de las Muñecas de Marín.

No hay que pasar por alto el magnífico Museo de Chiclana, que se posiciona alto con sus atractivas exposiciones temporales, las cuales se añaden a sus escaparates permanentes ‒donde se explica la historia de la ciudad hasta su presente‒ y al legado que alberga la Fundación Fernando Quiñones, sito en el mismo Palacio Briones, que en 2023 conmemorará al «poeta de las barcas, de la arena y los cañones» a los 25 años de su muerte.

Además, el Teatro Moderno de Chiclana alberga en su seno la nada desdeñable Casa de la Cultura, que aparte de una sala de exposiciones ‒la cual por ejemplo, actualmente, muestra la obra del artista catalán Antoni Gabarre (el muralista de Sancti Petri)‒, ofrece cinco talleres y un aula polivalente.

Sí, Chiclana no tiene un Thyssen ni un Picasso ni un Pompidou, pero al paso que va, en lo que a cultura museística respecta, no va a tener mucho que envidiar a estos centros expositivos de fama internacional.

Un museo fenicio y un torero universal

Fue precisamente en la capital de la Costa del Sol, en concreto en el céntrico Café de Chinitas, donde Federico García Lorca ubicó los versos que internacionalizaron la figura de Paquiro de Chiclana: un genio de la tauromaquia en su época, principios del siglo XIX, junto a Frascuelo.

En el café de Chinitas

dijo Paquiro a su hermano:

«Soy más valiente que tú

más torero y más gitano.«

Una figura que estaba casi olvidada, no sólo en España, sino en su tierra natal, Chiclana, y que gracias a la labor de recuperación de Pedro Leal, se puso en valor hace 5 lustros con un museo dedicado al personaje y a la tauromaquia en general, ubicado en la céntrica calle San Agustín. Y del que dicen los que entienden es el mejor del país.

A este vigésimo aniversario museístico se suma la próxima apertura del Centro de Interpretación Fenicia en el Cerro del Castillo, que el alcalde estima entre el primer trimestre de 2023 y antes del verano, y que se sitúa junto al yacimiento fenicio o espacio arqueológico de Nueva Gadeira.

Dicho museo al aire libre consiste en la adaptación de la antigua bodega y actual nave municipal del Cerro del Castillo, que alberga parte de los restos arqueológicos. De esta forma, los visitantes podrán contemplar dichas ruinas, así como observar recreaciones virtuales de la historia de Chiclana, partiendo de estos yacimientos de los siglos VII y VIII antes de Cristo.

Así, el centro de interpretación, que se ubica junto al CEIP El Castillo y que puede verse desde otros puntos de la ciudad, respetará la planta de la bodega. Dividiéndose el proyecto en dos intervenciones: por un lado, la envolvente y, por otro, el interior.

En el exterior, la fachada ‒según cuentan desde el propio consistorio‒ será ciega con paneles de krion, y se podrá retroiluminar para tener un aspecto de día y otro de noche con iluminación tenue e incluyendo un texto de Fernando Quiñones. Y ya en el interior del edificio, éste contará con un recibidor, una sala audiovisual y la sala donde podrá verse los restos arqueológicos.

Sal, vino e historia de Chiclana

13 años cumplirá el próximo mes de julio el Museo de Chiclana. Un espacio expositivo que goza de buena salud. Allí se dan cita, en su zona de exposición permanente, contenidos de gran valor histórico, artístico y sentimental, que van desde la Prehistoria hasta la actualidad, pasando por la génesis de la ciudad o el convulso periodo napoleónico.

Al cobijo de uno de los edificios más emblemáticos de Chiclana, la bella Casa de Briones, su pulso nunca se detiene, con exposiciones, muestras y colecciones temporales que, alimentadas por piezas y documentos de extraordinaria valía, también nos acercan a las tradiciones. Así, actualmente, en la segunda planta, encontramos 'La luz iluminada', 'Aquella gente valía tanto' y 'Chiclana en 15 curiosidades'.

En este cautivador espacio también encuentra acomodo la Fundación Fernando Quiñones, que cobija el legado de uno de los escritores más ilustres de Cádiz y del siglo XX español: el autor de La canción del pirata o Las mil noches de Hortensia Romero entre otras obras de relumbrón.

Poco hace falta decir del Museo del Vino y de la Sal: que con una sala de exposiciones, una sala multidisciplinar, sus eventos y sus actividades relacionadas con la cultura del vino y la sal siguiendo el rastro de la Chiclana industrial se ha convertido en un espacio de referencia en la ciudad desde su apertura en 2016.

Este está situado junto a la Plaza de las Bodegas, en las inmediaciones del Mercado de Abastos. Tiene su lógica que el emplazamiento sea precisamente una antigua bodega que sigue los estándares arquitectónicos de su época. Se trata de un activo turístico atractivo, puesto que la cultura vitivinícola tiene una raigambre especial en Chiclana, dentro del Marco de Jerez.

La actividad de las salinas, que vivió tiempos dorados en las últimas décadas del siglo XIX y comienzos del XX, es la otra gran temática de un equipamiento cultural que tiene mucho de etnográfico. Así es posible adentrarse en la cultura del vino y la sal a través de exposiciones, talleres y actividades programadas concebidas para ese fin.

El mismo, y para su complemento, desde muy reciente fecha, alberga el museo de las antaño famosísimas Muñecas de Marín, las cuales se exponían antes en un espacio propio en el Camino de La Barquilla hasta que cerró en 2018.

Dice el tango que 20 años no son nada. Para Chiclana, concretamente para su casco histórico, los últimos cuatro lustros significa la apertura de cuatro museos y medio. Que si no es nada, desde luego no es poco. Y se espera próximamente tener noticias de un museo de la almadraba en el antiguo poblado Sancti Petri.

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